Texas marca el camino: no se puede matar a un niño si su corazón late

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La “Ley del Latido” de Texas que protege el derecho a la vida de los no nacidos a partir de las seis semanas de gestación ha entrado ya en vigor.

En una decisión que ya es histórica, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha permitido que siga adelante la Ley de Texas que prohíbe el aborto cuando se escuchen, atención, los latidos del corazón del niño. La decisión se argumentó así:

En verdad, es todo un símbolo de vida que a un ser humano le lata el corazón. Esto es muy buena señal, y marca un paso importantísimo en la defensa de la vida porque la captación del latido puede variar a medida que mejore la tecnología… y siempre en dirección al principio único del derecho a la vida: defenderla desde la concepción hasta la muerte natural. Sin excepciones.

Además, si en lugar de utilizar el criterio del latido, más o menos a las seis semanas de embarazo, utilizáramos otras “evidencias científicas”, como el ADN, nos remontaríamos mucho más acá de la sexta semana. En cuanto se produce la fecundación ya hay un ser humano con un código genético distinto del padre o de la madre. Por eso, otra verdad incómoda que ocultamos de continuo es que todos los anticonceptivos que se venden hoy en la farmacia son potencialmente abortivos: pueden actuar antes de la concepción… o después.

La norma establece que el aborto está prohibido cuando se detecta el latido fetal y únicamente contempla una excepción por «emergencias médicas».

La ley, que fue aprobada la pasada primavera por su Asamblea Legislativa y ratificada por su gobernador, Greg Abbott, es una de las muchas normas provida que han sido impulsadas en los últimos años por estados gobernados por los republicanos.

Sí, Texas marca el camino para el movimiento provida

Una ley audaz. Senate Bill 8 de Texas (SB8)

La Senate Bill 8 de Texas (SB8), firmada en mayo por el gobernador Greg Abbott, prohíbe los abortos si se detecta el latido del corazón del concebido.

En términos prácticos la ley SB8 obliga a realizar una ecografía antes del aborto que confirme si hay o no latido del corazón del niño concebido. Dado que el latido del corazón del bebé se puede detectar ya en la quinta semana, se estima que cerca del 85% de los concebidos podrán ser salvados. Muchas mujeres no detectan su estado de buena esperanza hasta el primer mes.

La ley, de un modo creativo, ya que Roe vs Wade no permite legislar al estado, traslada el poder a los ciudadanos. Así si el corazón ya late, cualquier ciudadano puede denunciar civilmente (no penalmente) a los actores (médicos y asistentes, por ejemplo), no a la embarazada. Las cuantías pueden llegar a los diez mil dólares.

54.000 abortos anuales en Texas

En 2020, alrededor de 54.000 bebés no nacidos fueron abortados en Texas, y cerca del 85 por ciento ocurrió después de la sexta semana de embarazo, según las fuentes oficiales del propio estado.

Los efectos de la ley son inmediatos y la multinacional abortista Planned Parenthood no realizará abortos mientras no se produzca una sentencia definitiva.

Biden quiere una ley federal que permita abortar hasta el nacimiento

Y este triunfo de los defensores del derecho a la vida ha sido condenado como no podía ser de otra manera por el presidente «católico»(?), Joe Biden. En efecto, el lobby abortista está en estado de shock y el presidente Biden se ha puesto manos a la obra para impedir que el aborto sufra su primera gran derrota definitiva. En respuesta a la decisión de la Corte Suprema, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Joe Biden quiere que el Congreso apruebe una ley federal que haga legal el aborto hasta el nacimiento.

«Por supuesto, nuestro enfoque, y el del presidente, es reiterar nuestro profundo compromiso con el derecho constitucional establecido por el caso Roe v. Wade hace casi cinco décadas» dijo Psaki. «Esto subraya aún más la necesidad de avanzar en ese sentido».

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