No podemos tratar igual a dos religiones que dicen cosas tan distintas como éstas

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Una vez más, el terrorismo islamista pone sobre la mesa un asunto incómodo para aquellos que, erróneamente, consideran que todas las religiones son iguales.

La semana pasado, extremistas islámicos han asesinado a una persona en Algeciras (España) y a siete personas en Jerusalén (Israel). Se da la coincidencia de que el primer crimen se llevó a cabo en el marco de varios ataques a iglesias católicas, mientras que el segundo se hizo en un ataque contra una sinagoga judía. Una vez más, y teniendo en cuenta los numerosos precedentes de atentados terroristas cometidos por islamistas, cabe preguntarse: ¿esos crímenes se llevan a cabo siguiendo los preceptos del Islam o contradiciéndolos?

A la hora de responder a esa pregunta, creo que hemos de partir de la base de que ser musulmán no convierte a nadie en mala persona. Estoy convencido de que la amplia mayoría de los musulmanes son personas que no tienen ni la más mínima intención de hacer daño a nadie. De hecho, muchos de los atentados del terrorismo islamista se dirigen contra los propios musulmanes en países de mayoría islámica. El extremismo islámico suele manifestar un odio atroz hacia otras ramas del propio Islam. No olvido tampoco que en España y en Israel hay musulmanes sirviendo a su Patria en las Fuerzas Armadas, y lo hacen desde el respeto a las personas que profesamos otras creencias.

No escribo estas líneas para juzgar a todos los musulmanes por igual, porque sería una grandísima injusticia. A las personas hay que valorarlas por sus actos, y si un musulmán lleva una vida decente y hace buenas obras, no merece ser señalado por las malas obras de otros.

Mi propósito no es juzgar a las buenas personas que profesan el Islam, de distintas formas, sino valorar el propio Islam y si merece la equiparación que algunos hacen entre ésa y otras religiones. Indudablemente, a lo largo de la historia muchos han cometido toda clase de atrocidades en nombre de Dios y también en nombre de la Libertad y en nombre del ateísmo, y eso no significa que ser creyente, amar la Libertad o ser ateo te conviertan en un criminal. La pregunta clave es: ¿tu religión o tu ideología te llevan a favorecer la convivencia con otras personas, o es al contrario? Ésta es la pregunta que algunos parecen olvidar a la hora de valorar las religiones y las ideologías.

Evidentemente, no es lo mismo una ideología que fomenta el odio y la violencia hacia otros y que acaba desencadenando matanzas –como ha ocurrido con el comunismo y el nacional-socialismo– que una ideología que defiende la libertad, la paz y la tolerancia. Y lo mismo podemos decir de las religiones.

En el Sagrado Corán, que es un libro escrito en tono imperativo, la Sura 9:29 dice lo siguiente en referencia a cristianos y judíos:

«¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Alá ni en el último Día, ni prohíben lo que Alá y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!»

Por el contrario, en el Evangelio según San Mateo (5, 43-48) se leen las siguientes palabras de Jesucristo:

«Habéis oído que se dijo: “‘Amarás a tu prójimo’ y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿Qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Así pues, hay una religión que llama a combatir a los que no creen en Alá, y hay otra religión que llama a amar a nuestros enemigos, incluso a los que nos persiguen. Cuando un musulmán se dedica a combatir a las personas de otras religiones puede encontrar una justificación en su libro sagrado. Un cristiano que odia a otra persona, aunque sea un enemigo, está incumpliendo un mandato del propio Cristo. Se pongan como se pongan algunos, no, no todas las religiones son iguales ni equiparables, y deberíamos ya abandonar la ficción de que lo son.

Por supuesto, todo creyente tiene derecho a ejercer su libertad religiosa, sean cuales sean sus creencias, pero esto no significa que todas las religiones sean iguales, de la misma forma que la libertad de expresión no significa que todas las opiniones sean iguales. Que exista esa libertad no me impide afirmar que ciertas ideologías están basadas en errores, y lo mismo cabe decir de determinadas religiones, entre ellas el Islam, a juzgar por lo que dice el Corán.

Lo más alarmante es que decir esto sobre el Cristianismo es algo habitual y que no conlleva ninguna clase de violencia, pero hoy en día, en Europa, el mero hecho de someter a crítica al Islam está convirtiéndose en una práctica de riesgo a causa de la intolerancia y de la violencia de muchos seguidores de esa religión.

Por otra parte, creo necesario recordar que hace sólo 11 días conocimos un informe que señala que los cristianos están sufriendo niveles altos o extremos de persecución en 36 países islámicos, entre ellos algunos supuestamente «moderados» como Marruecos, Túnez y Turquía.

En varios países europeos hay ya porcentajes importantes de inmigrantes procedentes de algunos de esos países islámicos, y con ellos se está trasladando a Europa la intolerancia que los cristianos sufren en dichos países. Aquí en Occidente, los musulmanes tienen plena libertad para practicar su religión, algo que no ocurre con los cristianos en países islámicos. Los musulmanes que residen en Europa deberían ser los primeros en exigir para cristianos y judíos en los países islámicos el respeto y la libertad que exigen para sí mismos en Europa.

En este sentido, ya va siendo hora de señalar que el problema que tiene Europa no es la «islamofobia», sino el extremismo islámico. La islamofobia no ha provocado masacres terroristas como la del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, la del 11 de marzo de 2004 en Madrid o la del 7 de julio de 2005 en Londres. Fueron islamistas. Si el Islam no se esfuerza por corregir sus errores y moderarse, ¿Qué clase de respeto es la que nos pide?

(Outono | ContandoEstrelas)

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