El siguiente en ilegalizar será Vox

Europa ya no es una democracia, es una tiranía disfrazada.

La reciente decisión de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) en Alemania de calificar a Alternativa para Alemania (AfD) como «organización extremista» va más allá de una simple medida de política interna: es un aviso para toda Europa. El objetivo real es claro: eliminar cualquier forma de disidencia soberanista. Primero impidieron que Georgescu se presentara como candidato en Rumanía, luego inhabilitaron a Marine Le Pen en Francia, y ahora se prepara la ilegalización de AfD en Alemania. El siguiente blanco será Vox en España.

Mientras los medios controlados por el régimen venden esta maniobra como una “defensa de la democracia”, en realidad encubre una persecución sistemática contra los partidos que defienden la soberanía nacional, la identidad cultural europea y la verdadera libertad de los pueblos frente al totalitarismo globalista.

En un informe oficial, la BfV ha calificado como “extremista” a AfD, el partido con mayor intención de voto en Alemania. Esto coloca a cerca de quince millones de alemanes bajo la sospecha de ser enemigos del sistema. ¿La consecuencia inmediata? Vigilancia policial y, con toda probabilidad, su futura ilegalización.

Según el comunicado oficial, el posicionamiento antiinmigración de AfD “no es compatible con el orden fundamental libre y democrático”. Esta afirmación no es de naturaleza jurídica, sino puramente ideológica. Se les persigue por cuestionar y disentir del dogma multicultural y de la inmigración masiva impuesta desde Bruselas.

El vicepresidente de la BfV, Sinan Selen, y la vicepresidenta, Dra. Silke Willems, han sido claros: “Estamos convencidos de que Alternativa para Alemania es un movimiento claramente de extrema derecha”. Ya han catalogado como “extremistas” a sectores internos del partido, como su ala juvenil.

El caso alemán no es una excepción. En Rumanía y Francia ya se han iniciado procesos similares. Europa ha entrado en una fase de dictadura encubierta, donde los regímenes partitocráticos globalistas, bajo apariencia democrática, eliminan cualquier forma de oposición real mediante medios administrativos, judiciales y mediáticos.

España no será la excepción y no escapará a esta deriva. Todo apunta a que el siguiente paso será ilegalizar a Vox y a otros partidos soberanistas de menor presencia. La izquierda liderada por el PSOE estaría encantada de impulsar dicha medida, pero lo verdaderamente grave es que el PP, como buen servidor y cómplice del sistema globalista, no se opondría.

Este bipartidismo corrupto ha asumido como objetivo común eliminar a los últimos bastiones políticos que defienden la unidad de España, la familia natural, la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y la libertad educativa y religiosa.

La supuesta pluralidad política en Europa no es más que una máscara. Lo esencial no es la alternancia de siglas, sino la unidad ideológica del régimen en torno a los dogmas de la Agenda 2030, la ideología de género, el globalismo y la inmigración masiva.

Una vez controlados o ilegalizados los partidos soberanistas, el sistema impondrá sin resistencia el euro digital y el DNI europeo. Así se cerrará por completo el cerco: vigilancia total, censura institucionalizada y persecución sistemática de cualquier disidente. Tiranía consolidada.

Muchos creen que todavía hay margen para reaccionar. La realidad, sin embargo, es otra: cuando despierten, ya será tarde. El régimen no aspira a gobernar, sino a dominar.

La única razón por la que aún no han ilegalizado a Vox es que, a día de hoy, no representa una amenaza de gobierno real. Solo es aceptado como socio subordinado en gobiernos autonómicos o municipales. Mientras no tenga opciones reales de gobernar, el sistema lo tolerará.

Pero basta con que su respaldo en las encuestas aumente, como ocurrió con AfD en Alemania —donde una encuesta de Ipsos en marzo la situó como primera fuerza— para que se active el engranaje represivo. Es solo cuestión de tiempo.

Vox y el resto de partidos políticos soberanistas deben prepararse para este escenario. Y los ciudadanos también. Lo que está en juego no es solo la existencia de un partido político determinado, sino la libertad de millones de españoles que no aceptan arrodillarse ante la tiranía disfrazada de democracia.

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4 comentarios en «El siguiente en ilegalizar será Vox»

  1. Que lo quieren hacer no hay ninguna duda, que lo hagan ya veremos, pero no me extrañaría nada. Y el Pp encantado de la vida. Aunque yo en ese caso a la playa, al bar o en casa. Jamás votaré Pp. Que se hunda Expaña, se lo merece.

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    • Yo creo que se están pasando demasiado y que no van a poder lograrlo. Son ya demasiadas naciones las atacadas por estos canallas.
      Que el PP estaría encantado de que ilegalizaran a VOX, no cabe dudarlo. Aunque si los muy cretinos se creen que los votos de VOX van a ir para ellos, están listos; alguno recogerán, pero serán pocos. La mayoría de los que votamos a VOX somos desengañados del traidor PP.

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  2. El Reino Unido lo tuvo muy claro en su dia y tomo la buena decision de abandonar la comunidad que en un principio fue llamada Mercado Comun, cosa excellente, pero con el tiempo, se ha politizado. .

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