El plan del Gobierno al rebajar los requisitos para poder cursar FP: títulos rápidos, sin preparación y votos seguros de los inmigrantes

El Gobierno ha dado un nuevo paso en su estrategia de desmantelamiento educativo: la rebaja de requisitos para acceder a la Formación Profesional (FP). A partir de ahora, cualquier adulto con experiencia laboral podrá cursar FP sin necesidad de acreditar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) ni ninguna otra titulación académica previa. Según el Consejo de Ministros, bastará con demostrar un nivel mínimo en Lengua Castellana, Matemáticas y Digitalización.

El resultado es claro: la mayoría de inmigrantes, legales o ilegales, podrá obtener un título sin necesidad de formación real. No se trata de crear personas preparadas, sino de fabricar votos con ciudadanos agradecidos por un papel que, en la práctica, no garantiza ninguna competencia real.

La educación a la baja: formación o simple titulación

Casi la mitad de la población activa carece de acreditación profesional pese a desempeñar un trabajo. Son más de 10 millones de adultos sin título académico que podrán beneficiarse de esta rebaja.

Hasta ahora, para acceder a FP era imprescindible contar con un mínimo de formación reglada: ESO para los ciclos de grado medio y Bachillerato o equivalente para los de grado superior. Con el nuevo real decreto, este requisito desaparece. En su lugar, se aplicarán evaluaciones controladas por las Comunidades Autónomas, que podrán decidir los criterios de acceso, haciendo de este un procedimiento ambiguo y politizado. Y, por supuesto, serán carne de cañón para su fidelización electoral.

Un camino directo al empobrecimiento académico

Ahora, las pruebas de acceso serán opcionales y podrá sustituirse la acreditación oficial por simples «cursos no formales». Como resultado, miles de personas podrán obtener un título sin haber adquirido conocimientos sólidos. Se deja de lado la excelencia y el esfuerzo para imponer la titulación masiva sin garantías de calidad.

Con esta medida, el Ejecutivo pretende vender como un logro la inclusión de un sector poblacional al sistema educativo. Sin embargo, lo que realmente está haciendo es degradar el nivel formativo y convertir la FP en un mero trámite administrativo para repartir diplomas.

Ideologización y populismo educativo

Si la reforma de la FP ya resulta preocupante, el trasfondo ideológico que la acompaña es todavía más alarmante. Mientras se eliminan requisitos académicos, se refuerzan contenidos ideológicos en el currículo. La «perspectiva de género» sustituye a la excelencia académica, y el pensamiento crítico se ve reemplazado por dogmas impuestos.

Según el Ministerio de Educación, el nuevo sistema garantizará «un procedimiento permanentemente abierto, gratuito y accesible para que la ciudadanía con bajo nivel de competencias pueda validarlas y continuar con su formación«. La realidad es que lo que se está garantizando es una estructura donde se premia la mediocridad y se condena el esfuerzo.

Una estrategia de control disfrazada de inclusión

El plan del Gobierno no busca mejorar la formación de los ciudadanos, sino crear una sociedad dependiente del Estado, donde los títulos sean simples herramientas de control electoral. No quieren una población educada, ni con pensamiento crítico. Quieren una población titulada y manipulable.

Mientras tanto, el nivel de excelencia en la educación sigue desplomándose, alejando a España de los países que apuestan por la competitividad y la formación rigurosa. Un país que renuncia a la excelencia está condenado al fracaso, y con este Gobierno, la dirección es clara: hacia la ignorancia masiva.

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1 comentario en «El plan del Gobierno al rebajar los requisitos para poder cursar FP: títulos rápidos, sin preparación y votos seguros de los inmigrantes»

  1. ¡Con el prestigio que alcanzó la Formación Profesional en tiempo de Franco! No me extraña que el felón le odie tanto… Tenía todo lo bueno que no tiene él.

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