Los republicanos han acabado por ceder a las pretensiones de los neoconvergentes y pierden el control económico de la Generalidad.
El partido de Puigdemont se ha salido con la suya. Junts per Catalunya (JxCat) se queda con la Vicepresidencia y Economía y Hacienda, con Acción Exterior y Transparencia, con Salud, Políticas Digitales e Infraestructuras, Territorio, Investigación y Universidades y Justicia y Derechos Sociales. Es decir, controlará los presupuestos, los fondos europeos Next Generation, las «embajadas» y la difusión internacional del odio a España, el control de las cárceles con Justicia y Salud, más la gestión de la Administración y las infraestructuras, áreas de las que ya disponía. Y todo ello a cambio de desprenderse de la «maría» Cultura y del marrón de Interior.
ERC aparece como la gran derrotada del pacto para investir a Pere Aragonès. La formación republicana dispondrá de Presidencia, Acción Climática, Agricultura y Alimentación, Cultura, Empresa y Trabajo, Interior, Educación y Feminismos e Igualdad. Así, los neoconvergentes recuperan su antiguo peso y el manejo de áreas claves de la Generalidad. Aragonès se resistió todo lo que pudo, pero al final ha tenido que desprenderse de Economía y Hacienda, de Salud, de Justicia y de Acción Exterior, los departamentos con más peso económico y también político.
El negocio de los republicanos no es precisamente redondo mientras que los neoconvergentes se quitan de encima Interior, un foco constante de problemas ante las quejas por las actuaciones de los Mossos, y recuperan dos consejerías claves en el proceso separatista: la acción exterior, lo que les permitirá dotar de contenido al Consell per la Republica de Puigdemont, y el control de las prisiones con Justicia.
A ERC le tocará lidiar con los Mossos d’Esquadra, muy reacios a las pretensiones de cambio de modelo policial que propugna la CUP. Que el control de la policía autonómica estuviera bajo mando republicano era una de las condiciones para apoyar al Govern de los cuperos, que podrán llevar a cabo así sus planes de transformación de la policía que dirige el mayor Josep Lluís Trapero. Se auguran fuertes tensiones y graves problemas en ese departamento.
Los republicanos pierden además Salud, un área clave en plena pandemia y sobre la que habían pretendido construir una imagen de capacidad de gestión. Es muy probable que Josep Maria Argimon, el doctor reacio a vacunar a los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional sea el nuevo consejero. Otro nombre que se da por seguro es el de Elsa Artadi como vicepresidenta y responsable de Economía y Hacienda.
Amnistía y autodeterminación
Pere Aragonès, el segundo de Oriol Junqueras, fue el primero en tomar la palabra en la rueda de prensa conjunta con Jordi Sànchez, secretario general de JxCat y negociador de Puigdemont. «Hemos necesitado mucho tiempo para alcanzar un acuerdo, puede que demasiado», reconoció de entrada Aragonès. «Hemos superado las dificultades, hemos sido capaces de entendernos y de construir un buen acuerdo para un gobierno fuerte y cohesionado» abundó.
«Queremos impulsar una agenda transformadora para salir de la crisis social y económica impulsando al país hacia el futuro. Queremos hacer valer el 52% de los votos del independentismo, hacer valer los objetivos de la amnistía y la autodeterminación» declaró también el dirigente de ERC.
«Nos dotaremos de órganos de decisión colegiados y mantenemos una apuesta decidida por el diálogo y la negociación política. Defendemos una confrontación cívica y pacífica para obligar al Estado a aceptar la amnistía y la autodeterminación», añadió.
Sànchez, de permiso
Jordi Sànchez, de permiso penitenciario durante todo el fin de semana para lograr el pacto y este lunes para presentarlo, aseguró que «estamos ante una nueva oportunidad para avanzar y para que en el mínimo tiempo posible podamos conseguir lo que tuvimos tan cerca en el otoño de 2017″. «El acuerdo acomoda las dos miradas del independentismo sobre cómo avanzar hacia la independencia. Y ahora tenemos la certeza de que hay un espacio común», dijo. «Los de siempre ya estarán criticando el acuerdo y diciendo que la legislatura nace tocada, pero se equivocan», afirmó además. «No trabajaremos sólo para el 52% de los que nos han votado, pero tampoco defraudaremos a ese 52%» advirtió Sànchez.
Preguntado Aragonès sobre qué había cambiado desde que dijo que intentaría gobernar en solitario o que se repetirían las elecciones, el vicepresidente en funciones ha subrayado que «no nos podíamos permitir una repetición electoral«.
Sànchez, por su parte, explicó que consultarán a sus bases el acuerdo entre el martes y el miércoles, por lo que augura que el pleno de investidura se podría llevar a cabo a partir del jueves.
(Pablo Planas. Libertad Digital)
