La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha comparado la violencia que sufren las mujeres en España y en Afganistán y ha aprovechado para arremeter contra todas las culturas y religiones: «Todas las culturas y todas las religiones tienen formas con diferentes niveles de dureza» hacia la mujer.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ve paralelismos entre la opresión que viven las mujeres en Afganistán y en España. «Todas vivimos en sociedades patriarcales», ha dicho Montero este lunes, en una entrevista radiofónica.
La dirigente de Podemos ha respondido así cuando el entrevistador le ha preguntado si «estamos lejos del fundamentalismo en España». Una reflexión que ha planteado tras destacar que una de las primeras medidas de los talibanes será la segregación por sexos en la escuela.
Compara España con Afganistán
La ministra ha aseverado que «todas las culturas y religiones tienen formas, con diferentes niveles de dureza, de esa violencia, de oprimir a las mujeres, de disciplinar sus cuerpos». «Y eso pasa en Afganistán, pero también en España, con unas tasas todavía intolerables de asesinatos machistas, feminicidios, tasas increíbles de violaciones y de violencias sexuales que todavía están absolutamente normalizadas…», ha descrito a continuación Montero, que ha señalado que «todas las culturas y sociedades tenemos mecanismos de opresión de las mujeres y todas vivimos en sociedades patriarcales».
Por ello, según su consideración, «la clave no es hacer una competición o ranking de ver quién es más machista, sino ver cómo generar alianzas entre los proyectos de resistencia y emancipación de las mujeres en los diferentes países para acabar con el patriarcado, que es esa estructura de dominación que dice que el hombre por ser hombre tiene una serie de privilegios y la mujer por el hecho de ser mujer tiene una serie de derechos fundamentales no reconocidos».
La ministra y dirigente de Unidas Podemos ha dicho que la Unión Europea debe aprender que lo ocurrido en Afganistán después de dos décadas de actuación internacional prueba que «ninguna intervención militar ha permitido resolver los principales problemas de derechos fundamentales» que afectan a las mujeres, a las niñas y al colectivo LGTBI..
«Las mujeres de Afganistán llevan décadas sufriendo violaciones de sus derechos fundamentales», ha criticado. En este contexto, ha considerado oportuno hacer una «reflexión de cómo utilizamos las herramientas internacionales de cooperación, de Derecho, de alianzas internacionales, que permitan asegurar los derechos fundamentales en todo el mundo respetando las experiencias emancipatorias y de resistencia propias de esos países». Montero ha añadido la necesidad de unas relaciones internacionales «de la paz y feministas».
Montero ha añadido que «esta crisis demuestra que solo si hay soluciones en el país y del país puede haber soluciones garantistas y de derechos humanos y esto nos debe hacer pensar en cómo van a ser nuestras relaciones» internacionales.
