Radicales feministas incendia iglesia con feligreses adentro

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El ataque fue realizado con motivo de la marcha del día de la «acción global por un aborto legal y seguro». Se trataba de la iglesia parroquial de San Ignacio de Loyola en la que, además, se encontraban dentro 50 feligreses celebrando la Santa Misa.

La cristianofobia extrema está avanzando a pasos agigantados en distintos puntos del mundo. Los ataques a los cristianos no solo son cada vez más frecuentes sino que además van siendo más virulentos que llegan ya a los intentos de asesinatos.

La semana pasada en Medellín, Colombia, fue incendiada una iglesia a manos de un grupo de alrededor de 100 feministas. Se trataba de la iglesia parroquial de San Ignacio de Loyola en la que, además, se encontraban dentro 50 feligreses celebrando la Santa Misa presidida por el párroco, padre Guillermo Zuluaga.

El ataque fue realizado con motivo de la marcha del día de la «acción global por un aborto legal y seguro», la cual fue instituida en el año 1990 durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano y Caribeño, en el país de Costa Rica.

El hecho ocurrió cerca de las 6:30 pm, momento en el que el grupo de feministas se había reunido frente a la parroquia para vociferar consignas a favor del aborto. Tras notar lo que estaba sucediendo, algunos de los fieles presentes se decidieron a cerrar las puertas del templo, en precaución de cualquier posible ataque.

Incendian la iglesia

Sin embargo, ese acto empeoró el rumbo de las cosas dado que causó ira en las delincuentes y, como respuesta, comenzaron a realizar graffitis en los muros y puertas, arrancar barrotes e incendiar una puerta de madera del templo arrancada anteriormente. Este último acto preocupó al párroco y a todos los fieles presentes, ya que temían que las llamas se esparcieran por todo el recinto.

Entre quienes habían asistido a la misa, tras una hora de trabajo lograron apagar el fuego con los extintores que se encontraban dentro. Finalmente, a pesar de que el grupo de delincuentes lanzó nuevos ataques, los fieles pudieron evacuar el templo por las puertas de la oficina parroquial.

Hoy es en Colombia y mañana será en otra nación. Y es que el cristiano y el cristianismo es un enemigo a exterminar allá donde esté

 

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