La que se nos viene encima | José Antonio Ruiz de la Hermosa

Esta semana hemos vivido una serie de situaciones, internacionalmente hablando, que un servidor es incapaz de comprender en el momento presente. Desconozco si es que me estoy haciendo muy mayor y ya no controlo bien, como el de momento presidente Biden o, quizás, el problema sea que al no estar en activo en lo de la carrera militar, no recibo o estoy al tanto de una serie de circunstancias que cada día comprendo menos.

Todo empezó cuando nada más conocerse la victoria electoral de Trump, algo que yo siempre, -pueden ustedes comprobar mis declaraciones por escrito, radio, youtube y en tv´s internacionales-, mantuve que iba a suceder sí o sí. Básicamente, porque el pueblo norteamericano estaba hasta los coj… de los “woke”, y sus políticas descerebradas y asesinas. Véanse por ejemplo la locura colectiva de potenciar hasta el infinito las leyes TRANS, LGTBI+, el Aborto, la Eutanasia, etc… por un lado, y la persecución al más puro estilo “estalinista” de quien osase oponerse o simplemente criticar, no ya su existencia, sino simplemente la imposición “de porque si”,  en un país que presume de libertades, pero dentro de un orden, pues ya sabes dónde vas.

También el pueblo norteamericano estaba harto de que les tomasen el pelo con mentiras como el que la primera mujer negra, procedente de la inmigración, pobre y hecha a sí misma, que iba a ser presidenta; cuando esa señora ni es negra, ya que procede de la India, ni es pobre, pues su familia es rica, mejor dicho, lo siguiente a rica y, de hecha a sí misma, pues sí, pero no; pues ha estudiado en las mejores universidades norteamericanas, y no con beca, sino pagando y mucho. En definitiva, que cuando lo woke es lo que ofreces, y no te das cuenta de que lo woke está poniendo en el paro y la desesperación a los trabajadores y autónomos. Que vas en contra de una “Nación Tradicional”, donde la familia es el pilar básico de sus creencias y, tu programa se basa en una serie de medidas que van hacia su destrucción. Pues, que, si esperas ganar, es que eres muy corta de entendederas.

Como decía, desde el minuto cero de conocerse los resultados, aún provisionales, y que significaban, según nos decían Telecuatreros, Telecirco, la Secta, la Televisión Horrorosa, etc., de que Donald Trump iba a entrar en la Casa Blanca, poco menos que con el hacha india de quitar las cabelleras a los pobres “wokes” y de todo aquel que pillasen por medio. Pues era medio previsible el morir matando a los Gates y compañía. Pero se han pasado de frenado. Y mucho. La reactivación de la Guerra Ucraniana, cuando precisamente Wladimir Putin partía ya de la base de que iban a un entendimiento entre las potencias; fuerza un recrudecimiento del asunto y una situación, cuanto menos, peligrosísima por lo de ir aumentando escalada de golpe en las acciones de guerra.

El otro escenario, Oriente Medio, donde también Israel ha pisado el acelerador, tanto que ha estado a punto de provocar un enfrentamiento regional. Pero el apoyo estadounidense y de otras potencias, véase Francia y Reino Unido, han bordeado la Guerra Nuclear, pues todos sabemos hace tiempo que Israel tiene una o varias cabezas nucleares e Irán también, bien de fabricación propia, bien compradas a países que fueron de la URSS.

Y más, el juego de Hamas y Hezbolá, buscando la destrucción de ambas organizaciones y la ocupación de territorios de seguridad nuevos: Líbano y Siria. Tengamos en cuenta que Jordania es un sumiso de USA y Egipto no quiere líos, y menos con quien le está subvencionado su inmensa deuda, es decir Wall Street. Daba por sentado que bueno, los woke antes de irse trataban de obtener objetivos, no ya todos los que había buscado antes, sino alguno antes del día de enero en que Donald Trump sea el nuevo Presidente de USA.

Pero todas las elucubraciones anteriores se me han ido al traste en los últimos días. Y la cosa va de que inicialmente nadie pensaba en que lo del ataque de la disidencia Siria no tenía más importancia que algo meramente circunstancial. Lo que no hemos entendido es, ¿cómo es posible que, en once días, un “Régimen Político” que es dueño de Siria desde 1970 se haya diluido como un azucarillo en un vaso de agua caliente? En once días. Imposible militarmente, salvo que terceros hayan metido las “zarpas” en el tema.

En las famosas “Primaveras Árabes” el desastre fue total por parte de “los primaveristas”, que solo consiguieron abocar al desastre aquellos países en los que se produjo. ¿A quién beneficia? Como siempre a los de Langley y a los entramados económicos de los lobbys de los de siempre, que llevaron a la pobreza y desesperación a Libia, o dejaron en permanente guerra civil a Líbano o Siria.

En definitiva, lo único que tengo claro es que se ha forzado a Rusia en su enfrentamiento con Ucrania para así atarle las manos en otros frentes. Y en un “canto del cisne”, que quizás estaba ya muy pensado, los woke han terminado por dejar patas arribas todo Oriente Próximo. Queda pues claro que a Donald Trump le queda un Asia Occidental como para llorar, Israel, Líbano, Siria, Irak, Irán, Yemen y los de alrededor en guerra, con aparente ventaja de Israel y USA, pero con los países del Cáucaso y Turquía en la cuerda floja. No entiendo cómo Erdogan, que está dentro de la OTAN, haya favorecido a los que han ganado Siria, porque son un maremágnum de terroristas, Kurdos y Yihadistas de todo pelaje. Salvo que Erdogan» «chochee» y ande buscando su propia destrucción, que es lo que buscan los israelíes. Lo único claro, clarísimo, es que Rusia, no tiene la fuerza convencional y la inteligencia y servicio de espionaje que se le presupone.

Yo solo pido “confesión” como en el Siglo de Oro, antes de morir en la que se nos viene encima, por las ansias de liarla de los “wokes” y sus amigos sionistas. No sé si para poner a Trump muy difícil la cosa, o quizás, y no lo desecho, Trump juega con varias barajas y nos ha tomado el pelo. Y ahí lo dejo…

José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional.