El Gobierno Sánchez, en su golpe de estado, hunde la imagen de España con incidentes nacionales internacionales

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Si ya es abucheado cada vez que va a un acto a nivel nocional ahora está hundiendo la imagen de España más allá de nuestras fronteras

La imagen nacional e internacional de Pedro Sánchez y España está cada vez más debilitada. Ni siquiera el tener la presidencia de turno de la Unión Europea parece salvar al actual Gobierno. Sobre todo por la actitud que ha decidido tomar Pedro Sánchez, que va acumulando incidentes y errores nacionales e internacionales.

Y es que en los últimos días hemos visto como durante su visita a Israel, atacaba directamente a las decisiones de Netanyahu y se ponía al lado de Hamas, lo que ha propiciado diferentes reacciones y no solo del primer ministro israelí, también del ministro de exteriores del país. De hecho, hasta la UE se ha desmarcado de Sánchez y ha erosionado su imagen internacional por la crisis diplomática con Israel

Una larga lista de incidentes internacionales

Pero el de Israel no ha sido el último, ya que en su entrevista en TVE de este pasado jueves, Pedro Sánchez atacó al gobierno de Italia, ya que aseguró que en las elecciones del 23-J «se salvó una bola de partido», ya que añadió que «en Italia está gobernando la ultraderecha». Palabras que no han sentado muy bien como es lógico.

En 2021 fue Marruecos quien consideró «una provocación explícita» el hecho de acoger en un hospital español «por razones humanitarias» del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. También con la tensión por la crisis migratoria en Ceuta del que dijeron que «hay actos con consecuencias y se tienen que asumir».

El último de la lista sucedió con Nicaragua en agosto de 2021, a raíz de un duro comunicado de la Cancillería nicaragüense en el que señalaban y denunciaba n había existido injerencia por parte de nuestro país y recurría a los GAL o a Cataluña para criticar al Gobierno.

Los incidentes nacionales no le van a la zaga

He aquí una pequeña lista de los errores, incidentes y varapalos que ha recibido en los últimos días en España:

  • El Tribunal Supremo anula el nombramiento de la presidenta del Consejo de Estado, la ex ministra socialista Magdalena Valerio
  • El Poder Judicial considera que el fiscal general del Estado nombrado por Sánchez no es idóneo para el cargo.
  • Censura: Sánchez destituye al diplomático que criticó la amnistía a los políticos independentistas catalanes.
  • El Tribunal de Cuentas desvela el descontrol de contratos en la fundación que preside la vicepresidenta Nadia Calviño.
  • El ex presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, afirma que la amnistía “es un desafío al orden constitucional” y Felipe González la tilda de “intolerable”.
  • PSOE y Junts se niegan a hacer público el nombre del verificador en vísperas de la primera reunión en Ginebra sobre el acuerdo que facilitó la investidura de Sánchez.
  • Repsol amenaza con llevarse a Francia o Portugal inversiones de 1.500 millones por la falta de seguridad jurídica y fiscal en España.

En definitiva, Sánchez es como esos boxeadores groguis que dan puñetazos al aire a diestro y siniestro. Y cuando un boxeador está así es, por una parte, más peligroso pero por otra parte, es el momento de dejarle KO. Es el momento

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