España se hunde en el Índice de Libertad de Expresión desde que llegó Sánchez: los datos lo confirman

España retrocede en libertad de expresión

España no deja de caer en los rankings de libertad de expresión. No es un titular periodístico o una opinión subjetiva. Es un hecho constatable, objetivo y documentado. Nigeria, Jamaica o Honduras han superado a España en esta materia. Países que décadas atrás veíamos con condescendencia hoy nos adelantan en libertades básicas.

Atentado continuos a la libertad de expresión

Este martes se ha producido un nuevo atentado contra la libertad de expresión. El Gobierno tramita una regulación para restringir el trabajo de periodistas críticos. A los profesionales que cuestionan al Ejecutivo, Pedro Sánchez los califica como «agitadores ultra». Así los denominan también sus medios afines. Es la censura. Es la deriva totalitaria mediática.

Del «pseudomedio» al señalamiento directo

El actual gobierno socialista de Sánchez, lejos de aceptar la pluralidad de pensamiento o de expresión, ha optado por la estrategia de la represión y la censura. Llama «pseudomedios» a todos aquellos que no aplauden su gestión. ¿El resultado? Una presión institucional que margina al periodismo libre y desacredita cualquier disidencia.

Esto no es un hecho aislado. Es una línea de actuación coordinada y constante. Cada ley, cada declaración y cada maniobra apunta a silenciar al adversario ideológico. La libertad de prensa y la crítica se convierten en objetivos a abatir.

Ranking internacional: España en caída libre

Según los datos de Our World In Data, España ha retrocedido de manera alarmante en el índice global de libertad de expresión. En 2018, cuando Sánchez accedió al poder, España marcaba 0,91 puntos. En 2024, la puntuación se desploma hasta los 0,86 puntos.

La cifra parece pequeña. Pero en un índice donde 1 es el valor máximo, cada décima perdida supone un retroceso preocupante. En los años 2000, España alcanzaba 0,96 puntos. Hoy hemos sido superados por 30 países, incluidos muchos con menos tradición democrática.

¿Qué mide el índice de libertad de expresión?

El Instituto V-Dem utiliza varios indicadores clave para calcular el nivel de libertad de un país:

  1. Censura gubernamental y mediática
  2. Libertad de expresión académica y cultural
  3. Hostigamiento a periodistas
  4. Debate libre para hombres y mujeres
  5. Pluralidad en medios impresos y audiovisuales
  6. Sesgo mediático
  7. Existencia de medios críticos independientes

España suspende en varios de estos puntos. El hostigamiento a periodistas y el control ideológico de medios son síntomas claros del deterioro democrático.

Países con más libertad que España

La situación de España resulta más alarmante cuando observamos a quienes nos superan. Letonia, Lituania, Estonia, pero también países con economías mucho más modestas como Costa Rica, Jamaica, Honduras o Nigeria, se sitúan por delante.

Sí, España ha sido superada por países tercermundistas. Un reflejo vergonzante de lo que ha supuesto el mandato de Pedro Sánchez para las libertades en nuestra nación.

La deriva totalitaria ya no se puede ocultar

La deriva totalitaria de Sánchez es tan evidente que hasta en el extranjero se están dando cuenta. España ya no es vista como una democracia ejemplar, ni siquiera como una democracia. El retroceso en libertad de expresión ha saltado al ámbito internacional.

El señalamiento público de periodistas, la presión sobre medios libres y la intención de criminalizar determinadas opiniones recuerdan a regímenes que rechazamos durante décadas. Pero hoy, se normalizan bajo el socialismo gobernante.

Eliminar el anonimato en redes: nuevo ataque a la libertad

Uno de los proyectos más peligrosos del Gobierno es el intento de acabar con el anonimato en redes sociales. Para muchos ciudadanos, el anonimato es la única vía para expresarse con libertad. Hay casos de represalias laborales contra quienes se han manifestado en contra del pensamiento oficial.

Eliminar el anonimato no busca proteger al ciudadano. Busca silenciarlo. Pretende que la crítica desaparezca por miedo a perder el empleo, a ser señalado o incluso perseguido judicialmente.

España bajo Sánchez: más censura, menos libertad

El retroceso no es una opinión. Es un hecho respaldado por datos. La censura crece, los medios libres se reducen y los periodistas independientes son atacados. Y mientras tanto, los voceros del régimen justifican cada paso hacia el abismo con un discurso de odio y división.

La España de Pedro Sánchez se ha convertido en un país donde opinar cuesta caro. Donde disentir es arriesgado. Donde el poder no tolera preguntas, solo aplausos.

Sánchez ha destruido la libertad de expresión en España

España vive un deterioro acelerado en derechos fundamentales. La libertad de expresión, piedra angular de cualquier democracia, ha sido una de las principales víctimas del sanchismo. El Gobierno no solo legisla para imponer el pensamiento único. También ejecuta campañas de desprestigio contra quienes se atreven a hablar claro.

Hoy España está por debajo de Nigeria, Honduras o Jamaica en libertad de expresión. Es el resultado de políticas totalitarias, de un gobierno que no tolera la crítica ni el pluralismo ideológico..

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