Simplemente odio a la civilización occidental y cristiana | José Antonio Ruiz de la Hermosa

Este fin de semana, y como periódicamente hace la Asociación Luz de Trento, se han realizado unas jornadas en un hotel de Madrid, a las cuales he tenido la suerte de asistir, como siempre hago, por otra parte. En esta ocasión y nuevamente los ponentes han sido de primera división. Mejor dicho, de Eurocopa. Nunca anglicismos en mis escritos, si puedo evitarlo.

Fernando Paz, Alberto Bárcena, Rocío de Meer, Fernando López-Mirones, Carlos Astiz, y así hasta completar una mañana y una tarde en la que cada hora, un nuevo pensador, escritor, catedrático, periodista o político no corrupto, fue pasando por la mesa de ponentes. El tema: Inmigración e Identidad. Nunca “migración” porque las aves son las que migran, las personas no. Del latin migratio, -ōnis.: Viaje periódico de las aves, peces u otros animales migratorios. Aunque rápidamente se haya adaptado lo de toda la vida, para satisfacer a los progres de libro, adaptando lo que haga falta, y cuando haga falta, una palabra general a lo que los/las/les venga bien.

El discurso de estos serviles sicarios del globalismo que tratan de vendernos lo invendible sobre el tema, ha sido desmenuzado por personas inteligentes y, sobre todo, “avisadas” como diría Cervantes. Poco a poco hemos visto cómo se caían los diferentes argumentos, simplemente confrontarlos entre ellos mismos y la realidad. Pero, lo peor es que las conclusiones son siempre las mismas. Todo esto no es más que una jugada más, un paso más de lo que últimamente y gracias a que hay quien ha dado un golpe en la mesa y ha dicho “basta” se está empezando a convertirse en difícil, ojalá imposible. Pero simplemente hemos pasado de diecisiete pasos hacia la destrucción de la Cultura Europea y uno hacia atrás a “un dos por uno”. Pero la etiología del problema sigue ahí.

El odio es el tuétano del progresismo marxista, El odio visceral a lo cristiano, mejor dicho, a lo católico. Y estos progres que, bajo la batuta, que sepamos de Soros o Gates, aunque indudablemente la Logia Globalista tiene que tener a alguien más importante más arriba y que seguro que, aunque nos dijesen el nombre, no lo reconoceríamos. Pues van obteniendo día a día un poquito más en sus aspiraciones. Básicamente en la destrucción de la cultura heredada de Roma, la Cultura Cristiana. Por supuesto su ataque a lo Católico no es comparable al que están realizando contra la Iglesia Ortodoxa o con el de más baja intensidad a las Iglesias Reformadas, -las Protestantes vamos-, porque el enfrentamiento con sus ideas del “mandilito, y el compás” son muy diferentes. También, el grado de infiltración en unas y otras es muy diferente.

Tres pensadores, tres, son los padres del desaforado ataque contra nuestra civilización: Karl Marx, Friedrich Wilhelm Nietzsche y Sigmund Freud. Dos judíos y un cristiano reformado, o vaya usted a saber. Estos tres linces valoraron a la Civilización Occidental como algo erigido sobre: la Patraña, la Mentira y la Manipulación de las personas y por lo tanto es un deber su destrucción. Algo a lo que por su parte se apuntó otro puntal del odio: Mijaíl Aleksándrovich Bakunin, autor de la frase: “La civilización debe ser destruida hasta sus cimientos y solo debe salvarse la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven”, entiendo que su melomanía, estaba por encima de su odio a la Civilización Occidental.

En definitiva, estos individuos, que estudiados uno por uno en biografías no adulteradas y adaptadas, -y estoy hablado de Wikipedia, por ejemplo-, podemos observar de ellos que básicamente no son más que unos aficionados sin freno al sexo, sobre todo al sexo duro y al más onírico, pero llevado a la práctica. Tanto que lo de Marx por ejemplo, es famoso, aunque se quiere ocultar, hoy en día estaría en la cárcel de por vida si se le aplicase la famosa LIVG, que tanto le gusta a su seguidora, la eurodiputada humillada la semana pasada, esa que el día que repartieron cerebros, estaba de cuartelera. Esta frase era muy típica para definir a los que no daban talla intelectual en “la mili”.

Pues bien, sus seguidores, los de la famosa “Escuela de Fráncfort”, diseñaron y pergeñaron las teorías de las logias a su realización real. Y a fe que lo están consiguiendo. Lo que nunca he entendido es por qué esta pandilla de individuos de malvado pensamiento consiguió salir de Alemania a principios de los años treinta. Otra cosa malísima que los malvados alemanes de esa época hicieron: dejarles salir hacia Un Sitio Americano donde pusieron en marcha su teoría crítica de destrucción de las condiciones sociales e históricas de la Europa Cristiana y en especial Católica y Ortodoxa. Todo ello perfectamente expuesto en el ensayo programático Teoría tradicional y teoría crítica (Traditionelle und kritische Theorie), de Max Horkheimer del año 1937, del cual no hay más que ver su foto para darse cuenta de quién era. La cara es el espejo del alma, en este caso de la no alma.

La Teoría Crítica, no es más que la estrategia de destrucción de Europa y sus valores Y como Fernando Paz nos expuso, es los cimientos de lo que está ocurriendo: “La Invasión”, “El Plan Kalergi” y todo lo demás que significa la destrucción de los valores y las personas de Occidente y su sustitución por un conglomerado de razas y gentes diversas, mucho más manejables y fáciles de destruir. En definitiva, un paso más dentro del Globalismo. Una suerte de dirección que nos lleva a esa drástica reducción de la humanidad a esos idílicos quinientos millones de habitantes que constantemente solicita la ONU como objetivo. En definitiva, la ONU, también salió de los mandilitos de Un Sitio Americano. Y ahí lo dejo…

José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional.