Vengo observando cómo, de manera progresiva, nos van metiendo en un embudo cada vez más estrecho en nuestros conocimientos, pensamientos y libertades. Algo que se está acelerando cada vez más, y cada vez es, a la vez, más evidente para quien no sigue el juego de telecuatreros, telecirco y todos los demás medios de comunicación, no solo de la televisión, sino también de periódicos, los que quedan de papel y la mayoría de los digitales. Pero.., ¿cuál es el objetivo y por qué?
Evidentemente, el globalismo woke estaba consiguiendo objetivos, aunque cada vez más despacio y cada vez esos objetivos deben de alejarse en el tiempo, La culpa es del despertar y la oposición de ciertas élites culturales no agrupadas, algunas económicas y casi ninguna política. Pero… algo bruscamente ha cambiado la situación: Donald Trump y cumplimiento de las promesas electorales que hizo. Bueno, de momento, el cumplimiento de algunas y el intento de llevar adelante las demás. Nunca hasta ahora había visto a un electo de la democracia cumpliendo sus promesas de acción. De hecho, creo que la mentira es su “modus vivendi”; bueno yo creo que cualquiera que tenga un mínimo de capacidad de crítica.
Pero…, ha llegado el político, que no es uno más del estatus woke y que, además, es capaz de tratar de tener voluntad propia y llevar adelante sus proyectos, lo que hasta sorprende a propios y extraños. Lo cierto es que el planteamiento Woke, algo que llevaba en su progresión continua desde su inicio, allá por mitad del siglo XIX y, que tan solo la resistencia de los Imperios Centrales y el Imperio Turco en la Primera Gran Guerra consiguió dilatar unos pocos años. También, la insurrección de su financiado movimiento nacionalsocialista, que supo venderles humo, aunque acabó siendo machacado por la asociación con el otro movimiento de destrucción del hombre, es decir el comunismo. Una unión teóricamente difícil, pero con objetivos comunes y un enemigo que podía haber dado muy hipotéticamente al traste con ambos, fue el segundo escollo.
La acción de ambos enemigos del hombre y la humanidad, consistente en la desestructuración de Imperios, Países, Naciones, Religiones, Sistemas Económicos, etc., que pudiese frenarlos, siguió el mismo camino, pero fingiendo la enemistad de ambos y creando sensaciones de enfrentamientos inexistentes. Lo cierto es que tan solo, cuando los woke se sintieron con fuerza y entendieron que los comunistas iban aflojando, lo cual no era muy difícil de observar. Hasta gente tan poco avisada como yo, cuando tras la caída de la U.R.S.S., visité por trabajo varios de los países desgajados del gigante comunista, fui consciente de como dicen los castizos: “La Rusia comunista no tenía media galleta”. Lo que vi me hizo sonreír recordando al poderoso enemigo comunista, ese que iba a invadir Europa en un abrir y cerrar de ojos, ni en sueños lo podrían haber hecho. Y ahora que Rusia está intentando levantar cabeza, volvemos a la propaganda de la Guerra Fría: ¡El peligro está ahí!, ¡los rusos malos nos invadirán! Y demás florituras propagandísticas.
Lo cierto es que han demostrado en Ucrania su falta de fuerza en profundidad y su falta de imaginación estratégica y, sobre todo, táctica. El análisis de estos años de guerra nos lleva a darnos cuenta de que siguen usando el libro de la teoría sobre la guerra, que surgió en los años cuarenta y que se resume en una frase: “Más carne de cañón”, y ahí acaba su doctrina militar. En fin, que siguen siendo más fachada que realidad, mejor dicho, un gigante con pies de barro. Bueno, ni gigante, ni solo los pies, más cosas que ver en su flaqueza, y unos cuantos miles de misiles, hoy en día, no son disuasorios para nada. Conociendo el paño, seguro que la mayoría ni son operativos y los demás, serán fácil presa del famoso sistema de defensa americano.
No obstante, creo que por si las moscas y por no hacer nada a prueba de tontos, estoy de acuerdo en un rearme preventivo europeo. Es importante, porque los “no woke” norteamericanos están hasta ahí…, de ser el primo de zumosol y eso es muy peligroso. Europa necesita, uno a uno de los países por separado, y todos juntos si así se necesita una defensa eficaz y eficaz, pues significa voluntad de vencer y medios para hacerlo. Justo lo que no tenemos ahora mismo. Pero…, ojo con los cantos de sirena. La señora “Von der Pony”, a la que ninguno hemos elegido, y su equipo de lobbies anti- europeos, nos está vendiendo una moto sin manillar, ni motor ni nada y lo está haciendo metiéndonos miedo, y de paso, las manos en la cartera. Debe ser que su marido, conserje de Pfizer, no se llevó suficiente con el timo de las pruebas Covid y demás negociete y ahora van a por 800.000 millones de euros que usted y yo vamos a pagar. Dinero que sería necesario para defendernos, no para engordar más los bolsillos de los jetas de Bruselas.
En fin, amigos, que alguien que no es santo de mi devoción, es decir Putin o Trump, están empezando a caerme bien, porque les han parado los pies a quien quiere destruir mi cultura y mi nación. Y aunque le han dado a la “Von der Pony” la justificación para meternos la mano en el bolsillo, al final a lo mejor sirve para meterla a ella y a los Sánchez, Macrón y demás, por desgracia no puedo poner los calificativos más adecuados, en la cárcel, o con suerte, que les hagan un consejo de guerra y les apliquen la máxima pena por traidores a sus respectivos pueblos.
Y bueno, en espera de que se haga justicia algún día, que lo dudo mucho, ahí lo dejo…
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