La OTAN y la UE creyeron que podrían derrotar a Rusia utilizando a Ucrania como simple peón en su tablero geopolítico. Apostaron por una estrategia en la Ucrania sería la carne de cañón, y con ello, la sangre la ponían los ucranianos y el beneficio lo cosechaban las potencias occidentales. Sin embargo, la realidad se impone: la guerra se está perdiendo y ahora la OTAN y la UE se enfrentan a una encrucijada. O aceptan los hechos y buscan una salida negociada aceptando un papel de actor secundario, o amplían la guerra y la convierten en un conflicto europeo. En este último escenario, España corre el riesgo de ser la nueva Ucrania, el nuevo peón sacrificado en el altar de los intereses globalistas.
La llamada «Cumbre de la Humillación» en París, a la que ha asistido Pedro Sánchez, no es más que un síntoma de este proceso. Su presencia allí no responde a un papel protagonista, sino a la necesidad de preparar a España para asumir un papel de «carne de cañón». ¿Acaso alguien cree que han dejado ir a Sánchez por su liderazgo o influencia? No. Simplemente se trata de posicionar a España como otro país dispuesto a pagar con sangre ajena los errores y las ambiciones de otros.
Para España, lo mejor sería que la guerra en Ucrania terminara cuanto antes. Pero la realidad es otra: la UE quiere expandirla y el bipartidismo PP-PSOE está dispuesto a ofrecer a los españoles como soldados de un conflicto que no es el nuestro.
Y mientras nos empujan a esta guerra, ¿quién protege los intereses reales de España? La OTAN, la misma que nos quiere arrastrar a este conflicto, es la que protege y rearma a Marruecos, el único país que verdaderamente representa una amenaza real para nuestro territorio.
España no tiene razones para enemistarse con Rusia, aunque, y por muchas razones, no puede ser su aliada. De la misma manera tampoco para alinearse con las potencias que planean una guerra europea, que son los abanderados de la cultura woke y de la muerte, que ocupan un punto estratégico de nuestro territorio – Gibraltar-, que amparan y benefician a Marruecos” que quiere anexionarse territorios españoles. Ni con la OTAN, ni con la UE, ni con EEUU, ni con Rusia: España debe ser neutral. Es cuestión de supervivencia.
Sin embargo, el problema de fondo es más profundo: España ha asumido una mentalidad de lacayo, de eterno subordinado. Si no es a EEUU, es a Bruselas; si no es a la OTAN, es a Rusia. Se nos ha inculcado la idea de que debemos ser vasallos, nunca soberanos. Y esa es la mayor amenaza para nuestro país.
Los soldados españoles están para defender España, no para servir de carne de cañón en guerras ajenas. Si queremos un país soberano, debemos recuperar nuestra independencia y decir un rotundo NO a cualquier intento de involucrarnos en conflictos que solo benefician a otros. España debe velar por sus intereses, no por los de quienes nos ven como simples piezas en su juego de poder.
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2 comentarios en «España y la guerra en Ucrania: entre la soberanía y la sumisión»
Y cuando dentro de 15 ó 20, ó 30 años, Marruecos invada Ceuta y Melilla…, porque sinceramente creo que va a pasar, ¿Nos gustará que nos digan que ese conflicto es nuestro, y que nos busquemos la vida?.
Cuando hay más que evidencias de la intervención rusa en el procés en el año 2017 (que se ha optado por tapar…) ¿también nos mantenemos neutrales?
Es muy atrayente la idea de ser perfectamente soberanos, pero tendremos que explicar y asumir los costes
Como se te ve el plumero. Los responsables del process son Soros y sus subalternos. entre los que destaca individuo en particular de nacionalidad supuestamente española Pedro Sanchez.
Tienes una torpe habilidad para manipular los comentarios, te recomiendo un libro imprescindible: Community Principios basicos y elementales y si quieres una foto de Putin vas a la embajada y se la pides al secretario de la embajada, ojo al dato, estan firmadas por Putin.