Lo han apodado el ‘diario de la vaca’ y se ha convertido en la última traba burocrática que denuncian los ganaderos de cara al desarrollo de su actividad.
Otra vuelta de tuerca animalista y globalista: Sánchez obliga a los ganaderos a escribir un ‘diario de la vaca’ para saber dónde están las reses, qué se hace con los pastos… ¿tendrán que apuntar también número de flatulencias bovinas por día?
El campo no puede más. Por la falta de medidas e inversiones estructurales para solucionar la falta de agua, por el disparado castigo fiscal, por la reducción de facto de las ayudas individuales a las que está accediendo cada agricultor y ganadero, y, además, por el aumento de la carga burocrática que ha impuesto el Gobierno de Pedro Sánchez con lo que popularmente se denomina como el diario de la vaca, un cuaderno digital de explotación que se debe rellenar de forma obligatoria donde se plasma todo lo que se hace con los pastos y terrenos, dónde se planta, dónde están los animales, etc. El objetivo es simple: cargarse la ganadería española.
Además, Sánchez, no solo está siguiendo la hoja de ruta globalista de la Unión Europea, que contempla la implantación de este nuevo trámite para 2026. Pero el cuaderno digital se ha adelantado en España porque el Gobierno ha querido ser el primer país en imponerlo: a partir del 1 de septiembre de 2023 para determinadas explotaciones y a partir del 1 de julio de 2024 para el resto.
Reacciones en contra
Los ganaderos, como no podía ser de otra manera, han explotado contra Sánchez por obligarles a rellenar un ‘diario de la vaca’. Una locura que ha disparado la carga de los agricultores y ganaderos.
Asaja Córdoba ha reclamado a Pedro Sánchez que «deje en suspenso» la obligatoriedad de cumplimentar el cuaderno digital de explotación y flexibilice al máximo tanto la entrada en vigor de esta exigencia como las obligaciones estipuladas «para evitar un abandono brutal, sobre todo, entre los pequeños y medianos agricultores y ganaderos».
La organización agraria argumenta que «el sector ya está cumplimentando un cuaderno de explotación y está de acuerdo con ir hacia la digitalización, pero decretar un cuaderno digital con tanta precipitación significa un cambio profundo en la manera de trabajar la parte administrativa, ante la cual una gran cantidad de productores no están en absoluto preparados por los desconocimientos informáticos y por los importantes sobrecostes económicos que recrudecen la crisis de rentabilidad».
En cuanto a los sobrecostes económicos, Asaja advierte de que «muchos productores ya tienen bastante con cultivar sus campos y sobrevivir a duras penas para, ahora, pagar además los servicios de administrativos e ingenieros agrónomos».
Por todo ello, la organización agraria exige al Gobierno español que «escuche al sector, atienda las reivindicaciones de las comunidades autónomas y reconduzca este despropósito».
Lo dicho, España, quiere ser el primero de la élite globalista en eliminar la pequeña y mediana ganadería.
(Con información de Hispanidad /Libertad Digital)