La Justicia ha puesto en evidencia que el Gobierno de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de la capital aplicó de forma incorrecta y sectaria la ya nefasta Ley de Memoria Histórica en el cambio de algunas calles por sus supuestas connotaciones franquistas.
El ejemplo más claro es el de la calle dedicada a Millán Astray. El TSJM señaló en su sentencia que no se dan ninguno de los supuestos fijados en la ley para «purgar» una vía. En primer lugar, porque su papel como Jefe de Prensa y Propaganda durante la contienda fue «testimonial»; segundo, porque «no consta en el expediente administrativo acreditación alguna de testimonios durante el periodo en que ocupó dicho cargo»; y, finalmente, porque Millán Astray tenía el nombre de una plaza en Madrid, reubicada posteriormente, como reconocimiento a los méritos concurrentes a su persona por su intervención en la Guerra de Filipinas.
Pero no es un caso aislado. El Gobierno de Martínez-Almeida tendrá que devolver próximamente otras cinco calles rebautizadas por Carmena a su nomenclatura original:
Hermanos García Noblejas y Caídos de la División Azul: La calle Hermanos García Noblejas fue cambiada con el argumento de que dos de los hermanos participaron en la División Azul. Circunstancia esta que no supone un criterio de aplicación de la ley. Por esta misma razón, el Gobierno de Carmena no aplica la Ley de Memoria Histórica de forma correcta al suprimir la calle dedicada a los Caídos de la División Azul. Y el resto de los hermanos fueron víctimas durante la Guerra Civil.
El Algabeño: el Comisionado de Memoria Histórica borró a Pepe El Algabeño del callejero por, según sus argumentos, prestar colaboración en la sangrienta limpieza política de los barrios de Sevilla por parte de Queipo de Llano. Pero no queda acreditado que esta calle rinda tributo a este torero, cuyo nombre de faena era, en realidad, El Algabeño Hijo. Su carrera como matador fue menor en comparación con la de su padre, conocido éste sí, como El Algabeño. Además, esta es una vía, cuya denominación actual fue aprobada en 1979.
Cirilo Martín: el comisionado borró su espacio en el callejero por su pasado falangista. Pero esta vía reconoce su labor como alcalde democrático de Aravaca antes del inicio de la guerra.
(La Razón)
