Jugando con fuego | Eusebio Alonso

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Personalmente creo que las casualidades no existen o, al menos, no son tan frecuentes como pudiéramos creer. La mayoría de las casualidades son en realidad lo que yo me tomaría la licencia en llamar “causalidades”. Es decir, hechos que obedecen a una causa cuya intencionalidad, o propósito, no siempre es confesable. La actualidad manda.

Ataques a los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla

Hemos conocido que la semana pasada se produjeron avalanchas masivas en la frontera de Melilla. Se trata principalmente de población subsahariana  que intenta entrar por la fuerza en nuestro país, sabedora que tenemos una legislación permisiva con los que la violentan.

Es notorio que el control de las fronteras es insuficiente ante la avalancha de inmigración ilegal que viene de África. Resulta sorprendente que se disponga de medios disuasorios eficaces que no se usan por una extraña justificación humanitaria, dejando en situación vulnerable las fronteras y a los cuerpos de seguridad del Estado encargados de protegerlas. Me refiero, por ejemplo, a las vallas electrificadas y otros medios de contención como pelotas de goma, gases y lanzadores de agua a presión, etc. Estos medios facilitan la disuasión y no causan daños severos en los afectados. Es curioso que las alambradas electrificadas si se pueden usar en España para proteger espacios naturales con objeto de evitar la entrada de determinados animales, pero no para impedir la entrada violenta a nuestra casa común. Los proyectiles de goma, los gases y los chorros de agua también se han usado en algunas ocasiones contra manifestantes en fecha no muy lejana. Como siempre, el progresismo pone mucho interés en dar las mayores facilidades al delincuente en detrimento de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que nos protegen de ellos.

Parece que el único medio humanitario para guardar las fronteras es hacer las vallas cada vez más altas, circunstancia que hace mucho más fácil el riesgo de colapso de éstas con las trágicas consecuencias que cabe esperar si esto se produce.

Las fuerzas de seguridad, con los medios que les permiten usar, no pueden contener las avalanchas, y los invasores lo saben. Estas avalanchas están perfectamente organizadas y sus integrantes son varones jóvenes que en su mayoría tienen formación en tácticas militares de asalto. ¿Casualidad o “causalidad”?

La prensa progresista intenta hacerles pasar por refugiados, circunstancia no acreditada, que huyen de la guerra o del hambre, pero sorprendentemente vienen de países muy alejados geográficamente, lo que hace sospechar que el motivo de que elijan nuestro país como destino no es nada casual. La explicación es sencilla: vienen donde les dicen los que les dirigen. Además, es donde más fácil lo tienen para entrar y donde mas provecho van a sacar con menos esfuerzo. La condición de refugiado no la asigna la prensa. Ésta se obtiene mediante un trámite legal que requiere aportar evidencias. Entonces, ¿por qué hay necesidad de saltarse esa tramitación? ¿por qué todos estos, supuestos refugiados, quieren entrar en España por la fuerza? ¿con qué argumentos, este gobierno, nos alienta a seguir cumpliendo con la ley y con nuestras obligaciones ciudadanas cuando ellos son los primeros que aplauden a muchos que no lo hacen?

Respecto al reciente incidente que ha costado la vida de al menos 23 inmigrantes en el asalto de la valla de Melilla, conviene mencionar una serie de circunstancias:

  • Por los vídeos de que se dispone, parece que muchos de los fallecidos pudieron producirse por el desplome parcial de la valla. En consecuencia, se desconoce cuántos pudieron morir antes o después a consecuencia de la actuación de la gendarmería marroquí.
  • Al parecer, los asaltantes se comportaron de forma violenta. Algunos se abrieron paso armados con cuchillos, palos, martillos y piedras. Cabe la posibilidad, no descartable, de que los gendarmes marroquíes actuaran en defensa propia cuando intervinieron, actuación que no se les permite a nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad del estado que se ven en situación de auténtico desamparo para ejercer el trabajo que se les ha encomendado. Evidencia de esto es el número creciente de policías y guardias civiles heridos tras cada asalto a la valla.
  • A pesar de los esfuerzos de los agentes marroquíes, 500 subsaharianos consiguieron llegar a la valla rompiendo con una cizalla la puerta de acceso. De estos, 133 consiguieron pasar a territorio español.
  • Aunque a algunos les cueste aceptarlo, la gendarmería marroquí, en caso de haber actuado de forma desproporcionada, cosa aún por demostrar porque pudieron actuar en defensa propia, estaba protegiendo la frontera española. Nuestra frontera. Esto explicaría las recientes declaraciones de agradecimiento que les ha dedicado Sánchez. Parece que, una vez más, nuestro presidente se las apaña para que otros le hagan el trabajo sucio. Faltaría por conocer ¿a cambio de qué nos ayuda Marruecos? Estoy seguro que daría para una «auténtica» tesis doctoral, tesis que bien pudiera haber escogido Sánchez, hablar de los acuerdos secretos entre el PSOE y el gobierno marroquí a lo largo de la historia de nuestra joven «democracia», así como de los perjuicios graves para los españoles que estos oscuros acuerdos han ocasionado. El aumento intencionado del precio del gas natural procedente de Argelia es el ejemplo más reciente.

