Los expertos consideran que ya es la cuarta amenaza a nivel global, la posición más alta que ha alcanzado jamás, aunque varía entre las distintas regiones del globo. Porque mientras la IA es la tercera amenaza más importante para los expertos de América, Asia y Medio Oriente, para los de Europa baja hasta la cuarta posición y para los de África no pasa del séptimo puesto.

 

A nivel general, el 52% de los expertos consultados se sienten «vulnerables» a los riesgos de la IA en su vida diaria (en la anterior edición del informe esta cifra era del 44%). Y además, el 55% de ellos considera que esta amenaza está creciendo rápidamente (un 9% más que el año pasado).

Diferencias de valor entre los expertos y los ciudadanos

En la encuesta hay una gran ruptura hay una muy diferente valoración entre la amenaza de la IA para los expertos y el público en general. Para los expertos la IA ha escalado desde la decimocuarta posición hasta la cuarta. Pero para los ciudadanos ocupa aún el undécimo puesto, a pesar de que en el último año ha escalado ocho posiciones. «El público aún tiene que ponerse al día. Los riesgos de la IA no están ni siquiera presentes en el top 10 del público, y el desconocimiento de estos riesgos es particularmente importante en Europa», se recoge en el informe.

Regular la IA

La irrupción de esta tecnología ha suscitado un debate sobre si su impacto en la sociedad traerá más cosas negativas que positivas, o viceversa.

Pero casi todo el mundo coincide en la necesidad de regular la IA. De hecho, en la encuesta de IPSOS, el 64% de los expertos y el 70% del público general a nivel mundial cree que se debería hacer un alto en su investigación y desarrollo hasta lograr una legislación. En esto sí coinciden ambas partes.

Respecto a qué se puede hacer para hacer frente a los retos que provoca la IA, los encuestados han cambiado de opinión en el último año. «En 2022 la respuesta más común fue colaborar con el sector privado (46%). Pero este año ha sido la necesidad de una regulación (48%). Un cambio muy similar al que se ha producido en otras amenazas relacionadas con la tecnología, como la realidad aumentada, los sistemas inteligentes y autónomos, las criptomonedas y las Fintech», aseguran desde IPSOS.

Y añaden: «Los expertos y el público comparten la opinión de que las autoridades públicas y el sector privado no están totalmente preparados para la aparición de los riesgos de la IA. Sólo el 7% de los expertos dice que las autoridades están preparadas, en comparación con el 14% del año pasado. Para el privado sector, la cifra es del 16%, frente al 22%. Es la puntuación más baja de todas las amenazas del ranking».

Riesgos éticos de la tecnología

Pero dejando de lado a la IA, existen otras cosas que preocupan cada vez más tanto a los expertos como a la población en general. Aunque están estrechamente relacionadas. Hablamos de, por ejemplo, los riesgos éticos relacionados con el uso de la tecnología, y las amenazas económicas y laborales vinculados que puede provocar.

En relación a esto, el informe explica que el temor a que la inteligencia artificial desplace o sustituya empleos a gran escala ha aumentado del 33% al 37%, hasta colocarse en la 12ª posición del ranking mundial. En los países asiáticos, que son «tradicionales avanzadillas de la adopción tecnológica», esto ya supone la novena amenaza más importante para las personas encuestadas.

Las preocupaciones de los españoles

En el caso de España, el 73% de la población encuestada considera que el desarrollo de la IA debería paralizarse hasta que se apruebe una regulación para esta tecnología. Y el 47% cree que de todas las amenazas futuras a las que se enfrenta el planeta, la inteligencia artificial es para la que menos están preparadas las administraciones públicas.

 

Pero a pesar de todo, los expertos españoles consideran que la IA es la quinta amenaza más importante (a nivel mundial, recordemos, era la cuarta) y los ciudadanos no la ubican ni siquiera en el top 10 de sus preocupaciones. Aunque a nivel general, el porcentaje de españoles que considera que los avances tecnológicos generan más riesgos de los que resuelven ha pasado del 37% en 2020 al actual 47% (a nivel mundial es un 50%).

(Con información de El Independiente)