He leído recientemente en otro medio: …//… que el socialismo funciona porque es como una trampa para ratones. El ratón siempre es atrapado porque no entiende que el queso sea gratis…//… Y ese es el truco. Sin más. Lo que me lleva como todos los domingos a la publicación de las estadísticas de proyecto de voto, que no digo encuestas, porque no lo son. Ya que hacen una proyección de resultados que curiosamente siempre va en la dirección de lo que interesa a determinados grupos de presión y a los que están detrás de los mismos.
Como los ratones, y no los colorados que son muy listos, yo todas las semanas espero una variación de esas proyecciones, porque todas las semanas el “okupa” de la Moncloa monta alguna… Pues no, siento deciros que el bochornoso espectáculo del día 12, no ha afectado más de lo que cualquiera otra de sus pifias a esas encuestas o como lo queráis llamar.
Ese día 12, me encontraba invitado en Decisión Radio, en el programa especial dedicado al Desfile de las Fuerzas Armadas, para realizar aquellos comentarios técnicos sobre el mismo, los militares y unidades participantes y la idea que sobre la Defensa tienen tirios y troyanos. Por todo lo anterior disponía de medios para seguir lo que pasaba en todo momento, aunque más de lo que mi propia capacidad podría sobrellevar.
A todo esto, que desde el primer momento me llamó la atención la tertulia televisiva que el individuo ese que es más rojo que Lenin y Stalin juntos, que dirigía la tertulia de la tele engañosa y sobre todo la actitud de sus invitadas. Olía a engaño, bueno lo normal y a que nos iban a dar gato por liebre. Luego y tirando de hemeroteca video-televisiva y con cronómetro en mano, pude comparar y estaba claro que otros años iban llegando las autoridades, y nos daban minutos de ellos. También se centraban en la llegada del Rey, pero en los últimos tiempos, años quiero decir, el protagonista hasta poquísimo antes de llegar el Monarca, era siempre el Presidente del Consejo de Ministros. Y este año… Pues como que no, que no se le veía.
Nos dimos cuenta de que la caravana que traía a los ministros y, que siempre llegaba casi simultáneamente que Sánchez, no lo hacía igual. Sabíamos que todos salían al mismo tiempo y seguían el mismo recorrido por motivos de seguridad, pero no… Habría pinchado una rueda, se habría parado el motor… Tampoco era probable. Simplemente al llegar cerca del lugar, los vehículos presidenciales se desviaron, circularon por detrás de la masa y acabaron situándose entre las grandes tiendas de campaña, que el Ejército había situado casi enfrente de la tribuna principal. Allí, escondido en su carísimo, blindadísimo y con los cristales tintados se ocultaba quien no quería ser visto.
Llega el Rey y no le dejan bajar del vehículo, porque Sánchez no ha llegado, pasan los minutos y el coche escondido recorre los pocos metros que le separan del centro del paseo, se abre la puerta y sale corriendo. Eso sí, entre los abucheos. Y entonces, llevaba ya varios minutos allí, se anuncia por megafonía la llegada del Rey. Hasta los de megafonía están compinchados. Vergonzoso.
Significamos pues:
-El Presidente escondido como un delincuente
-Su llegada posterior a la del Rey
-Se presenta a él de cualquier manera
-Si el Rey se descuida se sube al estrado desde donde se escuchan los himnos. De hecho las cámaras suelen poner por delante en sus tomas de la tv.
-Es costumbre saludar a las autoridades, que en fila y dando la espalda a la tribuna van dando pleitesía al monarca. Bueno pues el bailarín se pone el primero (lógico) y tras saludar al Rey y la Reina, se pone a hablar con la Infanta y tras ella va saludando a los allí presentes. Eso no lo dice el protocolo.
Y así mil. Pues cuando terminan los saludos, se dedica a zascandilear por todos sitios.
Pero, ¿saben cuál es la guinda del pastel?. Eso ya es de traca valenciana.
Lo prescrito desde tiempo inmemorial es que la presidencia del acto sean tres tribunas. La central, exclusiva para el Rey, su familia y los miembros de Zarzuela; y dos laterales para el Gobierno y las autoridades presentes. Pues no, una sola, con la parte central más adelantada. Si observan con tranquilidad las imágenes verán que Sánchez ocupa en su tribuna una esquina cercana a la del Rey y estratégicamente situada una cámara de tv, cada vez que se enfoca al Rey del lateral izquierdo, la perspectiva presenta a Sánchez al lado y ligeramente detrás al ínclito “okupa”. Lo que un buen fotógrafo, pronto a arrodillarse al poder, es capaz de hacer.
No sigo, por no cansar, pero muchas cosas más sucedieron. De hecho, la más importante, es que Sánchez se marchase de la recepción oficial en Palacio 15 minutos antes que el Rey, básicamente porque a él la buena educación y el protocolo le importan una higa.
Y aquí es donde volvemos al titular. Todo lo anterior no ha afectado a las encuestas de voto ni un 0,10%. ¿Qué les parece? Es básico y fundamental en este País, antes llamado España, lo más importante: “La paguita”, “el enchufe”, “los chiringuitos” y demás. O sea, la Agenda 2.030, que pretende que no tengamos nada, pero seamos felices y mientras estos lerdos seguirán saqueando España y a los españoles. Los ratones, cogen su queso de la trampa, pero son felices. ¿Qué pasará en el año 2.030? pues que el gato se los comerá. Y ahí lo dejo…