El globalismo al rescate de Kamala Harris: El hijo de Soros intensifica los ataques a Trump ante la debilidad de Harris

A menos de tres semanas de las elecciones presidenciales, el nerviosismo de los globalistas crece ante el posible triunfo de Trump

El globalismo percibe como urgente la necesidad de evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

Para el globalismo, la derrota de Trump es crucial para mantener el curso de su agenda.

A medida que Estados Unidos se prepara para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024, se constata con mayor claridad que Kamala Harris, actual vicepresidenta, es la elegida por el globalismo, un movimiento que agrupa a élites internacionales, instituciones supranacionales y multimillonarios como George Soros y su hijo, Alexander Soros. En contraste, Donald Trump, expresidente y principal candidato republicano, continúa siendo una amenaza para esta agenda globalista, debido a su enfoque populista y su rechazo a someterse a los intereses del «estado profundo» de Estados Unidos.

Este artículo analiza el papel fundamental que juegan actores globalistas claves, como los Soros, en la promoción de Harris y la deslegitimación del expresidente Trump, con el fin de garantizar que la agenda globalista no sufra retrocesos.

El Globalismo y su Agenda en las Elecciones de 2024

El globalismo está siendo promovido por una serie de élites globalistas a través de instituciones supranacionales como la ONU, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea.

En el contexto de Estados Unidos, el globalismo ha encontrado en Kamala Harris la candidata ideal dispuesta a abrazar el globalismo y a promoverlo desde la Casa Blanca. Harris representa la estabilidad y continuidad de una política exterior cooperativa, lo que resulta atractivo para las élites globalistas. Es la continuidad de la anterior administración Biden. En contraste, Donald Trump ha sido desde su primera campaña en 2016 el enemigo natural de esta ideología, con su enfoque de «América Primero», que privilegia los intereses nacionales y el mantenimiento de la soberanía nacional contra las injerencias y el intento de control supranacional.

Donald Trump: El Outsider que desafía al Estado Profundo

Trump, al igual que en las elecciones de 2016 y 2020, sigue siendo percibido como un outsider, alguien que no pertenece a las estructuras tradicionales del poder político en Washington D.C. Su ascenso como líder republicano puso en alerta a las élites globalistas, quienes lo consideran una amenaza para sus intereses a largo plazo.

Durante su mandato, Trump retiró a Estados Unidos de varios acuerdos globales, como el Acuerdo de París sobre el cambio climático y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), argumentando que estos pactos perjudicaban a la clase trabajadora estadounidense y beneficiaban a las élites internacionales. Su enfoque nacional chocó frontalmente con los principios del globalismo, que priorizan el dominio global por unas élites y la pérdida de soberanía de las naciones.

Los actores globalistas ven en Trump a una figura incontrolable, alguien que desafía las reglas del juego y que está dispuesto a desmantelar las estructuras que han permitido la expansión de su influencia. Para estas élites, un segundo mandato de Trump representaría un retroceso en la implementación de políticas clave relacionadas con el cambio climático, la regulación financiera global, y la gobernanza supranacional.

Kamala Harris: La candidata ideal del globalismo

Kamala Harris ha sido señalada como la favorita de los globalistas para las elecciones de 2024, sobre todo después de que hicieran dimitir a Joe Biden, Harris, con su enfoque radical abortista e izquierdista  ha mostrado claramente su disposición a colaborar con las instituciones internacionales. Por ello ha sido vista como la candidata ideal para continuar con la agenda globalista que se inició con la administración Biden.

A lo largo de su carrera, Harris ha apoyado políticas que alinean con los intereses del globalismo. Ha defendido la necesidad de abordar el cambio climático a nivel global, ha promovido la cooperación internacional en temas de salud pública, y ha adoptado posturas como el aborto como derecho, o la inmigración masiva, lo que la convierte en una aliada natural de las élites globales.

Sin embargo, su candidatura no es únicamente el resultado de sus posturas políticas, sino también del respaldo de poderosos actores detrás de la escena, como George Soros y su hijo Alexander.

