Sánchez promete a ERC nombrar ‘a dedo’ a los inspectores educativos

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El Gobierno acaba de rizar el rizo. Por un lado promete a ERC la eliminación de la oposición para poder designar a los miembros de la Alta Inspección Educativa, y, por el otro lado, garantiza al principal sindicato de la función pública, CSIF, que mantendrá la prueba para el acceso a este cuerpo decisivo en el control de la calidad y neutralidad educativa.

ERC pidió la eliminación de criterios objetivos -la oposición- para el acceso de los funcionarios al cuerpo de Alta Inspección de la Educación por motivos obvios: los separatistas quieren anular la independencia y poca capacidad operativa que aún tiene este cuerpo, el encargado en última instancia del control de la neutralidad de la formación a los menores. Y es que ERC, evidentemente, quiere terminar de anular, incluso, el escasísimo uso del castellano en las aulas catalanas. Y, por supuesto, ha contado con la promesa del Gobierno socialcomunista de anular la oposición para el acceso a la Alta Inspección.

CSIF no tardó en solicitar un encuentro con el Ministerio de Educación para intentar evitar, al menos, parte del destrozo que puede originar la Ley Celaá. El sindicato trasladó su rechazo a la reforma educativa en la mesa sectorial casi al instante; recordó al Ministerio que el Supremo marcó el uso del castellano en un 25% de las clases; y reclamó suprimir la tasa de reposición en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para ampliar la plantilla de personal docente. Todo ello, más la garantía de mantenimiento de la oposición para el acceso a la Alta Inspección como mecanismo de neutralidad política y profesionalidad.

El secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, ha mantenido el encuentro con CSIF. Y ha asegurado al sindicato que no se va a eliminar la prueba para el acceso a la Inspección Educativa en la reforma que actualmente tramita el Congreso de los Diputados.

CSIF destaca “la polémica suscitada estos días ante esta posibilidad, lo que supondría eliminar los criterios objetivos de selección y que quede sujeto al criterio arbitrario de las distintas administraciones”. Pese a ello, “CSIF quedará a la espera del dictamen final de la Comisión de Educación del Congreso”.

Y, más allá de esta cuestión, CSIF ha aprovechado esa mesa sectorial para mostrar su “rechazo formal a la reforma de la LOE porque los sindicatos no han tenido la oportunidad de negociar su contenido, al igual que ocurrió en el pasado con la LOMCE que impulsó el Partido Popular”.

Entre otros temas, CSIF lamenta “la polémica abierta sobre el uso del castellano como lengua vehicular en las aulas”. En este punto, el sindicato recordó que “una sentencia del Tribunal Supremo ya estableció que un 25% de las clases se deben impartir en esta lengua”.

Por otra parte, desde CSIF se subraya “la necesidad de abordar planes de contingencia y las nuevas necesidades de los centros ante un eventual confinamiento y cierre de las aulas. También se debe evaluar el actual modelo semipresencial de enseñanza, ya que nos consta que hay comunidades autónomas en las que no está funcionando como debería”.

Además, desde CSIF insisten “en la necesidad de reforzar el sistema educativo a través de tres ámbitos concretos: Eliminación de la tasa de reposición del articulado de la Ley. Se necesitan 43.000 docentes más en el Sistema y con el sistema actual es imposible llegar a estas cifras. Reducción de las ratios de alumnos/clase. Sigue siendo la misma que hace 30 años (1990). Reducción del horario lectivo del personal docente. España es el país donde los docentes dedican más horas a clases y menos en actividades complementarias necesarias para mejorar el proceso de enseñanza y a las necesidades del alumnado”.

(Carlos Cuesta. Ok Diario)

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