La reciente filtración de documentos del Gobierno de Estados Unidos ha destapado una de las jugadas maestras del globalismo: la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha otorgado al menos 250 millones de dólares para financiar proyectos promovidos por el magnate globalista George Soros en todo el mundo. Este escándalo demuestra cómo el globalismo no solo impone su agenda ideológica, sino que además se financia con dinero público para expandir su influencia.
USAID y Soros: una alianza para imponer la ideología de género en el mundo
Según la información divulgada por el portal justthenews.com, y recogido por La Gaceta, la USAID canalizó estos fondos a través del East-West Management Institute, un ente vinculado a la Open Society, la institución bandera de Soros.
Lo que en apariencia podrían parecer iniciativas legítimas, en realidad responden a un patrón ideológico muy bien estructurado que busca socavar la soberanía de las naciones e imponer la agenda globalista, con especial énfasis en la ideología de género y el progresismo radical.
Un escándalo que viene de lejos
El vínculo entre la USAID y la Open Society de Soros no es nuevo. Ya en 2017, durante la primera administración de Donald Trump, un grupo de senadores republicanos alertó al entonces secretario de Estado, Rex Tillerson, sobre la orientación ideológica de la agencia. En ese momento, se evidenció que la USAID estaba financiando proyectos en países como Albania y Macedonia para promover políticas izquierdistas y de género.
Esta conexión entre dinero público y activismo globalista confirma cómo el globalismo opera con una doble estrategia: se presenta como humanitarismo mientras impone sus doctrinas ideológicas en diferentes naciones.
Trump responde con una auditoría total
Ante este nuevo escándalo, el expresidente Donald Trump ha tomado cartas en el asunto. En una reciente declaración, anunció su decisión de exigir una auditoría exhaustiva a todas las ONG beneficiarias de los fondos de la USAID. Además, ha iniciado una reestructuración de la agencia, declarando a gran parte de su personal en licencia administrativa.
Actualmente, de los 10.000 empleados que tenía la USAID a nivel global, solo 300 han sido retenidos para funciones esenciales. Este recorte drástico es una señal clara de que el globalismo está perdiendo uno de sus bastiones financieros más importantes.
La verdadera misión de la USAID ha sido traicionada
Originalmente, la USAID tenía la misión de canalizar recursos hacia ONG humanitarias, pero en vez de cumplir con este objetivo, ha desviado cientos de millones de dólares para fortalecer el aparato ideológico de Soros y su agenda izquierdista. Esto deja en evidencia que el globalismo no solo busca el control político y cultural, sino que también se sostiene con dinero público.
El caso de la USAID y Soros es solo la punta del iceberg. La connivencia entre fundaciones globalistas y agencias estatales demuestra que el combate contra esta agenda no solo es cultural, sino también económico.
El globalismo en su encrucijada
Este escándalo es una muestra más de que el globalismo es una realidad tangible que se infiltra en las instituciones y manipula recursos públicos para sus propios fines. La auditoría impulsada por Trump y el desmantelamiento de estructuras como la USAID deberían ser solo el comienzo de un proceso que puede llevar a la caída del entramado globalista.
El globalismo, que se creía intocable, está comenzando a sentir el peso de la verdad y de la resistencia de los pueblos.
Dios escribe con renglones torcidos.
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