La era de la revancha | Andrea Rizzi

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Ante la angustia y el desconcierto por el rumbo de un mundo que cambia a toda prisa, este texto sitúa, aclara y plantea escenarios de futuro. Este es el enfoque del último trabajo del periodista Andrea Rizzi. El mundo se precipita en una nueva, turbulenta época marcada por pulsos entre potencias y entre clases. Los resentimientos acumulados y el cambio de las relaciones de fuerza espolean el desafío de regímenes autoritarios como Rusia y China a la hegemonía occidental; mientras, en las democracias, el descontento de las clases más desfavorecidas da alas a los populistas. La era de la revancha es un retrato de la génesis, la interacción y el devenir de estas corrientes que confluyen en un peligroso remolino.

«La era de la revancha» está dividido en tres partes: las tribulaciones de Occidente, las reivindicaciones de Oriente y los anhelos del sur global. Vivimos, como dijo Xi Jinping, una época de cambio profundo. Uno de los elementos cruciales de ese cambio es la impugnación, por parte de potencias autoritarias orientales, del orden mundial plasmado por la hegemonía de Estados Unidos y sus aliados occidentales. China y Rusia, afirma Rizzi, son los agentes principales de ese desafío, al que se asocian otros regímenes como Irán, Corea del Norte o Bielorrusia. Estos países no tienen vínculos formales que los agrupen en una alianza estructurada como la OTAN, ni tampoco una visión general compartida con sintonía absoluta.

Hay una voluntad de enterrar la primacía occidental y de afianzar un orden más propicio a sus intereses. Pekín, Moscú y otros persiguen un nuevo concierto entre naciones que refleje un nuevo equilibrio de poder y cooperan entre ellos dentro de ese marco estratégico. Esta impugnación se despliega en distintos caminos, con objetivos que van desde el establecimiento de zonas de influencia, hasta la plasmación de nuevos estándares tecnológicos que anhela China, el desarrollo de mecanismos que sorteen la hegemonía del dólar y la capacidad sancionadora de Occidente o el cambio en el funcionamiento y las cuotas de representación en ciertas instituciones internacionales.

No obstante, señala que hay un objetivo que, pese a no ser tangible y brutal como una anexión, se eleva por encima de los otros: es el cambio de los valores de referencia del sistema global, para sepultar el universalismo de los derechos humanos y de la democracia, y consagrar la soberanía de los Estados en el centro absoluto de las relaciones internacionales y el derecho de estos por encima de los derechos individuales. Se trata de un objetivo de importancia existencial. Tanto la impugnación del orden internacional por parte de los regímenes autoritarios como la reacción de las clases occidentales en dificultades son revueltas con instintos revanchistas: buscan, envueltas en el nacionalismo, recuperar territorios perdidos.

En el plano geopolítico, a veces lo son en el sentido clásico del revanchismo, con acciones o anhelos de reconquista geográfica -como en el caso de Rusia con Ucrania y Georgia, China con Taiwán, Azerbaiyán con el Nagorno Karabaj o Hamás con Palestina-. Otras veces lo son en un sentido ampliado del concepto, como deseo de recuperación, por medio de la ideología nacionalista. En el plano social, significa el deseo de recuperación de terreno económico y cultural, de un indefinido control. Son corrientes que confluyen, que interactúan entre ellas, alimentando un remolino colosal que succiona hacia un abismo oscuro: la era de la revancha.

(Gabriel Cortina)
Ficha técnica:
La era de la revancha
Andrea Rizzi
Editorial Anagrama
178 páginas

Deja un comentario