Europa se encamina hacia una dictadura global: el fin de la democracia y la persecución de la disidencia conservadora
En Europa se está gestando un inquietante golpe de Estado contra los movimientos soberanistas y patrióticos. Las élites globalistas de izquierdas han abandonado cualquier pretensión de respeto democrático para aferrarse al poder, empleando tres herramientas fundamentales: la centralización del poder en la Unión Europea, la eliminación de partidos soberanistas y la cancelación de cualquier disidencia, ya sea política, mediática o social. Este proceso, que lleva años en marcha, se está acelerando ante el auge de los partidos de derecha legítimamente conservadores, especialmente entre las nuevas generaciones.
El fin de la democracia en Europa
Durante décadas, los partidos de centro y centroderecha en Europa han sido liderados por conservadores domesticados y cómplices (el caso del PP en España es significativo) que, lejos de desafiar la deriva hacia la izquierda radical, la han facilitado. Sin embargo, el panorama político está cambiando: nuevas formaciones están ganando terreno con propuestas que abogan por fronteras seguras, soberanía nacional y la defensa de valores tradicionales. Este resurgir de movimientos soberanistas ha enfurecido a las élites izquierdistas, que están adoptando estrategias dictatoriales para neutralizar cualquier oposición.
Veamos lo que está sucediendo en distintos países de Europa, según un análisis de Zero Hedge.
Alemania: la demonización del AfD
En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) ha emergido como la segunda fuerza política más popular, desafiando el monopolio de los partidos izquierdistas. Ante su éxito, el establishment alemán ha impulsado un intento de ilegalizar al AfD, acusándolo de representar un «retorno al fascismo». Más de 100 legisladores han respaldado esta resolución, que, aunque aún no ha llegado a votación, marca un preocupante precedente en la persecución de partidos disidentes.
El AfD ha presentado incluso un candidato a canciller para las elecciones de febrero, lo que ha intensificado los esfuerzos del establishment por neutralizarlo. Mientras tanto, el gobierno de coalición de izquierdas de Alemania está al borde del colapso, dejando al país en una profunda crisis política.
Francia: el cerco a Marine Le Pen
En Francia, el éxito de Marine Le Pen y su partido Agrupación Nacional ha sido recibido con hostilidad por las élites lideradas por Emmanuel Macron. En un acto de desesperación política, los centristas se aliaron con la extrema izquierda radical para impedir que Le Pen tomara el poder tras ganar la primera vuelta de las elecciones francesas. Aunque esta medida fue técnicamente legal, muchos la calificaron de inmoral y antidemocrática.
Además, las élites han recurrido a la guerra jurídica contra Le Pen, acusándola de mal uso de fondos europeos para intentar evitar que se presente a las elecciones de 2026. Este tipo de tácticas refleja el desprecio del establishment izquierdista hacia la voluntad de los votantes. Francia, al igual que Alemania, enfrenta ahora una crisis política tras la reciente moción de censura que derribó al primer ministro Barnier.
Reino Unido: censura y represión
En el Reino Unido, no existe un partido de derecha que represente los intereses del pueblo británico. El régimen izquierdista del partido laborista ha traicionado el espíritu del referéndum del Brexit, abriendo las fronteras a una inmigración masiva descontrolada que ha derivado en un aumento de la criminalidad violenta. Ante el descontento ciudadano, las élites han intensificado la censura y las detenciones de críticos de la inmigración abierta en redes sociales, demostrando que la democracia británica está prácticamente muerta.
Rumanía: golpe judicial contra la derecha
En Rumanía, el Tribunal Constitucional anuló recientemente los resultados de las elecciones presidenciales porque el candidato conservador Calin Georgescu ganó inesperadamente la primera vuelta. Las autoridades alegaron que Georgescu había recibido un impulso en TikTok por parte de fuentes rusas, pero no han presentado pruebas concretas.
El tribunal ahora evalúa presentar cargos penales contra Georgescu, en lo que este calificó como un «golpe de Estado judicial». Según Georgescu, «el Tribunal Constitucional es un tribunal mafioso que participa en un golpe de Estado contra el pueblo rumano».
Una agenda globalista que destruye la soberanía
Estos ataques contra los movimientos soberanistas en Europa forman parte de una estrategia globalista que busca consolidar el poder de la Unión Europea, eliminar cualquier disidencia política y silenciar a los medios y voces críticas. En esencia, la izquierda está socavando la democracia con el pretexto de protegerla, mostrando su verdadera cara autoritaria.
Las tácticas utilizadas incluyen la guerra jurídica, como en los casos de Le Pen y Georgescu; la demonización mediática, como ocurre con el AfD; y la censura directa, como en el Reino Unido. El mensaje es claro: cualquier forma de oposición legítima será perseguida hasta ser neutralizada.
El despertar de los jóvenes y el temor de las élites
A pesar de los intentos del globalismo por sofocar a los partidos soberanistas, estos están ganando terreno, especialmente entre los jóvenes. Este crecimiento demuestra que la deriva hacia la izquierda radical nunca fue el deseo de la población, sino una imposición de las élites. Sin embargo, estas élites consideran inaceptable este cambio de sentimiento público y están dispuestas a sacrificar los principios democráticos para mantener su poder.
Europa en el abismo
Europa se encamina peligrosamente hacia una dictadura global disfrazada de democracia. El poder omnímodo de la Unión Europea, la persecución de partidos soberanistas y la cancelación de voces críticas están destruyendo los cimientos de la libertad y la soberanía en el continente.
El resurgimiento de los movimientos soberanistas es una reacción natural a este autoritarismo izquierdista, pero su éxito dependerá de la capacidad de los ciudadanos para defender sus derechos y exigir una representación política real. Europa no necesita más dictaduras disfrazadas de progreso; necesita líderes que respeten la voluntad del pueblo y los valores que han sustentado la civilización occidental.
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1 comentario en «La democracia ha muerto: en Europa se está produciendo un golpe de Estado contra los movimientos soberanistas»
La UE se ha convertido en una Dictadura Masónica. Esta UE no es la que nos contaron cuando se formó.