El Gobierno avanza con su plan de demoler presas y pantanos fundamentales de acuerdo con la agenda 2030

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El futuro de La Retorna, una presa histórica situada en La Rioja, parece inclinarse cada vez más hacia la demolición. Una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha confirmado la resolución emitida hace más de dos años por la Confederación Hidrográfica del Ebro, que exige el desmantelamiento de la infraestructura.

Esta resolución judicial llega en un contexto de creciente rechazo social y de expertos hacia la enorme demolición de presas y otras infraestructuras hidráulicas que se está realizando en España. En las últimas dos décadas, más de 560 instalaciones fluviales, entre presas, molinos y azudes, han sido desmanteladas con la excusa de «devolver los ríos a su estado natural». Sin embargo, este radicalismo ecológico impulsado por la Agenda 2030 está demostrando ser un camino peligroso.

La tragedia de Valencia en octubre del año pasado, que dejó cientos de muertos y enormes pérdidas materiales, debería haber servido como una advertencia para el Gobierno de las consecuencias de su fanatismo ecológico. Pero aún siendo el más grave, no ha sido el único: recientemente, en ríos como el Voltoya y el Cega, las poblaciones cercanas han experimentado inundaciones tras la eliminación de presas que antes regulaban el flujo de agua, generando daños a cultivos, infraestructuras y viviendas. Pero lejos de rectificar, el Gobierno continúa avanzando en su hoja de ruta, desmantelando las presas y pantanos que son fundamentales para la gestión del agua y la prevención de inundaciones. ¿Qué más tiene que suceder para que el Gobierno se dé cuenta de que lo que está haciendo es una barbaridad? ¿Cuántas tragedias más necesitamos sufrir para que cesen en este radicalismo ecológico?

La realidad es que el fanatismo radical nunca puede ser la base de una política pública sensata, una postura ideológica que prioriza la ecología radical y fanática sobre la seguridad y las necesidades humanas. La eliminación de estas infraestructuras trae consecuencias indeseables, como la pérdida de vidas humanas, la devastación de economías locales y el retroceso en la seguridad hídrica. En lugar de proteger a los ciudadanos, el Gobierno parece más interesado en cumplir con una agenda ideológica que ignora la realidad sobre el terreno.

Las presas no solo son cruciales para el almacenamiento de agua, sino también para la regulación de ríos y la prevención de inundaciones. Desmantelarlas porque sí y sin una alternativa viable es un error gravísimo.

El Gobierno debe reconsiderar su postura antes de que más comunidades sufran las consecuencias de estas decisiones imprudentes y radicales. El equilibrio entre el desarrollo sostenible y la seguridad de la población es posible, pero no a costa de desmantelar infraestructuras esenciales que han sido testigos de la historia de nuestro país.

Es momento de que el Ejecutivo ponga fin a este desmantelamiento sin sentido. La soberanía hídrica de España no puede ser sacrificada en nombre de una agenda que no refleja las verdaderas necesidades de la nación. Es hora de que el Gobierno escuche a los expertos y a las comunidades afectadas y detenga este desmantelamiento que solo trae desgracias.

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4 comentarios en «El Gobierno avanza con su plan de demoler presas y pantanos fundamentales de acuerdo con la agenda 2030»

  1. este tipejo, ni tiene ni idea de cómo se debe llevar un gobierno.Es un auténtico paleto. cuando duerme, piensa en algo, aunque sea desastroso , y lo lleva a cabo. no he visto persona «»»»» que no lo es, gobernando nada más y nada menos, que un país como España. sinceramente, creo que debe de estar en un Siquiátrico amarrado y sin dejarlo salir a ningún sitio.

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  2. El problema con muchas presas y embalses es su titularidad y utilidad. Hay casos en los que nadie se hace cargo de un embalse y es la correspondiente confederación la que dispone lo procedente al respecto. Por ejemplo la presa de Valdecaballeros se construyó para que sirviera de refrigeración de una central nuclear que no llegó a construirse. Durante años se ha mantenido y ha sido aprovechada para abastecer dos localidades de la zona, la CHG decidió demolerla y obviamente se montó «el pollo». Por ello hay que gestionar la utilidad de una presa o embalse antes de decidir sobre ello. Cada cuenca tien que tener un plan hidrológico que permita la regulación de su cauce y el control de avenidas para evitar problemas como ha ocurrido recientemente en Valencia.

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  3. No se puede esperar otra cosa de un gobierno de ineptos. Absolutamente todo está orientado a ganar elecciones a cambio de comprar las voluntades que sean necesarias , olvidando las necesidades reales de la nación. Promesas incumplidas, mentiras continuadas, decisiones sin base alguna tan solo guiadas por un absurdo fanatismo. Pero no olvidemos algo muy importante. Todo esto ocurre porque el «flautista de hamelin» toca la flauta y los ratones lo siguen sin rechistar, pues nadie quiera perder el queso. Somos lo españoles en su conjunto, todos y cada uno de nosotros, los responsables de lo que está ocurriendo. Esperemos que la nación despierte antes de que sea demasiado tarde y no permita que la dictadura sanchista termine de dominar los escasos resortes de poder que todavia respiran libertad. Yo conocí una dictadura y se como funciona y por eso veo tan claro la nueva dictadura que se está estableciendo en esta ocasión vestida de democracia.

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