La historia de España, «una realidad cambiante» según la nueva Ley de Educación

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En Bachillerato sólo se estudiarán los hechos históricos posteriores a 1812, desordenados, desconectados y con todo el mejunje ideológico y sectario del PSOE.

«La materia de Geografía e historia contribuye a la percepción y el análisis de una realidad cada vez más diversa y cambiante«, así comienza el apartado dedicado a estas asignaturas en el nuevo decreto de ESO, al que el Consejo de Ministros dio luz verde el pasado 29 de marzo. «Cambiante» es el adjetivo elegido para referirse a sociedades, entornos, y contextos.

Auténtico disparate

La LOMLOE, más conocida como la Ley Celáa, es un auténtico «disparate», señala Javier Rubio Donzé, cofundador de la plataforma de enseñanza Academia Play (con el canal de historia en Youtube más grande del mundo hispanohablante), miembro de Divulgadores de la Historia y autor de tres libros sobre la materia. De entrada, el enfoque no es correcto. «Ya no será tan cronológico y hacen mucho hincapié en eso», explica, «se agrupa en bloques temáticos«.

Esta forma de enseñar la asignatura tendrá resultados catastróficos para nuestros jóvenes, que verán la historia «de una manera totalmente desconectada, sin tener una idea de cuál ha sido el orden de los acontecimientos». «Cuando vas dando saltos de un lado a otro, al final no te enteras de nada», sentencia.

Ley ideológica y sectaria

«Lo del compromiso social viene por todas partes», asevera, «es la ley más ideológica que ha habido en la historia de España». «También insiste en temas como la conservación del patrimonio o la memoria democrática, es como que intentan apuntalar su ideología en todas las materias», comenta. «Ya no importan tanto los hechos, los datos, las fechas… Lo que importa es el relato que te quieren imponer«.

«Plantean un pensamiento único en el que parece que te invita a hacerte muchas preguntas para valorar tu espíritu crítico, pero al final te dan las respuestas y es todo el mejunje ideológico del PSOE«, advierte. «Esas respuestas son los valores y compromisos de la Agenda 2030, por ejemplo», añade.

Lo peor es que «para meter toda esa ideología» se enseña una historia en la que se elimina de un plumazo toda la historia anterior a 1812. La asignatura ya no empezará desde la Prehistoria, como se hacía antes. Arrancará con el nacimiento de la nación política.

Eliminan aspectos fundamentales

La enseñanza de la materia partirá de la Constitución de 1812 y -en consecuencia- «los jóvenes de segundo de bachillerato se perderán aspectos fundamentales de la historia de España, como la Romanización, el Reino Visigodo de Toledo, la unión matrimonial de los Reyes Católicos, toda la Reconquista… Fulminan los Austrias, a Felipe II y a Carlos V. Se elimina la llegada de los Borbones con la guerra de sucesión o a Felipe V«, recuerda.

El punto de partida no es casual. «Empiezan directamente con el nacimiento de la nación política, que no la nación histórica», indica. «Antes la soberanía residía en el rey y el poder le venía a través de Dios, luego pasa a ser del pueblo», explica, «y hay muchos teóricos asociados al PSOE, como Álvarez Junco en ‘Mater dolorosa’, que sostienen la teoría modernista de negar la nación antes de 1808«.

«Es una maliciosa falsificación lo que dicen estas teorías modernistas», asevera, «si tú le preguntaras a un Cervantes o un Lope de Vega que eran, te dirían que españoles«. «El proceso identitario nacional es muy anterior a al siglo XIX», señala. «Yo creo que aquí lo que intentan es desenraizar a la gente, que los alumnos no sepan muy bien de dónde vienen y cuál es su historia». En su opinión, «más que el pensamiento crítico, lo que fomentan es el pensamiento único«.

Para Rubio Donzé, «Me parece muy grave que borren episodios fundamentales de la construcción de la nación española, que es lo que hacen al eliminar a los Reyes Católicos», indica, «creo que lo deben conocer». «Pero también lo que es la conquista de América, el descubrimiento de América y cómo se va formando el imperio, porque España antes de ser una nación política es un imperio«.

El texto de Bachillerato -asegura- insiste en no hacer presentismo, sin embargo con este enfoque lo que hacen es justo eso, «mirar la historia con una óptica del mundo actual». «Para mirar la historia, tienes que hacerlo de una manera desprejuiciada. Es decir, tienes que ponerte las gafas de cada época. No puedes entender la Edad Media con las gafas del siglo XXI, porque las mentalidades -la sociedad- es muy diferente», explica. «Todo esto es un disparate».
(Con información de Libertad Digital)

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