La ‘caza de brujas’ de Sánchez: controlar a los periodistas, a los medios, a los anunciantes y con una ley que, además, lo ampare

Sánchez va en serio en su hoja de ruta de implantar una dictadura en forma de república marxista federal. Lleva tiempo dando pasos hacia ellos. Ahora es descarado. Ha decidido acelerar sus movimientos porque hay un horizonte penal que le afecta directamente.

No es solo la egolatría de un loco – que la tiene- lo que le lleva a una obsesión por destruir, no sólo la libertad de prensa, sino también la libertad de expresión. Su ataque contra la prensa digital precede a un ataque contra la libertad de hablar por la Red. Es el intento de implantar una dictadura

Su estrategia tiene varias fases que se darán simultáneamente: controlar a los periodistas, a los medios, a los anunciantes y con una ley que, además, lo ampare. Y ya está dando pasos. veamos los principales:

Amenazas individuales a periodistas

Algunos colaboradores de medios están recibiendo mensajes de pesos pesados de Moncloa con un  “Te estás radicalizando”. Un comentario que no llega en un momento cualquiera, sino cuando justo antes, Sánchez señaló  que su Gobierno analizará un plan para intervenir en el sector de los medios de comunicación para acabar con lo que consideran «desinformación», esto es, la crítica y la disidencia. ¿y qué hará con estos periodistas díscolos?. Sencillo, usará la estrategia comunista de «asesinado a uno, educado a miles». En este contexto se prevé que algunos periodistas sean, a corto plazo, cancelados y penalizados judicial y económicamente.

Plan para intervenir, controlar y censurar el sector de los medios de comunicación: «Caza de brujas»

Aunque todavía se desconocen los detalles de esta estrategia. el propósito de este aprendiz de dictador, según explicaba en su entrevista en TVE, es poner coto a lo que llama “pseudomedios” para “acabar con los bulos y la desinformación”. 

Será una auténtica ‘caza de brujas’ que afectará a los empresarios de la información y sus profesionales, que quedarán a expensas de que el Gobierno les coloque esa etiqueta, y también a sus grupos de interés como son los grandes anunciantes, que en su caso suelen tener relaciones de obligado cumplimiento con Moncloa para el día a día de su negocio. Desde alguna de las grandes empresas que hacen campañas masivas aseguran a este medio que esta “peligrosa” intención también les pone en el foco.

El Gobierno y la financiación de los medios

La explicación de Pedro Sánchez sobre el escenario mediático es una declaración de intenciones para estas empresas. Estas empresas, que en muchos casos son multinacionales, conocen algunas prácticas de control de medios a través de sus ingresos que han vivido en otros países. “Primero son mensajes o comentarios leves sobre las ‘relaciones tóxicas’ con medios no afines”, explican desde el sector.

“Luego aparece un siguiente escalón como inspecciones fiscales generalizadas, inspecciones de trabajo para atentar contra el ejercicio libre de la profesión periodística. El objetivo final es asfixiar económicamente a los medios influyendo en las empresas reguladas, como son algunas como bancos, energéticas o ‘telecos’”, puntualizan.

 “Yo defiendo la libertad de prensa, pero…”: Ley de medios de comunicación

Pedro Sánchez declaró lo siguiente en su primera entrevista tras anunciar que no dimitía: “Yo defiendo la libertad de prensa, pero lo que es inadmisible es defender todo este fango, todos estos bulos, toda esta desinformación”.

Y por ello, no extraña  que un ‘socio’ del presidente como los comunistas de Unidas Podemos tarden pocas horas en subir la apuesta del presidente y reclamar «una ley de medios de comunicación» para ‘defender la libertad de prensa, pero…’.

Una vez controlado a los periodistas, a los medios, a los anunciantes y con una ley que los ampare, el dictador puede hacer y deshacer lo que quiera.