La mentira repetida mil veces de la España feliz de Sánchez. ¿La realidad? La duración media de los contratos laborales es de sólo 45 días

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La verdad está en los números: contratos más cortos, más precarios y un mercado laboral cada vez más frágil.

En la España de Pedro Sánchez, la realidad del mercado laboral esconde una verdad incómoda que su gobierno intenta maquillar y manipular a través de una maquinaria propagandística bien engrasada. Al más puro estilo leninista, se aplica la máxima de que «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad«. Con el respaldo de la mayoría de los medios de comunicación, el gobierno socialista intenta convencernos de que vivimos en un país próspero y estable, mientras los datos oficiales cuentan una historia muy diferente.

La manipulación de los datos laborales

La duración media de los contratos en España se ha desplomado. Según el sindicato USO, «la duración media de los contratos en 2024 fue de 45,26 días», lo que supone una reducción del 15% desde 2021. Esta cifra debería alarmar a cualquier observador imparcial, pero para el gobierno de Sánchez, liderado por su ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se trata de un éxito a celebrar. Mientras tanto, la realidad nos devuelve a una situación de creciente inestabilidad laboral.

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El informe de USO revela que «el número total de contratos registrados en 2024 ha sido de 15.420.104, lo que supone un descenso del 20,5% sobre la totalidad de contratos realizados en 2021». Esta caída en la contratación se siente especialmente en los contratos temporales de corta duración. En 2024, un 21,3% de los contratos temporales duran menos de una semana, lo que refleja un mercado laboral cada vez más precario y fragmentado.

Contratos indefinidos, una rareza

La estabilidad laboral es una promesa vacía para la mayoría de los trabajadores en España. «Sólo el 17,6% sobre el total de contratos celebrados son indefinidos a tiempo completo», señala USO. Esto significa que la mayoría de los empleados no cuentan con la seguridad de un trabajo estable y con derechos laborales garantizados.

El sindicato también resalta que «los contratos indefinidos a tiempo parcial suponen un 10,1% del total, mientras que los realizados como fijos discontinuos son el 14,3% de los contratos realizados». Es importante recordar que «un contrato como fijo discontinuo es un contrato que realiza una jornada inferior a la completa (cómputo anual o mensual) y es, por tanto, también un contrato a tiempo parcial». Esto subraya aún más la precariedad que enfrentan los trabajadores en España.

En cuanto a los contratos indefinidos celebrados en 2024, USO destaca que «el 34,1% de los contratos indefinidos realizados son fijos discontinuos -uno de cada tres contratos indefinidos realizados en 2024 es fijo discontinuo-«. Este dato evidencia que, incluso dentro de los contratos indefinidos, la estabilidad es relativa y muchos empleados siguen enfrentándose a la incertidumbre laboral.

Conclusión: la realidad se impone

Aunque el gobierno de Sánchez insista en vender una imagen de prosperidad y éxito, la realidad se impone. La manipulación de los datos no puede ocultar el hecho de que los trabajadores españoles enfrentan una creciente inestabilidad laboral. A pesar de los esfuerzos por repetir una y otra vez la narrativa de una España feliz y próspera, la verdad está en los números: contratos más cortos, más precarios y un mercado laboral cada vez más frágil.

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