La Asociación de Universidades Jesuitas, con sede en Washington, engloba a un total de 28 universidades jesuitas en todo Estados Unidos. La asociación edita todos los meses una revista llamada «Conexiones». La edición del mes de octubre del 2021 ha tratado sobre «Estudiantes LGBTQ + encuentran apoyo en los campus jesuitas».
La carta de presentación está escrita por Deanna Howes Spiro, vicepresidenta de comunicaciones de AJCU. En esa carta, ofrece un esbozo de todas las actividades llevadas a cabo por las distintas instituciones jesuitas, que se venden como éxitos cuando no deja de ser pura propaganda de la ideología LGBT:
- Retiros organizados por la Universidad de San Francisco, la historia de los programas e iniciativas LGBTQIA + en Canisius College, iniciativas contra el acoso a través de la Facultad de Derecho de la Universidad Gonzaga o testimonios sobre los recursos LGBT en las escuelas jesuitas, son algunos de los logros que se narran.
- La Universidad de San Francisco (USF), que dirige el sacerdote jesuita Paul J. Fitzgerald, incluye la orientación sexual y el género como dos de las muchas identidades de los miembros de la comunidad que ahora se reconocen y afirman públicamente. En palabras del Rabino Camille Shira Angel, profesor de la universidad «el camino hacia el orgullo, la visibilidad y la audibilidad para las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer, intersexuales y asexuales (LGBTQIA +) se complica por una realidad que otras personas marginadas no enfrentan. «En mi clase llamada Religión «queering», exploro cómo las personas LGBTQIA + navegan por religiones que a menudo han intentado negarlas. En la clase llamada «Honrando a nuestros ancianos religiosos LGTBQIA +», emparejo a estudiantes con adultos identificados como religiosos LGBTQIA +, mayores de 65 años para conocer y reflexionar sobre la historia LGBTQIA +, así como las intersecciones de prejuicio y discriminación, utilizando textos del pensamiento ético judío, junto con el feminismo, la ética y los escritos sobre interseccionalidad», afirma el rabino.
- Además, el Centro de Género y Sexualidad de la universidad organiza cursos como «Trans y no binarios: este programa crea conexiones con y entre estudiantes trans y no binarios a través de conversaciones sobre género, expresión y comunidad» o «Queer BIPOC Community Meet-Up: este programa valida las experiencias y ayuda a construir una comunidad para y con «Queer Black», Indígena, Gente de color».
- Otra de las universidades, la de San José, también de los jesuitas, tiene un decálogo de cómo crear «espacios seguros» en su universidad:
-Enfrentarse a los comentarios y acciones de heterosexismo y cissexismo.
-Mostrar carteles e imágenes de personas LGBTQIA + en su oficina o espacio vital.
-Asiste a eventos relacionados con LGBTQIA +.
-Comparte eventos y programas de organizaciones queer y trans.
-Incluya una variedad de géneros en formularios o materiales.
-Hágales saber a sus colegas queer y trans que sus parejas son bienvenidas en los eventos departamentales.
-Anime a los estudiantes, compañeros y colegas a informar sobre prejuicios.
- Otra Universidad privada que promueve estas prácticas y eventos es Canisius. «Me contrataron para ayudar a aumentar la diversidad del Colegio y así elevar su perfil. Y aunque ha habido algunos obstáculos en el camino, la institución en su conjunto ha evolucionado en términos LGBT», cuenta uno de los profesores contratados. Además, desde la oficina de recursos humanos «se fomenta la creación de grupos de recursos para empleados, incluido uno para empleados LGBTQIA», asegura este profesor partidario de estas prácticas. «Hoy en Canisius, los estudiantes están escribiendo tesis sobre temas LGBTQIA + en varias disciplinas. Se ofrece un número cada vez mayor de cursos sobre temas LGBT».
