El título de este libro va dirigido a los estudiantes universitarios y su contenido debería ser tenido en cuenta por quienes se preocupan por su futuro profesional y también por quienes están al frente de las políticas educativas. La intención del autor no es únicamente reflejar una situación decadente, sino que es una propuesta para enfrentar los problemas del sistema educativo. Y esto es lo que lo hace interesante.
Daniel Arias sabe lo que cuenta porque es catedrático de una universidad, pero no son sus frustraciones laborales las que le han motivado a escribir este ensayo. Su origen es la enorme cantidad de personas que se conmovieron con un artículo que publicó en la red profesional LinkedIn, titulado «Querido alumno universitario de grado: te estamos engañando». En él compartía algunas de las debilidades del sistema universitario y exponía una serie de medidas para mitigarlas. Hablar de la calidad universitaria lleva inmediatamente a valorar, año tras año, el bajo nivel de la primaria y la secundaria en España. Tras esta publicación, muchos pidieron más; más respuestas, más soluciones, más verdad. Resulta que muchos queremos una educación mejor y por ese motivo, este trabajo merece ser recomendado.
Arias invita a la reflexión y al análisis, pero también a la búsqueda de alternativas. No trata de resolver todos los problemas del sistema educativo. Aquí se trata al alumnado, al profesorado, a los sindicatos, al personal de administración y servicios, y a quienes ocupan los puestos de dirección, los decanos y los rectores. Una de las ideas que destaca es que se necesita un profesorado con vocación docente, que disponga de los mecanismos necesarios para tomar decisiones y asumir riesgos, y un personal ágil y formado que comprenda que su trabajo vertebra la universidad. Y una de las lacras que pone de manifiesto es que los estudiantes no saben comunicarse. También el que acudan a clase en chándal, enseñando el ombligo o vestidos como cantantes de trap, y lo explica muy clarito.
Las empresas prosperan porque llevan a cabo una selección de su equipo directivo y, si los resultados no son los esperados, se renueva y se busca a los mejores. La universidad no. En sus páginas detalla cómo el gobierno de la universidad se encuentra en una encrucijada complicada. «La realidad es que, si quieres ganar unas elecciones a rector, desmarcarte del sistema actual es muy arriesgado. Cualquier programa electoral que incluya una sola de las medidas tipo dar más competencias al profesorado hasta limitar el uso de la tecnología en el aula, se convertirá en papel higiénico. Las huestes de según qué asociaciones de estudiantes se te echarán encima, al igual que los sindicatos. El profesorado, aun estando de acuerdo con tu programa, no te apoyará porque te verá como un perdedor y tendrá miedo a represalias».
«Hoy me dedico a engañar más que a enseñar». Así decía su carta con la que Daniel Arias encendió las redes sociales (se encuentra en el anexo). Este libro, dividido en tres partes, son veinte años de experiencia docente, con mensajes sencillos, directos y prácticos. Denuncia que la actitud antiuniversitaria de muchos estudiantes, apresados por las redes sociales, los móviles inteligentes y demás herramientas digitales, hace que sea «el ciber» quien rige sus vidas y no al revés. El problema es grave porque estos alumnos no solo terminan por no poseer conocimientos dignos de su calidad de universitarios, sino que han perdido el interés en alcanzarlos; este se ha desplazado hacia el entretenimiento y la evasión crónicas. Y mientras tanto, «la sociedad disimula y mira para otro lado».
(Gabriel Cortina)
Ficha técnica:
Querido alumno, te estamos engañando
Daniel Arias
Editorial Temas de Hoy
254 páginas