Francia cierra fronteras con España por la inmigración ilegal y el terrorismo

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Ahora mismo solo se puede entrar a Francia por carretera desde La Jonquera y unos pocos pasos de montaña permanente vigilados.

Francia lo tiene claro: la inmigración ilegal es un problema de seguridad. Desde que se agravó la crisis migratoria en Canarias OKDIARIO viene informando de la importante brecha de seguridad que el aumento de hasta un 1000% de tráfico de inmigrantes irregulares está suponiendo no sólo para nuestro país sino para el resto de Europa.

Fuentes policiales han venido contando a este periódico cómo algunas organizaciones terroristas usan las crisis migratorias para introducir a sus miembros en Europa a través de nuestro país. De hecho, estas mismas fuentes han explicado a este diario que permitir que los inmigrantes ilegales vuelen a la Península sin control es algo arriesgado porque es imposible saber quién llega al continente europeo y con qué intenciones.

Y es que una de las mayores preocupaciones de los países geográficamente cercanos a España es que un inmigrante ilegal que vuele, por ejemplo, desde Gran Canaria a Madrid o a cualquier otra ciudad española ya tiene vía libre para circular por carretera a través de los países que forman el territorio Schengen. Ante semejante situación de vulnerabilidad y, ante la invisible acción del Ministerio del Interior, para minimizar los riesgos, Francia ha dicho basta y de forma unilateral ha cerrado cinco pasos por carretera en los Pirineos, que unen nuestro país con territorio galo.

Y es que no cabe la menor duda sobre la acción policial que, a través de sus servicios de información, siguen manteniendo a raya a los sospechosos de yihadismo en nuestro país, hayan llegado o no a través del flujo migratorio ilegal. Lo dudoso para los vecinos franceses es que España pueda controlar a los 23.000 inmigrantes irregulares que llegaron a España en 2020 y de quienes Interior no puede asegurar su paradero.

Francia ha llevado a cabo el cierre de estos pasos, aseguran medios galos, como parte de “la lucha contra la inmigración clandestina y la amenaza terrorista”, y en virtud de esa premisa ha colocado obstáculos de hormigón en los pasos de BanyulsCoustougesManrell-Las IllasAja y el paso de Vignole Enveitg. Son todos los accesos posibles desde Cataluña hasta Francia por carretera a excepción de La Jonquera y el paso de Prats de Molló. Las carreteras cortadas permanecerán custodiadas por policía francesa durante un tiempo indeterminado y sólo se permitirá el tránsito de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, médicos y bomberos. Fuentes policiales aseguran a OKDIARIO que con la vigilancia que existe en los pasos provenientes de País Vasco, la accidentada geografía de la frontera pirenaica y estas recientes medidas Francia se asegura un elevado nivel de protección a la hora de controlar el tráfico rodado que entra en su territorio.

De 30 a 50 inmigrantes ilegales al día

Las autoridades locales encargadas de estos cierres aseguran que cumplen órdenes del Gobierno central y revelan un dato muy llamativo: desde el mes de noviembre en la frontera entre Francia y España a través de todos sus pasos se han identificado a diario entre 30 y 50 personas que trataban de entrar al país galo después de haber llegado a España de manera ilegal. Esto ha llevado a cerrar los pasos más complicados de vigilar y dejar sólo abiertos los que se pueden controlar por parte de la policía francesa que, además de los dos mencionados en Cataluña, son otros siete más repartidos en la zona del Pirineo Central.

No se puede pasar por alto el hecho de que Francia haya reforzado su cierre justo hace unas horas. El 6 de enero ya cerró el paso de El Portillón en Lérida, pero la última operación policial llevada a cabo en Cataluña ha agravado la preocupación de las autoridades francesas.

La Policía Nacional detuvo el pasado viernes 8 de enero a tres personas a las que acusa de estar preparando atentados terroristas para perpetrarlos en España o en otro país europeo. La operación se llevó a cabo con la dirección de la Audiencia Nacional y acabó con la detención de dos ciudadanos libios y uno marroquí. Todo empezó por un soplo de los servicios de inteligencia argelinos, con los que Francia trabaja en estrecha colaboración. El hecho de que los presuntos terroristas llegaran a Cataluña y se pudieran instalar en Barcelona sin mayores inconvenientes después de haber llegado hasta Almería embarcados en pateras como inmigrantes ilegales hizo el resto. Francia teme que la inmigración ilegal agrave una situación muy complicada con el terrorismo yihadista que ha colocado a nuestros vecinos en su punto de mira dentro y fuera de sus fronteras. Por eso no se andan con paños calientes y cierran más pasos fronterizos mientras se empeñan en reformular el tratado Schengen de libre circulación.

(Alfonso Egea. OK Diario)

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