Sánchez endeuda a España: el aumento de deuda pública supera ya el crecimiento del PIB nacional

Sánchez endeuda a España

España es el segundo país europeo con mayor pobreza infantil, el segundo en paro de larga duración y el primero en paro general, juvenil y femenino.

Sánchez endeuda a España más rápido de lo que crece el PIB. La deuda pública supera el incremento de la riqueza nacional, mientras aumenta la pobreza, el paro y se hunde el poder adquisitivo.

Deuda pública por encima del PIB

Los datos oficiales son claros. En 2017, el PIB alcanzó 1.170.024 millones de euros. En 2024, llegó a 1.594.330 millones. El aumento total fue de 424.306 millones.

En el mismo período, la deuda pública pasó de 1.184.148 millones en 2017 a 1.620.569 millones en 2024. Eso supone un aumento de 436.421 millones, más que el crecimiento del PIB.

La riqueza aparente se sostiene sobre una montaña de deuda que hipoteca el futuro de España. Sánchez endeuda a España con la excusa de impulsar la economía, pero en realidad infla las cifras a costa de asfixiar a familias y empresas.

El engaño del “cohete económico”

Sánchez presume de un “cohete económico”, una mentira que sólo existe en la propaganda del Gobierno. La realidad es que el aumento del PIB se apoya en un gasto público disparado y en 99 subidas de impuestos.

Desde 2018, el Gobierno ha aumentado la recaudación fiscal en más de 160.000 millones de euros. Ese dinero sale directamente de los bolsillos de los contribuyentes.

El poder adquisitivo de los hogares se desploma. El 35,4 % de las familias con niños no pudo irse ni una semana de vacaciones este verano. Esa es la verdadera cara del “cohete económico”.

En lugar de crear empleo y fortalecer la economía real, Sánchez endeuda a España para sostener un modelo de despilfarro que empobrece a la mayoría.

Pobreza y paro: la factura social del Gobierno

La deuda creciente no se traduce en bienestar. España es hoy el segundo país de Europa con mayor pobreza infantil. Millones de niños crecen en hogares que no pueden cubrir sus necesidades básicas.

Además, España ocupa el segundo puesto europeo en paro de larga duración. Encabeza la lista en paro general, juvenil y femenino. La tasa de pobreza relativa sitúa a nuestro país en el tercer lugar y en pobreza severa en el quinto.

Con estos datos, nadie puede hablar de éxito económico. Sánchez endeuda a España mientras condena a las familias a la precariedad y la desesperanza.

La trampa del gasto público

El aumento de la deuda no financia inversiones productivas. Se destina a mantener una red clientelar y a sostener pactos políticos que garantizan la permanencia de Sánchez en Moncloa.

El gasto se concentra en subvenciones ideológicas, propaganda y cesiones a los separatistas. Mientras tanto, las infraestructuras, la industria y la innovación permanecen estancadas.

Cada euro de deuda debería generar riqueza futura. Bajo este Gobierno, cada euro endeuda más al país sin mejorar el presente de los españoles.

El resultado es evidente: Sánchez endeuda a España para pagar favores políticos, no para construir un futuro sólido.

Europa observa con preocupación

La Comisión Europea ya ha advertido de los riesgos de la deuda española. El desequilibrio entre PIB y deuda sitúa a España en una posición vulnerable.

En Bruselas preocupa que el Gobierno infle los datos de crecimiento con dinero prestado. Además, la falta de reformas estructurales y el deterioro del mercado laboral agravan el problema.

España no sólo pierde credibilidad financiera. También compromete su influencia política en la UE. Cuando un país se endeuda sin control, los socios europeos lo ven como un lastre.

La realidad es que con ello, compromete la soberanía nacional frente a organismos internacionales y prestamistas extranjeros.

La deuda, una hipoteca sobre el futuro

Cada niño que nace en España lo hace con decenas de miles de euros de deuda sobre sus espaldas. Esa es la herencia que deja el sanchismo.

La deuda pública ya supera el 110 % del PIB. Y con una economía estancada, los intereses y obligaciones futuras crecerán aún más.

Mientras tanto, Sánchez sigue prometiendo gasto sin control, aumentando impuestos y vendiendo un crecimiento artificial. Sánchez endeuda a España y deja un país más pobre para las próximas generaciones

La evidencia es contundente: Sánchez endeuda a España más que el crecimiento del PIB. La deuda aumenta más rápido que la riqueza, los impuestos destruyen el poder adquisitivo y la pobreza crece.

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