Marruecos acelera la invasión de Ceuta y Melilla para dársela como «hecho consumado» al futuro gobierno del PP

marcha verde sobre Ceuta y Melilla

Marruecos ya lanza una campaña de presión directa al PP, preparando el terreno ante un cambio de gobierno y la próxima invasión sobre Ceuta y Melilla.

El plan marroquí avanza

En 2025 se cumple el 50 aniversario de la Marcha Verde hacia el Sáhara Occidental —impulsada por Hassan II— que culminó en la ocupación del territorio. Ahora, su hijo Mohamed VI pretende superar aquel logro con con la invasión de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla.

La invasión se diseñará como una ofensiva demográfica: miles de personas desbordando fronteras para forzar un hecho consumado. Rabat ha dado fechas concretas: finales de agosto hasta el 17 de septiembre, apuntalando su estrategia de vulnerabilidad sobre las ciudades autónomas.

¿Por qué se está acelerando la invasión de Ceuta y Melilla?

El adelanto de fechas en el plan de marcha verde sobre Ceuta y Melilla ha sorprendido incluso a los analistas más veteranos. Hasta hace pocos meses, Rabat manejaba un horizonte más lejano para sus aspiraciones sobre las dos ciudades españolas. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido un giro estratégico con una evidente aceleración de los tiempos. Marruecos ha pasado del lenguaje diplomático ambiguo a maniobras concretas y decididas.

Cuatro factores clave explican esta ofensiva:

1. Mohamed VI está gravemente enfermo y quiere cerrar su reinado con una “victoria histórica”

La salud del monarca alauí es, según fuentes diplomáticas y de inteligencia, crítica. Algunos informes apuntan a que Mohamed VI podría estar en fase terminal. En este contexto, el rey busca dejar un legado superior al de su padre, Hassan II, quien protagonizó la Marcha Verde de 1975.

Mohamed VI no se conforma con haber reconquistado simbólicamente el Sáhara Occidental. Ahora quiere culminar su legado político y geoestratégico con la anexión de Ceuta y Melilla. No se trata de una fantasía imperialista: es un proyecto medido, apoyado en estructuras del Majzen, y en proceso de ejecución. Su avanzada enfermedad ha precipitado el cronograma. Si su tiempo es limitado, quiere actuar ya.

2. Ceuta y Melilla, fuera del paraguas claro de la OTAN… y Marruecos los sabe

El Majzen sabe que Ceuta y Melilla no están formalmente incluidas en la defensa colectiva de la OTAN. Esa ausencia estratégica es clave en su cálculo. Una invasión pacífica masiva se podría percibir como un choque migratorio y no una agresión militar, dificultando la reacción defensiva española y aliada.

Rabat ha intensificado su presencia interna en foros internacionales como la ONU y la UE, usando su nueva alianza con EE.UU. e Israel para reforzar el mensaje de normalidad y legitimidad geoestratégica.

3. La sumisión de Pedro Sánchez facilita el avance sin resistencia

Marruecos ha detectado en Pedro Sánchez una oportunidad única: un presidente débil, sin autoridad nacional, y dispuesto a sacrificar soberanía a cambio de estabilidad aparente. La cesión histórica del Gobierno español al reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara no fue un gesto diplomático: fue una señal de rendición.

La postura servil de Sánchez ante Mohamed VI —aceptando condiciones, cediendo ante chantajes migratorios y ocultando compromisos ante la ciudadanía— ha sido interpretada por Rabat como carta blanca para ir más allá. Marruecos no ve en él a un estadista, sino a un administrador temporal al que se puede presionar sin consecuencias.

Mientras Pedro Sánchez continúe en La Moncloa, Rabat avanzará sin freno. La pasividad del Gobierno actual garantiza que cualquier movimiento —cierre de aduanas, campañas simbólicas, reactivación de comités hostiles— quedará sin respuesta.

4. Marruecos quiere blindar sus avances antes de que llegue un nuevo gobierno

Rabat sabe que Sánchez está políticamente acabado. Las encuestas, la corrupción generalizada de su gobierno, el desgaste institucional y la pérdida de confianza interna e internacional lo colocan al borde del relevo. Todo apunta a que el próximo presidente será Alberto Núñez Feijóo. Y aunque el PP no ha definido aún su política exterior con claridad, Marruecos teme que un nuevo gobierno no le garantice continuidad en las prebendas actuales.

Por eso, el Majzen acelera su campaña. Su estrategia consiste en que la marcha verde sobre Ceuta y Melilla se ejecute ahora, bajo la permisividad socialista, de forma que el próximo ejecutivo —probablemente más firme— reciba una situación ya consolidada de facto. Es decir, Marruecos quiere “entregar los hechos consumados” al nuevo gobierno español.

Blindar sus conquistas ahora permitirá a Rabat presionar después desde la narrativa de la normalización. Si Feijóo recibe una situación ya configurada como “estable”, le costará políticamente revertirla sin un coste internacional elevado. Esta táctica, conocida como diplomacia de hechos consumados, ha sido clave en otros conflictos territoriales promovidos por regímenes autoritarios.

El PP y el dilema de la aceptación o ruptura

La marcha verde sobre Ceuta y Melilla pondrá al PP ante un dilema: pertenecer a una estrategia de sumisión como el PSOE o defender la soberanía con valentía. 

Defender España significa también cortar de raíz esta posible invasión y dejar claro que la unidad nacional no es objeto de negociación ni de concesión bajo chantajes demográficos o diplomáticos. ¿Lo hará Feijóo o seguirá el mismo camino de Pedro Sánchez de sumisión y vasallaje ante Mohamed VI?

El problema es que el PP finge que protesta y pelea, mas comparte lo esencial. Y la sumisión a Marruecos es parte de nuestra acción exterior tanto del PP como del PSOE. Pura política de Estado trazada por el PSOE, partido más promarroquí de Europa, y continuada por el PP. Mohamed VI compra voluntades entre una clase política rendida a Rabat.

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1 comentario en «Marruecos acelera la invasión de Ceuta y Melilla para dársela como «hecho consumado» al futuro gobierno del PP»

  1. 50 ANIVERSARIO DE LA INVASION MARROQUI DEL SAHARA. 1975-2025
    Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte… España puede conceder al Sahara un estatuto de comunidad autónoma similar al de las regiones españolas. Consideramos que esta propuesta puede ser también «la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo.» Serían ciudadanos españoles y europeos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Elegirán sus representantes en las Cortes Generales. Podrán constituirse en Comunidad Autónoma. Su lengua vernácula sería cooficial. Tendrán policía local y/o autonómica. Los medios de información deberían fomentar, impulsar y promover esta opción que tiene el pueblo saharaui, incluso ante la ONU. Un futuro dorado espera al Sahara. Sahara español y europeo. España puede conceder al Sahara un estatuto de comunidad autónoma similar al de las regiones españolas. Elegirán sus representantes en elecciones locales, autonómicas, generales y europeas, así como en los referendum consultivos que se convoquen. Tendrán DNI y pasaporte español de la UE, dentro del espacio Schengen. Podrán participar en todo tipo de oposiciones y ofertas de empleo público, así como acceder a la Policía Nacional, Guardia Civil y Fuerzas Armadas. Se harán colegios, institutos, universidades y hospitales de donde saldrán los futuros políticos, maestros y médicos del Sahara. Camaradas saharauis, España puede prometer y os lo promete. Camaradas saharauis, España os necesita.
    ¡Patria Hispana Visigoda!

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