El sistema de pensiones tiene ya un agujero de 35.000 millones

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El sistema de pensiones está teniendo grandes dificultades para mantener el nivel de ingresos necesario para poder hacer frente a los gastos disparados como consecuencia de la pandemia y, al mismo tiempo, a las nóminas de los jubilados.

Según las cifras que ha puesto sobre la mesa el servicio de estudios de BBVA Research -y a la espera del cierre presupuestario que se hace tradicionalmente en abril-, el sistema de pensiones español tendrá un déficit del 3,2% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020. Es decir, un agujero de más de 35.795 millones, si se tiene en cuenta la previsión de PIB del propio banco azul.

¿Pero, esto qué significa? ¿Cuál es la magnitud de estos números rojos? Para entender mejor la profundidad del agujero de la Seguridad Social (que a ojos de Bruselas también contempla los gastos en prestaciones por desempleo) solo hay que ver que equivale a más que la riqueza que generó las Islas Baleares en todo el año 2019. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB balear ascendió a 32.356 millones de euros en el año previo a la pandemia, por debajo de los más de 35.000 millones de desfase que habrá en el principal pilar del Estado del Bienestar durante este ejercicio.

Pero se puede hacer otra comparación que también muestra la magnitud de los números rojos que hay en el sistema de pensiones. El déficit de la Seguridad Social solo se podría tapar con la recaudación del Impuesto sobre Sociedades de un año y medio o con medio año de los ingresos del Impuesto de Valor Añadido (IVA), que pagamos puntualmente los consumidores por cada bien o servicio que adquirimos cada día. En 2019 los ingresos totales del Estado por Sociedades ascendieron a 23.733 millones y el del IVA a 71.538 millones.

Según las estimaciones de BBVA Research, el agujero del sistema de la Seguridad Social se ha disparado con la pandemia pero ya era elevado desde que Sánchez gobierna. En 2018 alcanzó el 1,4% del PIB, en 2019 se redujo levemente hasta el 1,3% y en 2020, según las estimaciones disponibles, podría alcanzar el 3,2% del PIB, poniendo en funcionamiento todas las alarmas sobre la sostenibilidad futura del sistema de pensiones a pesar de que, teóricamente, muchos esperaban que la mortalidad creciente por la Covid-19 fuera a frenar el crecimiento del gasto en pensiones. Algo que finalmente no ha sido así.

El problema es que no parece que 2020 vaya a ser el único ejercicio anómalo, a tenor del primer dato que se conoce de 2021. Este martes se revelaba que el gasto en pensiones contributivas arrancó enero superando la preocupante barrera de los 10.000 millones de euros, un hito sin precedentes en la historia de la Seguridad Social.

La tendencia es muy preocupante se mire el dato que se mire: las cotizaciones se hundían a un ritmo acumulado entre enero y noviembre de 2020 del 3,83% en comparación con el mismo periodo del año anterior mientras que el gasto en pensiones crece en ese mismo periodo a un ritmo del 3%.

En realidad, si hasta noviembre de 2020 entraban en la caja de la Seguridad Social 108.186 millones de euros en concepto de cotizaciones sociales, los pagos realizados en pensiones (sin contar los subsidios) superaban los 113.000 millones (exactamente ascendía a 113.135 millones), lo que significa que hay un desfase de casi 5.000 millones, a la espera del cierre del ejercicio, cuando hay un nuevo pico de gasto por la paga extra de diciembre que cobran los jubilados. Contando con las ayudas a autónomos, el gasto de los ERTE y el desplome de otros ingresos, el agujero podría llegar a los 35.000 millones que muestran las estimaciones de BBVA.

El sistema de pensiones tiene ya un agujero de 35.000 millones, más que el PIB de Baleares de un año

Según el banco azul, «la administración central ha asumido la mayor parte del coste de la crisis sanitaria, ya que ha compensado el deterioro fiscal ocasionado por la pandemia tanto en la, que registra en sus cuentas el impacto de las medidas de protección social aprobadas, como, sobre todo, en las comunidades autónomas, que soportan la gestión del coste socio-sanitario».

El gran problema es que el Gobierno, para corregir el déficit, no puede contar con que resucite el sector empresarial, que ya está anunciando cierres y despidos masivos en 2021, sobre todo porque España es un país con un gran peso de los servicios y el turismo y el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias apenas ha movilizado recursos para estos dos sectores que eran básicos y que la pandemia ha fagocitado.

El Gobierno lo confía todo a la subida de impuestos -que BBVA ya avisa que tendrá un escaso impacto en los ingresos estatales- y en el final de las medidas de alivio para autónomos y pymes, que implica que empresas que aún no han recuperado su actividad y siguen afectada por las restricciones tienen que empezar a devolver el dinero que se les ha otorgado. BBVA lo explica así: «La finalización del periodo de aplazamiento del pago de las deudas tributarias aprobado por en las medidas de contención del impacto de la Covid-19, estaría sosteniendo también la recaudación del tramo final del año».

(Calixto Rivero. OK Diario)

Deja un comentario