Sánchez se alinea con la extrema izquierda para silenciar la disidencia
Pedro Sánchez se alinea con la extrema izquierda iberoamericana. El próximo 21 de julio, asistirá a una cumbre en Chile junto a Lula da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric que forman parte del Grupo de Puebla-una organización internacional fundada en 2019 que reúne a líderes políticos socialistas y comunistas-.
El evento, convocado en nombre de una supuesta «defensa de la democracia», es en realidad un nuevo paso hacia la censura, la propaganda y la represión de la disidencia.
Además, Sánchez no viaja por casualidad. La fecha coincide con la previsible explosión del escándalo de las saunas vinculadas a su suegro, además de la posible entrada en prisión de figuras clave de su administración, como Isabel Pardo de Vera, expresidenta de ADIF.
Una vez más, Pedro Sánchez huye de España cuando se tambalea su castillo de arena político.
La estrategia de Sánchez: represión en casa, abrazos al comunismo fuera
El encuentro del 21 de julio en Chile no es un hecho aislado. Se trata de la continuación de la reunión que mantuvo Sánchez con varios presidentes iberoamericanos para explicar sus planes de censura y control de los medios. En aquella ocasión, presentó su estrategia de “lucha contra la desinformación”, un eufemismo para perseguir medios críticos, cerrar plataformas y silenciar voces conservadoras.
Esta cumbre reúne a los peores exponentes del socialismo latinoamericano. Lula, imputado en decenas de causas de corrupción. Petro, con vínculos con el narcotráfico. Boric, impulsor de leyes ideológicas y abortistas. Y ahora, Pedro Sánchez: el europeo que les tiende la mano para crear una internacional de la censura. Y una vez más, Sánchez se alinea con la extrema izquierda.
Una agenda común: propaganda, censura y control ideológico
La supuesta cumbre “por la democracia” esconde un proyecto común de intervención sobre la libertad de expresión. Se habla de “proteger la verdad”, pero la realidad es otra: acallar las voces incómodas, neutralizar a la oposición y someter a la prensa independiente.
La agenda de la reunión está centrada en el fortalecimiento de la democracia y el multilateralismo, la reducción de las desigualdades, la lucha contra la desinformación y la regulación de tecnologías emergentes, señaló el Ejecutivo de Chile. Esto es, Regular los contenidos en redes sociales; Crear “observatorios de la verdad”; Financiar medios afines al poder político; Perseguir a quienes cuestionen las narrativas oficiales.
Pedro Sánchez compartirá sus métodos autoritarios. La libertad le molesta. La prensa libre le incomoda. Por eso, mientras sus ministros se enfrentan a escándalos judiciales, él escapa y se fotografía con dictadores disfrazados de demócratas.
El escándalo de las saunas: otro motivo para huir de España
No es casual que Pedro Sánchez abandone España justo cuando el escándalo de las saunas vinculadas a su suegro amenaza con desbordarse. Diversos medios han denunciado ya posibles conexiones con tramas de prostitución, corrupción administrativa y favores empresariales.
A esto se suma el posible ingreso en prisión de altos cargos de su administración, entre los que destaca el ministro de Política Territorial y expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, Isabel Pardo de Vera, expresidenta de ADIF, que ya ha sido imputada de 5 cargos y que ese mismo día 21 de julio tiene que declarar.
Un modelo internacional de censura de extrema izquierda
Este tipo de encuentros entre líderes de izquierda radical no buscan la democracia, sino imponer un modelo ideológico hegemónico y de censura a los críticos. Quieren: Cerrar medios no alineados; Penalizar el pensamiento crítico y disidente; Imponer agendas como la 2030 bajo amenaza de sanción.
No es casual que Sánchez reciba elogios de la ONU, el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla. Todos ellos forman parte de la nueva dictadura izquierdista global, con rostro amable pero con objetivos totalitarios. Es la que quiere su padrino Soros.
Pedro Sánchez se alinea con la extrema izquierda porque forma parte de ese proyecto globalista de control.