Hoy termina el plazo de enmiendas a la ley de Libertad Sexual, sin acuerdo entre los partidos en el Gobierno.
En efecto, la reforma de la nefasta y sectaria ley del «solo sí es sí» y la aprobación definitiva de la ley de vivienda son los grandes retos que debe superar el Ejecutivo del PSOE-Podemos. El tiempo juega a la contra, y en la recta final de la legislatura, PSOE y Unidas Podemos se enfrentan a sus últimos choques, antes de afrontar las próximas las elecciones autonómicas y, como colofón, las generales.
Este lunes ha vencido el plazo final acordado por la mesa del Congreso para registrar enmiendas.
ERC y Bildu han sido los partidos que han presentado condiciones al texto de los socialistas para apoyarlos y que no dependan únicamente del PP; hasta 21 enmiendas. Dos de ellas pretenden suprimir el núcleo de la propuesta del PSOE, que es el endurecimiento de las penas a los agresores sexuales a través de los artículos 178 y 179 del Código Penal.
Los socialistas plantean elevar el castigo cuando se produce una agresión con o sin penetración si hay «violencia o intimidación o cuando la víctima tuviera anulada por cualquier causa su voluntad». En cambio, los separatistas catalanes y los proetarras abertzales plantean que la violencia sea solo agravante (artículo 180) y, además, tratan de blindar con otra enmienda el «consentimiento. Podemos ha reconocido su «sintonía» con las enmiendas de sus socios ERC y Bildu y ha elevado la presión sobre el PSOE.
Ahora la pelota está en el tejado del PSOE, que tiene que decidir si quiere ir de la mano del PP o con sus socios naturales comunistas y separatistas. Si nada cambia, y el PSOE continúa su hoja de ruta, la reforma de la Ley de Libertad Sexual se aprobará el próximo 20 de abril en el Congreso y la semana siguiente recibirá el plácet del Senado.
La otra ley que más veces ha puesto en jaque la unión de la coalición es la de vivienda. Fuentes gubernamentales aseguran que el pacto con Podemos estaba prácticamente cerrado, pero en Podemos lo desmienten.
El punto de máximo desacuerdo son los desahucios sin alternativas habitacionales y el índice que regula la subida interanual del mercado de la vivienda. La ley de vivienda es uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno de coalición y los comunistas presionan al PSOE con la medida como condición para revalidar La Moncloa tras las elecciones generales.