Nuestra legislación impide extraditar a aquellos inmigrantes ilegales que, estando ya en nuestro territorio, no disponen de papeles que acrediten su origen o provengan de un país con el que no existan acuerdos de extradición. Es por esa razón que muchos de ellos viajan sin papeles. Sin embargo, esta circunstancia no impide que puedan acceder a las ayudas y a la atención sanitaria y formativa que nuestro país les brinda. ¡Cuidado, no vaya a ser que si les ponemos trabas, alguno se lo piense mejor antes de violentar nuestras fronteras! La triste realidad es que muchos de ellos consiguen salir adelante por la vía de la delincuencia. Los menos consiguen un trabajo y pagan impuestos. Muchos menos aún, logran integrarse con nuestra cultura. ¿Cuántos más inmigrantes ilegales, seremos capaces de admitir antes de que la olla a presión reviente? ¿Quién en su sano juicio entiende el comportamiento permisivo de nuestras autoridades? ¿Se tratará, tal vez, de un intento de captación de voto agradecido por parte de los que ponen palos en la rueda para evitar que se resuelva el problema de la inmigración ilegal?

Me barrunto que las mafias de tráfico de migrantes tienen mucha conexión con algunas ONGs que, financiadas por nuestros impuestos y por las ayudas de conocidos globalistas, famosos por su enriquecimiento especulativo, facilitan la permanencia en nuestro territorio de aquellos que de forma violenta han llegado a nuestra tierra.

La entrada masiva de inmigrantes ilegales, para los que no hay trabajo dada la elevada cifra de paro existente, es insostenible. Consecuentemente, la delincuencia aumenta de forma significativa, así como los costosos recursos que se tienen que dedicar para contenerla.

Asalto a las urnas

De todos es conocido el control del CIS de Tezanos por parte del partido socialista desde el comienzo de la legislatura, buscando influir en la intención de voto de los indecisos que casi siempre apuestan por el caballo que les aseguran que va a ganar. Ahora hay que añadir la reciente toma de control de Indra, empresa responsable del recuento electoral, del INE y del Tribunal Constitucional. ¿Casualidad o “causalidad”? Todo hace pensar que detrás de esto hay un interés por “reconducir” los próximos resultados electorales por una vía favorable, una vez comprobado en las recientes elecciones de Castilla-León y Andalucía que el PSOE se encuentra en franca recesión en intención de voto.

Se trate de una casualidad o no, asunto sobre el que yo no tengo duda alguna, algún portavoz del gobierno debería apresurarse a dar explicaciones creíbles en rueda de prensa sobre la razón de estos movimientos en organismos que deberían ser independientes. No lo hacen porque van de sobrados y desprecian la inteligencia del electorado. De momento, en Indra, todos los consejeros independientes parecen haber dimitido y las acciones de la empresa se han desplomado un 15% en bolsa en un solo día, cosa que habrá puesto especialmente «contentos» a sus accionistas. Entiéndaseme la ironía.

De casta le viene al galgo. Ya en 2016 se le atribuye a Sánchez un intento de pucherazo para evitar que el comité federal de su partido le destituyera como secretario general. La maldita hemeroteca no perdona. Con estas actuaciones y antecedentes, ¿cómo puede llegar a convencernos este gobierno de que defiende la libertad, la democracia y los intereses de España?

Balance de nuestra presencia en la OTAN

Otro tema de actualidad es la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid los días 28, 29 y 30 de junio. Los que somos algo mal pensados, intuimos que Sánchez ha buscado, como pollo sin cabeza, la oportunidad de abrir los telediarios sentado junto a Biden para hacer olvidar aquella triste escena que nos ofreció hace unos pocos meses cuando mendigaba atención en los pasillos de la sede de la OTAN en Bruselas buscando una foto de portada para los medios.

Sánchez se siente obligado a hacer lo que sea para ganar un poco de popularidad ante su cantera, aparentando ser un mandatario con peso internacional, aunque para ello sea necesario organizar un evento de gran coste y calado como es la cumbre de la OTAN. Evento que no debieramos permitirnos, en un año en el que fácilmente vamos a alcanzar una inflación del 15%. Para su desgracia, me parece que ha tenido bastante difícil conseguir su objetivo de acercamiento real a Biden después de que Zapatero, miembro de su mismo partido y antecesor en la presidencia, hiciera aquella ofensa pública a la bandera americana y demostrara que no somos un aliado fiable para Estados Unidos, retirando nuestra presencia en Iraq. Los paises con dignidad no olvidan.

Sin duda, nos conviene tener aliados para disuadir y contener amenazas globales de la talla del Islam, de China o de Rusia. No obstante, es inaceptable, y hasta humillante, que la OTAN haya excluido proteger las fronteras de Ceuta y Melilla, fronteras que son las más vulnerables para nosotros al día de hoy y sobre las que se cierne una amenaza inmediata y tangible. ¿Será, tal vez, porque Estados Unidos, peso pesado de la OTAN, tiene a Marruecos como socio preferente en materia de seguridad y nosotros no dejamos de ser un aliado poco fiable? Creo que toca analizar cuidadosamente el balance neto de nuestra presencia en la OTAN y renegociar nuestra permanencia de forma inteligente a cambio de algo que sea valioso para nosotros, en lugar de limitarnos, simplemente, a realizar el papel servil y gravoso que desempeñamos en la actualidad.

¿Casualidad o “causalidad”? Nunca más que ahora, se echa de menos una oposición firme, eficaz e incisiva y una prensa independiente y crítica con los excesos del poder y la mala gestión de aquellos que han sido elegidos para servir a la nación y no para servirse de ella, sin amago de escrúpulo, en su propio beneficio.

Eusebio Alonso | Libre pensador

1 comentario en «Jugando con fuego | Eusebio Alonso»

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