El próximo martes 17 de mayo reabrirán las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska anunció la fecha con cinco día de antelación. Los guardias civiles desplegados en la zona consideran que es «muy pronto» para llevarla a cabo y avisan: «no estamos preparados» por la falta de medios humanos y materiales.

Los pasos permanecían cerrados desde marzo de 2020. Los motivos: la pandemia y las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos. Más de dos años después, el 17 de mayo a las 00:00 se iniciará una primera fase de reapertura en la zona de El Tarajal, en Ceuta, y de Beni Enzar, en Melilla. Solo podrán acceder los ciudadanos residentes en la Unión Europea y las personas autorizadas para circular en el espacio Schengen.

Después habrá otra fase el 31 de mayo cuando podrán ingresar en las ciudades autónomas los trabajadores transfronterizos legalmente reconocidos. Esta fecha no es casualidad. Coincide con el primer aniversario del asalto masivo a Ceuta de cerca de 10.000 migrantes.

«Estamos en contra de la reapertura»

Las dos principales asociaciones de guardias civiles, Jucil y AUGC, coinciden en remarcar a Vozpópuli que es muy pronto para esta reapertura y advierten de las carencias que se van a encontrar los agentes que tengan que combatir la masiva afluencia de personas que van a intentar acceder a España. «Nos tememos lo peor… si no es el 17 será más adelante. Han prometido el oro y el moro en cuanto a la frontera y luego en realidad no han hecho nada», destaca el portavoz de Jucil, Agustín Leal.

En la misma línea, Pedro Carmona, secretario de Comunicación de AUGC, se muestra en contra de esta reapertura ya que se ha producido «muy pronto» y los agentes no están «preparados» por las carencias que tienen para realizar sus funciones.

Casi 70 agentes para Ceuta y Melilla

Jucil asegura que Marruecos lleva a cabo una «guerra híbrida» con la inmigración que es una forma de presión política. También critica que no se han acabado las obras para reparar la valla en Melilla, donde aún faltan varios metros de instalación de peines invertidos.

Para esto primeros días hay comisionados tanto en Ceuta y Melilla un total de entre 60 y 70 agentes, de los denominados antidisturbios, de la Guardia Civil que tendrán que vigilar 6,5 kilómetros de frontera en Ceuta y 9,6 kilómetros en Melilla.

Agustín Leal reclama que la Guardia Civil debe destinar 200 agentes más a cada una de estas ciudades e incentivar con ayudas que estos emplazamientos sean atractivos como destino. También exige que la ley de inmigración no sea tan laxa ya que algunos de estos inmigrantes fueron violentos a la hora de saltar la valla y ahora están recorriendo impunemente España.

«Guerra híbrida» de Marruecos

El representante de Jucil advierte que en el paso de El Tarajal, que este martes se abre, antes del cierre pasaban 20.000 personas y 3.000 vehículos diarios. Todo ello con un dispositivo de entre 20 y 30 agentes de la Policía Nacional y 4 guardias civiles.

Leal reitera que Marruecos usa una «guerra híbrida» con la inmigración y advierte que, a pesar de los acuerdos alcanzados, siguen llegando pateras a las cosas de Canarias desde zonas marroquíes. «No están tomando el pelo y no hacemos nada. Es un despropósito. Este Gobierno se ha olvidado de la seguridad ciudadana», lamenta.

«Medios obsoletos y deteriorados»

Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) critica que el Cuerpo no tiene la «suficiente plantilla» para la «demanda que se requiere». Otros de los aspectos que destacan es que no hay la dotación de recursos necesaria para afrontar la situación y los que hay están muy «obsoletos y deteriorados».

Porque en muchos de los puestos fronterizos de los agentes «no hay aseos» y en otros muchos no hay ni papeleras por lo que la basura se acumula a su alrededor sin que pueda ser recogida. «Se puede crear mucho lío y más después de llevar cerrado más de dos años», avisa.

Y es que estos primeros días pueden «producirse avalanchas» de personas que quieran entrar en España por lo que reclaman que se aumente el personal de las Comandancias de Ceuta y Melilla. Un temor compartido entre ambas asociaciones que, en caso de producirse, tendrá que ser de nuevo afrontado por la mermada plantilla de guardias civiles desplazados a estas ciudades autónomas..

(Con información de Voz Populi)