Efecto colateral de la baja natalidad que se lleva registrando en los últimos años: las escuelas infantiles están contra las cuerdas porque en prácticamente todas las provincias españolas hay más guarderías que niños que llevar a la escuela. «Es un problema generalizado en toda España, que nos ha llevado al límite a todos los profesionales del sector, que ya estaba en una situación bastante compleja desde hace años«, explica el portavoz de la Federación Nacional de Centros de Educación Infantil (FENACEIN), Juan Martín-Maestro.
Las guarderías tendrán que cerrar

Es un problema que afecta a toda España, aunque comunidades como Andalucía o Canarias se ven especialmente perjudicadas. «En nuestro país, hay 160.000 vacantes vacías. La situación es bastante ruinosa para los profesionales». Aparte del preocupante descenso de la natalidad, que hace que haya menos niños que acudan a esas escuelas, hay otros problemas que ponen contra las cuerdas a los profesionales de las escuelas infantiles. Por un lado, la medida de alargar las bajas por paternidad ha influido directa y negativamente a la estabilidad económica de las guarderías, ya que ahora los padres tienen menos necesidad de dejarles en una escuela infantil.

Por otro lado, «muchísimos colegios están empezando a abrir aulas para menores de tres años, con el argumento de facilitar la gestión a los padres. Para nosotros es otra vía de perder alumnos», señala Martín-Maestro. El experto explica que la pandemia también ha influido: la popularización del teletrabajo, que hace que no sea necesario llevar a los niños a las escuelas, el miedo a contagiarse, la crisis económica, que ha llevado a que algunos padres opten por reducir gastos en ese sentido…

Toda esta radiografía está haciendo que cientos de barrios y municipios de todas las comunidades de toda España estén saturadas de escuelas infantiles. Las informaciones más recientes hacen referencia a Málaga y Sevilla: en la primera hay 37 zonas con plazas sobrantes y en la segunda ya han alcanzado las 60 zonas. «Es una situación que tiene ahogado al sector. Sector que, por cierto, es mayoritariamente femenino, formado por casi 70.000 empleadas. Necesitamos soluciones eficaces», añade Martín-Maestro.

Los fondos europeos y las escuelas infantiles

Sin embargo, el gran pesar de los expertos es que las decisiones que desde el Gobierno están tomando «no las entienden» y que «no tienen mucho sentido». «El Gobierno, solicita una parte de los fondos Next Generation para recuperar el sector. Pero el dinero lo va a destinar a crear puestos y plazas públicas. No entendemos esta medida, porque hay 120.000 plazas vacías. Por muchas plazas que creen, no se van a cubrir si no hay niños», añade el portavoz de FENACEIN.

Por su parte, el presidente de la Sectorial de Escuelas Infantiles de ACADE afirma que hay herramientas que podrían utilizarse para salvarlas. Habla, por ejemplo, del programa de fondos europeos con el que se están financiando plazas públicas. En este sentido, cuestiona que no se use también la red privada. “Al contrario, si en la situación actual abres más plazas públicas, haces mucho daño al sector”, opina. Alude, sobre todo, a la Comunidad de Madrid, donde se van a escolarizar niños de 0 a 2 años en colegios públicos. Grima critica que se mezclen bebés de 4 meses con niños de 12 años en un mismo espacio y reclama que, además de ponerse en valor la parte asistencial, que permita la conciliación de las familias, se dé importancia educativa a esta etapa.

Menos ratios

Todo apunta a que, de aquí a los próximos años, la natalidad seguirá en descenso. Si en el año 2013-2014 había algo más de 1.883.300 niños y niñas matriculados en centros de educación infantil de 3 a 5 años (1.216.000 en centros públicos y 668.000 en privados), el Ministerio de Educación y Formación Profesional muestra que en el curso 2020-2021 había 1.622.000 (1.044.500 en públicos y unos 577.600 en privados).

En algunas comunidades autónomas ya han optado por reducir ratios en sus centros públicos. La Comunidad de Madrid se estrena este curso 2022/2023 con Infantil de 3 años, donde pasarán de 25 a 20 alumnos por clase. “Somos una de la comunidad con las ratios más altas de todo el estado”, explica Isabel Blanco, responsable del sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos de Madrid. La idea esta reducción se implante de forma progresiva en todos los niveles.

 

Aunque desde el 2017 hasta el 2022 la natalidad ha disminuido cerca del 20% en la Comunidad de Madrid, “la reducción de ratios va a permitir mantener los centros, al menos lo públicos”, señala Blanco, que recalca que la escolarización tiene un comportamiento diferente según las características de cada zona, incluso por barrios.