En concreto, la izquierda comunista radical define como acoso inmobiliario «toda acción u omisión en perjuicio de la persona ocupante de una vivienda con el fin de perturbarla en el uso y disfrute pacífico de la misma, incluso generando un entorno material, social, personal o familiar hostil o humillante; especialmente si dicha acción u omisión se realiza con objeto de forzar a la persona ocupante a desalojar la vivienda o a adoptar cualquier otra decisión no deseada».
En su persistencia por promocionar y proteger a los okupas y eliminar la propiedad privada, Podemos incorpora en su programa que «en ningún caso se permitirán los desahucios de primera vivienda de personas vulnerables sin alternativa habitacional». Y ante esta situación, «los servicios sociales propondrán soluciones para que accedan a viviendas dignas y accesibles».
Otras propuestas
En su programa electoral, la formación comunista incluye otras medidas como la creación de una inmobiliaria pública, la limitación de los pisos turísticos a un máximo del 2% por cada 10.000 habitantes y la imposición de una ecotasa para los turistas.
(Con información de OK Diario)