Bolaños fracasa y el sanchismo tambalea: No salva a la ‘familia Sánchez’, ni saca adelante las reformas para controlar la justicia

Félix Bolaños fracasa

El presidente del Gobierno eligió a su ministro de Justicia para que solvente todos sus problemas y Bolaños está fracasando estrepitosamente. Pero está siendo cuestionado por todo el mundo y por el mismo Sánchez.

El ministro de Justicia vive su peor momento político. El filomasón Félix Bolaños fracasa estrepitosamente en sus dos principales misiones: salvar a la familia de Pedro Sánchez de los tribunales y aprobar las reformas judiciales con las que el Gobierno pretendía controlar al Poder Judicial.

Su gestión es un desastre que no solo cuestiona su futuro, sino que amenaza directamente a Sánchez, cada vez más acorralado por casos de corrupción que golpean a su entorno personal y político.

La familia Sánchez, camino del banquillo

El Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, dirigido por el juez Juan Carlos Peinado, ha iniciado el procedimiento para sentar en el banquillo a Begoña Gómez, esposa del presidente, junto a su asistente en Moncloa Cristina Álvarez y al delegado del Gobierno en Madrid Francisco Martín. Todos serán juzgados por un jurado popular acusados de malversación.

Además, la Audiencia Provincial de Badajoz confirmó que David Sánchez, hermano del presidente, será juzgado por delitos de prevaricación y tráfico de influencias tras su enchufe en la Diputación Provincial pacense.

Félix Bolaños fracasa al no poder blindar judicialmente al núcleo más íntimo de Pedro Sánchez, lo que demuestra que el sanchismo se desmorona incluso dentro de la propia familia del presidente.

Escándalos que rodean a Pedro Sánchez

La caída del PSOE en credibilidad se agrava con más casos. El Tribunal Supremo acordó procesar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos tras su actuación contra el novio de Isabel Díaz Ayuso.

A esto se suma el encarcelamiento de Santos Cerdán, ex número dos del PSOE, por su implicación en la trama Koldo, y la imputación del exministro de Transportes José Luis Ábalos en el mismo escándalo.

Cada día aparecen nuevos capítulos de corrupción, y el denominador común es el mismo: Sánchez y su entorno. Y mientras tanto, Félix Bolaños fracasa porque no logra frenar la sangría judicial que salpica al Gobierno.

Las leyes Bolaños encalladas

El fracaso no se limita al frente judicial personal. El gran proyecto de Sánchez para controlar al Poder Judicial, conocido como las “Leyes Bolaños”, está totalmente encallado en el Parlamento.

  1. Reforma de acceso a la carrera judicial y fiscal: busca rebajar los criterios de acceso y permitir la entrada masiva de jueces sustitutos, abogados o funcionarios. Un intento de colonizar la justicia con perfiles dóciles al Gobierno.
  2. Reforma del Estatuto del Ministerio Fiscal: otorga más poder al fiscal general, debilitando el contrapeso del Consejo Fiscal y entregando al Ejecutivo la dirección de la Policía Judicial. Con ello, el Gobierno controlaría incluso a la UCO de la Guardia Civil durante la instrucción.
  3. Limitación de las acusaciones populares: se restringen los delitos en los que cabe la acción popular y se exige un “vínculo” con el interés público, lo que en la práctica elimina una de las herramientas de control más eficaces contra la corrupción política.
  4. Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim): arrebata la instrucción a los jueces y la entrega a los fiscales, subordinados del Gobierno.

Todas estas reformas se presentan como modernización, pero esconden un objetivo claro: blindar al sanchismo. Sin embargo, el proyecto ha naufragado. Félix Bolaños fracasa de nuevo, porque ni siquiera logra imponer la maquinaria ideológica en el Congreso.

Críticas dentro y fuera del PSOE

Su gestión como ministro de Justicia está siendo un absoluto fracaso para los intereses de Pedro Sánchez y el presidente del Gobierno no se lo va a perdonar.

La figura de Bolaños se tambalea. Quiso ser el apagafuegos de Moncloa, pero sus intentos han fracasado uno tras otro. No ha conseguido salvar a la familia Sánchez de la justicia ni sacar adelante las reformas que hubieran entregado el control absoluto de la judicatura al Ejecutivo.

Hoy, incluso dentro del propio PSOE, muchos cuestionan su papel. La sensación de fin de ciclo crece, y con cada derrota judicial, el sanchismo se hunde más.

La Justicia frente al socialismo autoritario

España asiste a un choque decisivo: la resistencia de jueces y fiscales frente a un Gobierno que pretende manipular la justicia. Las Leyes Bolaños no son simples reformas técnicas, sino un intento de someter el poder judicial a los intereses políticos de la dictadura sanchista.

Afortunadamente, la resistencia de magistrados, asociaciones judiciales y la propia oposición ha impedido que estas normas avancen. Es la prueba de que todavía queda sociedad civil capaz de plantar cara a los abusos del poder.

Pero el coste político es enorme: cada tropiezo debilita a Sánchez y exhibe que su Gobierno se sostiene sobre trampas y corruptelas. En este escenario, Félix Bolaños fracasa como operador político y como ministro.

El fracaso de Félix Bolaños es el fracaso del sanchismo

El balance es contundente. Félix Bolaños fracasa en su papel de escudero fiel de Sánchez. No ha logrado blindar a la familia del presidente, no ha frenado el avance de los escándalos de corrupción y no ha podido imponer las “Leyes Bolaños” para controlar la justicia.

Su fracaso es, en realidad, el fracaso del sanchismo. Un proyecto que nació con engaños, que se sostuvo sobre pactos indignos con separatistas y comunistas, y que hoy se desmorona en medio de casos judiciales de corrupción y divisiones internas. El tiempo de Sánchez y de Bolaños se acaba.

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