Más de la casta: Subvenciones a los partidos y sueldos a pesar de estar el Congreso casi paralizado

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

El Congreso de los Diputados se encuentra en un estado de parálisis absoluta. La debilidad parlamentaria de Pedro Sánchez ha condenado a la Cámara a una inactividad pocas veces vista, con una treintena de proyectos legislativos pendientes de tramitación y sin actividad real en el pleno. Sin embargo, y a pesar de ello, los políticos continúan cobrando sus elevadas retribuciones así como las cuantiosas subvenciones a los grupos parlamentarios sigan fluyendo sin interrupciones.

A pesar de esta inactividad, según La Razón, el presupuesto del Congreso para 2025 asciende a 110.421.300 euros. Este monto es casi la mitad de los 246.610.600 euros presupuestados para las Cortes Generales, que incluyen al Senado y a los funcionarios que trabajan en ambas cámaras.

Sueldos y subvenciones a los grupos parlamentarios: la verdadera prioridad

A pesar de la parálisis legislativa, los sueldos, complementos e indemnizaciones para los diputados se mantienen intactos. Además, una parte importante del presupuesto sigue destinándose a subvenciones para los grupos parlamentarios, una asignación que en gran medida termina beneficiando directamente a los partidos políticos. Esto es, los partidos políticos acuerdan darse a ellos mismos subvenciones. Este uso del dinero público evidencia cómo la casta política se perpetúa, asegurando su supervivencia, a pesar de su inactividad, a costa de los ciudadanos que financian su ineficacia.

Un sistema diseñado para el despilfarro

El Congreso de los Diputados, que debería ser el epicentro de la democracia y la legislación en España, se ha convertido en una estructura burocrática inoperante que, sin embargo, sigue drenando recursos de los contribuyentes. Mientras los políticos disfrutan de sus sueldos y privilegios, el país sigue enfrentando problemas estructurales que requieren soluciones urgentes.

La realidad es que este problema no nace solo del Gobierno de turno, sino de los partidos políticos en su conjunto, que fomentan y consolidan esta estructura ineficaz que solo beneficia a sus integrantes. Todos forman parte del sistema partitocrático. En lugar de centrarse en el interés general, la clase política se ha convertido en un grupo de parásitos sociales cuyo objetivo principal parece ser mantenerse en el poder y vivir del esfuerzo de los españoles.

La necesidad de una reforma profunda

Si España quiere salir de esta espiral de despilfarro y malversación, es imprescindible una reforma profunda del sistema político. Es fundamental reducir el número de diputados, eliminar las subvenciones injustificadas a los partidos y establecer mecanismos de control más estrictos sobre el gasto público.

Mientras esto no ocurra, la casta política seguirá enriqueciéndose a costa de los ciudadanos, sin aportar soluciones reales a los problemas del país. Es hora de poner fin a este sistema que solo beneficia a unos pocos en detrimento de la mayoría de los españoles.

Comparte en Redes Sociales
Evita la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de TelegramNewsletter
Síguenos en Telegram: https://t.me/AdelanteEP
Twitter (X) : https://twitter.com/adelante_esp
Web: https://adelanteespana.com/
Facebook: https://www.facebook.com/AdelanteEspana/

Deja un comentario