A pesar de las restricciones de movilidad y de las recomendaciones de suspender actos multitudinarios, la agenda a favor de los presos de ETA no deja de sumar más capítulos desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Actos de bienvenida a terroristas que salían de la prisión, manifestaciones en favor de la amnistía o el acercamiento de reclusos, concentraciones de apoyo a Patxi Ruiz -condenado que inició una huelga de hambre-: en total, 74 episodios en los últimos seis meses, algunos de ellos sin autorización, a cuyos asistentes no les ha arredrado la crisis sanitaria.
Atardece en el municipio guipuzcoano de Hernani. Es martes, 29 de septiembre, y decenas de personas se agolpan en el corazón de la localidad, frente a la sede consistorial. Mascarillas, pero sin distancias de seguridad. Aplausos, cohetes, un pasillo de ikurriñas. Marta Igarriz, flores en mano, se abre paso. Queda en libertad tras 15 años en la cárcel por colaboración con banda armada y tenencia de explosivos. No faltan niños en el festejo.
Unos días antes y en la misma localidad se repiten escenas similares para dar la bienvenida a Oihane Bakedano, detenida en 2002 por realizar seguimientos a concejales. Tampoco faltaron los fuegos artificiales en Bilbao para recibir el 16 de septiembre a Ibón Gogeaskoetxea, quien ocupó puestos de máxima responsabilidad en el aparato militar de ETA. Y en junio se encendieron bengalas en la localidad vizcaína de Galdácano para que Oier Goitia -condenado por depósito de armas y municiones- tuviera un regreso cálido tras pasar diez años en prisión.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) recoge todos estos actos en su Observatorio de Radicalización. En lo que va de año han contabilizado 166 episodios que orbitan en torno al mismo leit motiv: 82 en Vizcaya, 49 en Guipúzcoa, 25 en Navarra, seis en Álava, dos en otras provincias y otros dos en el extranjero. La mayoría de ellos, 73, son pancartas o pintadas a favor de ETA o sus presos.
41 manifestaciones por Patxi Ruiz
Si nos ceñimos estrictamente a los actos en los que se congregan asistentes, la lista de actos se extiende hasta los 74. La mayoría de ellos tuvieron lugar entre mediados de mayo y principios de junio, en apoyo a Patxi Ruiz. El etarra, miembro del ala más dura de la banda terrorista y contrario a dejar las armas, iniciaba una huelga de hambre en la cárcel de Murcia, donde cumple condena -entre otros- por el asesinato del concejal de Pamplona Tomás Caballero.
De Pamplona a Bilbao, de Leiza a San Sebastián, durante esas semanas se celebraron 41 manifestaciones o concentraciones en apoyo a Patxi Ruiz. Esos días también se vivió una escalada de violencia, con un resurgimiento de la kale borroka y campañas de acoso contra diversos dirigentes políticos.
Las medidas sanitarias y las recomendaciones de no acudir a encuentros multitudinarios no disuadieron a los asistentes de todos estos actos. A finales de mayo, incluso, se llegó a celebrar una acampada en Alsasua (Navarra) a favor de la amnistía de los etarras presos, de acuerdo a la información recopilada por Covite en su Observatorio de Radicalización. Tampoco faltaron los encuentros para homenajear a etarras fallecidos.
Las denuncias
Varios colectivos de víctimas del terrorismo han pedido al Ejecutivo que tome cartas en el asunto y que las diversas Delegaciones del Gobierno impidan los actos que, afirman las asociaciones, incurren en un delito de enaltecimiento del terrorismo. Desde Covite lamentan que “no existe voluntad” judicial para poner punto final a este tipo de encuentros, aunque siguen recogiendo todos los datos para elaborar su propia lista.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), en un informe remitido a la Audiencia Nacional, aseveraba que los actos de bienvenida a presos etarras supone un impacto negativo en la recuperación psicológica de aquellas personas que han padecido la presión y los zarpazos de la banda.
La Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), en su publicación Enaltecimiento del terrorismo, análisis jurisprudencial y policial del artículo 578 del Código Penal, recopila varias sentencias judiciales en las que se insta a poner fin a los actos de homenaje a etarras. La Fundación Villacisneros ha emprendido varias denuncias contra estos actos.
Acciones y denuncias que, por el momento, no han logrado evitar los actos proetarras en País Vasco y Navarra, como tampoco lo ha hecho la actual pandemia del coronavirus.
(Gonzalo Araluce. VozPopuli)
