El avance de la Agenda 2030 sigue un esquema perfectamente orquestado en el que ideas inicialmente impensables terminan convirtiéndose en norma aceptada y, finalmente, en legislación. Esta estrategia, conocida como la Ventana de Overton, está siendo utilizada una vez más para imponer una narrativa absurda: vincular la inmigración masiva con el denominado «cambio climático».
Asilo para «refugiados climáticos»: la propuesta de la izquierda alemana
El líder del Partido de Izquierda en Alemania, Jan van Aken, ha sugerido recientemente que el país podría conceder asilo a un millón de inmigrantes al año con el pretexto de protegerlos de «las consecuencias del cambio climático».
Durante una entrevista con Funke Media Group, Van Aken afirmó que acoger a un millón de inmigrantes anuales es «una cifra completamente manejable». Además, justificó su propuesta alegando que «decenas de millones de personas tendrán que huir de sus hogares en las próximas décadas debido al calentamiento global» y que Alemania debe convertirse en un «refugio seguro» para ellos.
«La catástrofe climática ya está volviendo inhabitables regiones enteras, por ejemplo en Pakistán o Bangladesh», añadió Van Aken.
Cabe destacar que Pakistán y Bangladesh cuentan con una población combinada de 200 millones de personas. Si la teoría de los «refugiados climáticos» se consolida, Europa podría verse ante un colapso migratorio sin precedentes.
Las graves consecuencias de la inmigración masiva
A pesar de que Alemania ya sufre las consecuencias de la inmigración descontrolada, con una economía en crisis y un aumento alarmante de la criminalidad, el Partido de Izquierda sigue promoviendo estas políticas suicidas.
Según cifras publicadas por el gobierno federal, los inmigrantes extranjeros son responsables de casi 6 de cada 10 delitos violentos en Alemania. A pesar de representar aproximadamente el 14,6% de la población, han cometido el 58,5% de todos los delitos violentos.
En Berlín, por ejemplo, el Estado destina 500 millones de euros al año para alojar inmigrantes, mientras que congela el presupuesto de educación debido a un ciclo de deuda en espiral. Paralelamente, las estadísticas revelan un panorama aterrador: casi la mitad de los sospechosos de violación en grupo son extranjeros, lo que ha generado una crisis de seguridad que afecta especialmente a las mujeres alemanas.
De lo absurdo a la legislación: la aplicación de la Ventana de Overton
La estrategia de la Ventana de Overton está en pleno funcionamiento. Primero, se introduce una idea absurda (vincular la inmigración con el cambio climático), que poco a poco comienza a ser debatida en los medios y la política. Con el tiempo, pasa a considerarse «razonable», y finalmente se convierte en ley.
Lo que hoy parece una locura, en unos años podría ser una medida popular y obligatoria en toda la UE. La maquinaria globalista está trabajando para que la opinión pública acepte esta narrativa sin cuestionarla, mientras los gobiernos progresistas la imponen como una necesidad «humanitaria» ineludible.
La imposición del concepto de «refugiado climático» es un paso más dentro del plan globalista de desestabilización de Europa. No es casualidad que propuestas como la de Jan van Aken surjan en países que ya están colapsados por la inmigración descontrolada.
Si la Ventana de Overton sigue su curso, esta política terminará consolidándose y se convertirá en una obligación legal. La pregunta es: ¿Cuánto tiempo tardará esta idea en llegar a España? Con la izquierda gobernante y la complicidad de la derecha globalista, es sólo cuestión de tiempo.
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