La Familia, esa gran perseguida | Ramón Ubillos

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Si hay una institución que pueda ser reconocida por sus muchos logros a lo largo de la historia de la humanidad no hay otra como la familia. La Familia ha resistido todo tipo de ataques ideológico a lo largo de los tiempos, ya que cualquier sociedad que ha intentando abolirla se ha encontrado con la rotundidad de su gran solidez para el desarrollo del ser humano desde su concepción hasta la muerte en la vejez más avanzada.

El propio hecho del embarazo es diferente cuando la mujer vive en una relación adecuada con un marido que la ama y donde juntos mantienen un proyecto de vida en común, según el modelo establecido por Dios. Recordemos que el proyecto divino fue hacer al hombre a su semejanza y una manifestación clara de ellos fue la instauración de la familia.

Tal vez ese es el principal motivo para atacar el modelo familiar, hay que destruir todo lo bueno y positivo que hace que el ser humano tenga una dignidad y libertad que le hace oponerse a la imposición y a la alineación que ciertos poderes quieren establecer como principio social donde los individuos puedan ser controlados fácilmente.

No hay ninguna ideología ni sistema científico que pueda superar a la familia en los logros obtenidos a los largo de miles de años y civilizaciones y que actualmente sigue demostrando su fortaleza ante las situaciones recientes que se han producido a nuestro alrededor. En la crisis económica del 2008 y en la pandemia del Covid-19 se ha vuelto a demostrar que el verdadero refugio para las personas ha vuelto a ser la familia como principal reducto donde los seres humanos se fortalecen y retroalimentan.

No obstante, los sistemas de ingeniería social ideologizados con fines de control de la humanidad no cesan en buscar métodos para destruir esa fortaleza que impide su generalización universal.

La creación de nuevos modelos de familia, alejados del proyecto divino. La denigración del sistema patriarcal, como si fuera abusivo, en base a la presentación de casos de real injusticia que en ningún caso deslegitiman al mismo sino que muestran las debilidades de aquellos que hacen mal uso de él. La trasmisión de ideas que minan la mente y el corazón de los miembros de la familia impulsando rebeldías ha generado un sinfín de situaciones que ha dejado a aquellos que fueron contaminados por ellas en una condición peor que la que combaten.

Pero a pesar de todos los ataques la familia como institución creada por Dios prevalecerá y mostrará su fortaleza por encima de los vaivenes de la sociedad.

Ramón Mª Ubillos | Pastor Evangélico

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