El Consejo de Ministros aprobó el martes una línea de crédito reembolsable en condiciones concesionales para la Oficina Nacional de Caminos de Hierro de Marruecos (ONCF). Este préstamo proviene del Fondo para la Internacionalización de la Empresa, que depende del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y, por ende, del Ministerio de Economía. La medida se enmarca en el proceso de modernización ferroviaria marroquí, donde el país vecino planea adquirir hasta 150 trenes.
El gobierno marroquí ya adjudicó en septiembre un primer pedido de 18 trenes a la multinacional francesa Alstom para la futura línea de alta velocidad entre Kenitra y Marrakech. Ahora, con el financiamiento facilitado por España, se prevé la compra de 40 trenes interurbanos, una operación en la que la empresa vasca CAF compite con la surcoreana Hyundai Rotem, que ya ha anunciado la intención de instalar una planta en Marruecos y transferir tecnología a ese país.
La sumisión de Sánchez ante Marruecos
Mientras en España se niega financiación para emergencias sociales y sanitarias, el Ejecutivo de Sánchez destina fondos millonarios para fortalecer la infraestructura de un país que, lejos de ser un aliado leal, mantiene una actitud claramente hostil hacia nuestra soberanía nacional. No hay que olvidar que Marruecos reivindica como propias Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, un discurso que ha sido reiterado por sus representantes políticos y que está desarrollando una hoja de ruta para su anexión.
Esta política de concesiones y financiaciones injustificadas a Marruecos es solo un episodio más dentro de lasumisión del gobierno socialista. Recordemos el giro histórico de Sánchez respecto al Sáhara Occidental, alineándose con las pretensiones de Rabat y traicionando la postura tradicional de España en el conflicto. Una decisión que, además, fue tomada sin consenso ni debate parlamentario.
Mientras tanto, los españoles siguen esperando
En paralelo a este escándalo, los enfermos de ELA en España llevan meses esperando una financiación que les permita acceder a cuidados paliativos dignos. A pesar de disponer de una ley aprobada desde el año pasado y las reiteradas demandas de asociaciones y afectados, el gobierno sigue sin priorizar estas ayudas, y por tanto, sin dotarle de financiación, demostrando una absoluta indiferencia ante el sufrimiento de miles de ciudadanos.
Es inaceptable que mientras se otorgan subvenciones millonarias a un país extranjero y hostil, los españoles que padecen enfermedades graves y degenerativas sean abandonados a su suerte. La realidad es que Sánchez no gobierna para los españoles, sino para sus propios intereses y los de aquellos a quienes decide favorecer, sin importar el perjuicio que esto cause a nuestra nación.
¿Hasta cuándo este despropósito?
Este nuevo episodio de financiación a Marruecos evidencia cómo el Ejecutivo de Sánchez sigue privilegiando al gobierno marroquí mientras en España se recortan ayudas esenciales.
Si España quiere recuperar su dignidad como nación, es necesario un cambio radical en la dirección política. La prioridad debe ser el bienestar de los ciudadanos españoles, no la financiación de gobiernos extranjeros con aspiraciones expansionistas. La sumisión debe acabar.
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