Responsabilidad paterna | Ramón Ubillos

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La mayor responsabilidad de los padres hacía sus hijos es formarlos adecuadamente para que puedan estar preparados para enfrentar las situaciones reales que les sobrevengan a lo largo de su vida.

La propia experiencia, las capacidades aprendidas y los consejos recibidos por parte de otros, suponen un importante arsenal que debe ser trasmitido a las siguientes generaciones y así suponer un buen granero de sabiduría que va creando cultura alrededor de las familias responsables que trasmiten su conocimiento a sus descendientes.

Ya nos enseña la Biblia que Dios mismo aconsejo a su pueblo diciendo: “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.” Deuteronomio 4:9.

¡Qué gran falacia! Pretender que los hijos crezcan asilvestrados y a su manera, sin ningún tipo de adiestramiento. ¿podríamos pensar que en una empresa contratarían a alguien que no muestro ningún grado de experiencia o preparación para el puesto que se le adjudique?

Los poderes políticos pretenden suplantar a los padres en la educación de sus hijos, intentando desposeer a los mismos de su responsabilidad, dando a entender que la trasmisión generacional es únicamente un acto fisiológico y que realmente la relación paterno filial es solo un acto circunstancial que carece de mayor profundidad  y que debe de ser cortado con la mayor celeridad posible.

Así la sociedad se proveerá de individuos formateados a su conveniencia en lugar de contar con una sociedad plural en la que cada persona aporte su propia identidad, cualidades, conocimientos y puntos de vista, fruto de la sana formación  configurada por generaciones.

Por otra parte, el distanciamiento de los padres de los hijos que supone la dejación de la responsabilidad de educar a sus hijos, va a romper uno de los vínculos más hermosos que puede haber entre los seres humanos. Una vez más, apelando a la sabiduría del libro de los libros, hay una advertencia singular al respecto del tema que estamos tratando: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.” Malaquías 4:5-6.

Por tanto si queremos que la vida en nuestro planeta sea consecuencia de la sabiduría adquirida a lo largo de las generaciones, como padres y como abuelos, debemos asumir la responsabilidad de transmitir a nuestros descendientes los conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra vida, aportándoles el arsenal oportuno para enfrentar los retos, que sin duda, la vida ofrece.

No nos dejemos engañar por aquellos que argumentan que vivimos tiempos diferentes y que lo que sirvió anteriormente ya no vale, sino que asumamos nuestra bendita responsabilidad y equipemos a nuestros hijos con los medios suficientes para poder vencer.

Ramón Ubillos | Pastor Evangélico

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