Fue a partir de 1898, año desastroso en el cual España, al perder Cuba, Puerto Rico y Filipinas, perdió también los últimos restos de un gran imperio en cuyos dominios jamás se ponía el sol.
Fue a partir de año tan desastroso que los españoles empezaron a cargar sobre sus hombros un pesado complejo de inferioridad.
Surgió a partir de entonces la deprimente “Generación del 98” que decía que había que cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid y que, si España deseaba salir adelante, era necesario europeizarla.
Gracias a tan nefastos autores y sumado a los dos grandes atropellos que poco antes había sufrido en su patrimonio cultural (invasión francesa y desamortización de Mendizábal) una parte importante del pueblo creía “a pie juntillas” que España nada tenía que hacer en el mundo moderno.
Fue por aquellos años cuando surgió un gran pensador llamado Ramiro de Maeztu quien en su obra “Defensa de la Hispanidad” sostuvo exactamente lo contrario al defender la tesis de que si el mundo deseaba salvarse era preciso que se españolizase.
Como los hijos de las tinieblas jamás soportan la luz de la Verdad, Ramiro de Maeztu fue fusilado en 1936 convirtiéndose de ese modo en el gran mártir de la Hispanidad.
Al mismo tiempo, las hordas rojas de la II República consumaban el tercer atentado en contra del patrimonio cultural español al destruir infinidad de templos, bibliotecas y obras de arte que estaban bajo la segura custodia de la Iglesia la cual, al ser atacada conjuntamente por masones y marxistas, sufrió el carne viva los rigores propios de un genocidio.
Providencialmente, durante los años en que España estuvo gobernada y bajo la protección de Francisco Franco, fue mucho lo que se hizo por rescatar una identidad patriótica que se hubiera perdido para siempre.
Una identidad patriótica que hunde sus raíces tanto en Roma como en el Cristianismo y que dio frutos admirables al proteger a Europa de la invasión musulmana, al reconquistar la unidad española, al defender la fe católica gracias al Concilio de Trento, al dar obras maravillosas en todas las facetas del Arte, al recobrar –gracias a la Evangelización de América- las almas que la Iglesia había perdido por causa de la herejía protestante…
Y una larguísima lista que quien la conoce sale firmemente convencido de que la grandeza de España es de tales dimensiones que convierten a dicha Nación en un nuevo “pueblo elegido” de la Providencia.
Desgraciadamente, a partir de 1975 y con la llegada de una Democracia que, al ser controlada por una pandilla de mafiosos y corruptos, nada tiene de sistema democrático, se hizo hasta lo imposible por borrar el recuerdo de las grandes gestas hispánicas.
Esa es la razón por la cual nos congratula la aparición del libro “Qué es España”, cuyo autor es uno de los más brillantes intelectuales españoles del momento: Pío Moa.
Un libro que nos da razones sólidas y convincentes para entender y defender la unidad nacional.
Hemos leído varias veces dicha obra la cual, a pesar de su brevedad, tiene el mérito de resumir la gran labor realizada por España a través de los siglos.
No se trata de un frío texto histórico rebosante de cifras, fechas y nombres de batallas.
Nada de eso. “Qué es España” es un libro que –a pesar de su ágil estilo literario- es todo un tratado de Filosofía de la Historia en el cual se analizan con profundidad las causas que han provocado el actual complejo de inferioridad al mismo tiempo que se aportan las soluciones que pueden ayudarnos a salir del pantano.
La camarilla que desde las sombras trabaja noche y día por la destrucción de España es la que fomenta el separatismo, matan a los españoles de futuro al cometerse cien mil abortos al año, desintegran a las familias, corrompen criterios y hacen que el común de la gente ignore de donde viene y hacia donde va.
Tan perversa camarilla que pretende ahora consumar el cuarto atropello en contra de la identidad española, tanto al clausurar la Abadía del Valle de los Caídos como al demoler su imponente Cruz que es la más alta del mundo.
Ante ello, “Qué es España” es un libro de gran actualidad que debería de leer todo español bien nacido que desea lo mejor para su patria.
Y cerramos con broche de oro este comentario pidiéndole al mismísimo Pío Moa que dé respuesta a la pregunta que da título a su obra o sea que nos diga qué es España: “Un país europeo nacido de Roma y del cristianismo, moldeado en nación por el Estado hispanogótico y reafirmado frente a la invasión islámica. Que en su mejor época elaboró una cultura brillante y original, cambió la faz del mundo descubriéndolo como un todo e interrelacionándolo, y construyó un vasto ámbito lingüístico y cultural propio. Que fue protagonista en la salvación de la civilización occidental frente al expansionismo otomano y del catolicismo frente al protestante”.
Nemesio Rodríguez Lois | Abogado, historiador y periodista | Actuall
