Interior redobla la protección de los ministros ante las protestas

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El Ministerio de Interior ha reforzado la seguridad de los miembros del Gobierno por el aumento de las movilizaciones contra su gestión de la pandemia y el temor a que sean objeto de una agresión. Las Fuerzas de Seguridad del Estado han intensificado las medidas de contravigilancia para anticiparse a potenciales amenazas y han puesto en marcha dispositivos especiales para asegurar el perímetro de las viviendas de los altos cargos que han sido blanco de escraches en la última semana, según han explicado a este diario fuentes policiales.

La decisión llega tras la expansión de las protestas contra el Ejecutivo que arrancaron el pasado domingo 10 de mayo en la calle Núñez de Balboa de Madrid, en pleno distrito de Salamanca, uno de los más acomodados de la capital. Las primeras concentraciones espontáneas en la vía pública han ido escalando de intensidad hasta extenderse por todo el territorio nacional y poner el foco directamente en los propios integrantes del Gobierno. Algunas ya han dejado enfrentamientos con seguidores del PSOE y Podemos.

Otras han llegado a las puertas de las casas de los ministros. El pasado domingo, decenas de manifestantes se pasearon por las inmediaciones del chalé que comparten el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el municipio madrileño de Galapagar. Y el lunes se produjo otra reunión de personas frente a la finca propiedad del Estado en la que viven actualmente con sus respectivas familias el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

Por un lado, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha decidido extremar las medidas de contravigilancia de las que disfrutan sus compañeros de gabinete. Se trata de un elemento clave en la protección de autoridades, junto a la escolta dinámica (acompaña a la personalidad a todos sitios) y la estática (permanente las 24 horas del día en el lugar de residencia y reservada solo a una decena de altos cargos en España). La contravigilancia opera de manera independiente a las otras dos y tiene cómo objetivo averiguar si el alto cargo está siendo objeto de seguimientos o vigilancias, y anticiparse a posibles riesgos, como la convocatoria de manifestaciones o sabotajes en los lugares a los que se dirige o en su propia residencia.

Las fuentes consultadas precisan que, tras los incidentes de los últimos días y la elaboración de análisis que consideran probable que se repitan en el corto-medio plazo, se ha acordado aumentar la frecuencia diaria con la que se efectúan estos controles preventivos y destinar más agentes a este cometido, revelan las fuentes consultadas.

Otras medidas son más evidentes. Los escraches a Iglesias, Montero, Ábalos y Calviño pillaron a contrapié al departamento de Grande-Marlaska. Interior ha respondido montando dispositivos de protección en torno a sus casas para impedir que los manifestantes puedan aproximarse. Agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil han sido enviados a ambas zonas. Solo los residentes en esas áreas pueden transitar libremente por ellas.

El refuerzo tiene carácter temporal. Se irá revaluando en función de cómo evolucione la conflictividad social. Las manifestaciones convocadas este sábado en toda España por Vox para protestar contra la actuación del Gobierno en las crisis del covid-19 van a servir de termómetro para calibrar el malestar hacia Moncloa. Los expertos creen que la formación de Santiago Abascal puede actuar como amplificador de un movimiento que tuvo un origen netamente vecinal y surgió de forma fortuita.

Con todo, como reveló este diario el pasado martes, la Policía Nacional está investigando por orden del Ministerio de Interior la conexión de Vox y otros colectivos con estas movilizaciones, ante la sospecha de que responderían a una estrategia para tratar de aumentar la conflictividad social y desestabilizar al Gobierno. También se están analizando las vinculaciones de los propios manifestantes y posibles patrones comunes en el desarrollo de las concentraciones. Ningún indicio apunta por ahora a que haya un grupo de líderes dirigiéndolas.

En la marcha convocada por Vox en Madrid está prevista la presencia de 200 antidisturbios. Decenas de agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional han sido activados para garantizar la seguridad de la protesta en otros puntos de España. Los manifestantes recorrerán las arterias de las principales ciudades en coche o moto para limitar el riesgo de contagios. En algunos puntos, como en la capital, se han convocado contramanifestaciones de extrema izquierda y grupos antifascistas están animando a «atacar» los vehículos de los participantes en la protesta de Vox.

(El Confidencial)

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