La relación entre las protestas en Indonesia y Soros

A pesar de que los disturbios en Indonesia parecen, a primera vista, estar motivados por los problemas económicos tradicionales del país, detrás de ellos podría esconderse algo más profundo ya que ciertos indicios apuntan a la posible implicación de fuerzas globalistas.

El trasfondo de las protestas en Indonesia y Soros

Las protestas en Indonesia y Soros generan preocupación. Aunque las manifestaciones parecen tener un origen económico, algunos indicios muestran una posible injerencia globalista.

Miles de ciudadanos salieron a las calles en Yakarta y otras ciudades tras aprobarse un aumento de 50 millones de rupias mensuales (3.000 dólares) para cada uno de los 580 diputados, como subsidio de vivienda. Esta medida indignó a la población, ya que el salario medio en Indonesia apenas alcanza las 3.097.818 rupias mensuales (188 dólares), según el organismo nacional de estadística.

El contraste entre la clase política y los ciudadanos alimenta un malestar social profundo. Sin embargo, los símbolos y patrones presentes en las protestas apuntan a algo más: una influencia externa que podría vincularse con George Soros y las redes globalistas.

NED y Soros: injerencias en el sudeste asiático

Un análisis publicado en 2020 reveló que la Fundación Nacional para la Democracia (NED) ha financiado medios de comunicación en Indonesia desde la década de 1990. Este organismo, con vínculos en operaciones similares en otras regiones, muestra un patrón de actuación recurrente.

A ello se suma la Open Society Foundations de George Soros, que ha invertido más de 8.000 millones de dólares en todo el mundo desde los años 90. En Indonesia, su respaldo a grupos como TIFA y sus visitas centradas en “proyectos de justicia” evidencian un interés más allá de lo social: una estrategia de influencia geopolítica en el Indopacífico.

La conexión entre protestas en Indonesia y Soros se refuerza por la aparición de símbolos que evocan tácticas de manipulación usadas en Europa del Este y en países de África. Según expertos, estos patrones no son espontáneos, sino parte de una agenda organizada.

En este análisis de The Diplomat se recuerda que las ONGs financiadas por fundaciones globalistas operan como herramientas políticas más que como entidades neutrales.

Un malestar real manipulado por intereses globalistas

Es cierto que las manifestaciones reflejan agravios legítimos: inflación, desempleo y un Congreso desconectado de la realidad social. La brecha salarial entre diputados y ciudadanos se ha convertido en un símbolo de abuso.

Sin embargo, el experto citado por medios locales subraya que “la muerte de un manifestante aumenta el riesgo de escalada”. La radicalización del movimiento social no parece ser casual, sino dirigida por intereses que buscan desestabilizar el país.

La estrategia de Soros ha consistido históricamente en aprovechar causas legítimas para infiltrarlas y transformarlas en motores de cambio subversivo político. Ocurrió en Europa del Este con las llamadas “revoluciones de colores”, y podría estar ocurriendo ahora en Indonesia.

En este punto, las protestas en Indonesia y Soros se convierten en un ejemplo claro de cómo el globalismo intenta debilitar Estados soberanos para moldearlos a su conveniencia.

En España, estas dinámicas no resultan ajenas. Lo que sucede en Indonesia guarda paralelismos con la presión internacional que recibe España a través de la Agenda 2030 y la cesión de soberanía a organismos supranacionales.

Indonesia en el tablero del Indo-Pacífico

El interés globalista en Indonesia no es fortuito. El país ocupa un lugar estratégico en el Indopacífico, región clave por su riqueza en recursos naturales y su valor geopolítico.

En medio de tensiones como el conflicto entre Camboya y Tailandia, la región se ha convertido en un campo de batalla donde Estados Unidos, China y las redes globalistas disputan influencia. En este escenario, las fundaciones de Soros y organismos como la NED actúan como herramientas para moldear regímenes políticos afines a su agenda.

La población indonesia, sin embargo, percibe que su protesta ha sido secuestrada. Muchos jóvenes identifican símbolos y mensajes que no tienen origen en su tradición local, sino en manuales de agitación usados en otros países.

De este modo, la conexión entre protestas en Indonesia y Soros deja de ser una hipótesis para convertirse en una línea de investigación que ningún observador serio debería ignorar.

En nuestros análisis previos sobre globalismo, ya hemos señalado cómo estas redes actúan en diferentes partes del mundo con el mismo modus operandi: financiamiento, manipulación y presión política.

Las protestas indonesias nacen de problemas sociales reales, pero terminan siendo utilizadas por intereses externos. George Soros, a través de su Open Society Foundations, junto con la NED, ha creado un escenario donde el malestar popular se convierte en un arma política.

La relación entre protestas en Indonesia y Soros no es casualidad. Forma parte de un patrón globalista que se repite en distintas regiones con el mismo objetivo: debilitar gobiernos soberanos, fomentar la división interna y abrir paso a una agenda contraria a los intereses nacionales.

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