Durante un par de años, entre 2017 y 2019, José Luis Escrivá fue el economista optimista, el que ponía el contrapunto al catastrofismo, el que alertaba de que las cosas
La Fiscalía General del Estado lo dejó bien claro: la pornografía estaba ligada al «inquietante» aumento de los delitos sexuales entre jóvenes, que habían aumentado