George Soros y su influencia en la política global

George Soros, uno de los globalistas multimillonarios más influyentes del mundo, ha sido durante décadas un actor clave en la promoción de causas globalistas a través de su red de organizaciones, como la Open Society Foundations. A lo largo de su vida, el globalista Soros ha financiado movimientos y campañas para promocionar las políticas de extrema izquierda, como la ideología de género, al colectivo lgtbi-trans, la inmigración masiva ilegal, etc., todos temas alineados con la agenda globalista.

El papel de Soros en las elecciones estadounidenses no es nuevo. En 2020, ya había manifestado abiertamente su oposición a Donald Trump, a quien describió en una entrevista con el periódico El País como un «embaucador» que socavaba la democracia desde dentro. En esa misma entrevista, Soros expresó su esperanza de que Trump fuera derrotado en las elecciones de noviembre, y, tras la victoria de Joe Biden y Kamala Harris, celebró el resultado como un primer paso hacia la «reparación del daño» causado durante el mandato de Trump.

Alexander Soros: El Heredero del proyecto globalista

En 2023, George Soros decidió delegar la gestión de su vasto imperio empresarial a su hijo, Alexander Soros, quien ha asumido un rol más activo en la política global. Alexander Soros, quien se define como «más político», esto es, mucho más radical de izquierdas que su padre, ha intensificado su implicación en los asuntos internos de Estados Unidos, utilizando su influencia y recursos financieros para promover la candidatura de Kamala Harris y socavar la de Trump.

Alexander Soros ha dejado clara su postura en favor de Harris, afirmando en diversas ocasiones que ella es «la mejor candidata» para continuar con la agenda izquierdista y globalista. En una de sus declaraciones más recientes, señaló: «Es hora de que todos nos unamos en torno a Kamala Harris y derrotemos a Donald Trump». Esta declaración refleja la urgencia con la que el globalismo percibe la necesidad de evitar que Trump regrese a la Casa Blanca.

La estrategia mediática: Desacreditando a Trump

La estrategia del globalismo no solo se enfoca en apoyar a Kamala Harris, sino también en atacar a Donald Trump. Los Soros han desplegado una red de medios de comunicación y organizaciones que se han dedicado a difundir una narrativa negativa sobre Trump. Esto ha incluido desde acusaciones de racismo hasta cuestionamientos sobre su capacidad para liderar.

Alexander Soros ha sido particularmente activo en redes sociales, utilizando plataformas como X (anteriormente Twitter) para amplificar mensajes críticos sobre Trump. En varias ocasiones, ha señalado que los medios de comunicación deben llamar a Trump «un delincuente convicto» y ha sugerido que la repetición de este tipo de mensajes es clave para influir en la opinión pública.

Además de las críticas directas, la maquinaria mediática globalista ha trabajado para enmarcar a Trump como una figura autoritaria y peligrosa. Informes de medios como Politico han calificado su retórica de «racista», una narrativa que ha sido repetida por diversos medios alineados con los intereses globalistas. El objetivo es claro: deslegitimar a Trump y presentar a Kamala Harris como la alternativa sensata y moderada que puede restaurar el orden en un mundo en crisis.

La Amenaza de un segundo mandato de Trump para el Globalismo

El globalismo ve en un posible segundo mandato de Trump una seria amenaza para sus intereses. Trump ha dejado claro que su enfoque «América Primero» no solo continuará, sino que se intensificará si regresa a la Casa Blanca. Esto incluiría probablemente la retirada de más acuerdos internacionales, la imposición de políticas proteccionistas, y el debilitamiento de instituciones supranacionales como la ONU o la OMS. Para los globalistas, esto sería un golpe devastador para sus planes de lograr el control mundial.

La Guerra por el Futuro de Estados Unidos

Las elecciones de 2024 en Estados Unidos no son solo una contienda entre dos candidatos, sino una lucha entre dos visiones radicalmente diferentes del futuro. Por un lado, el globalismo, representado por Kamala Harris y respaldado por el globalismo a través de figuras como George y Alexander Soros . Por otro lado, Donald Trump encarna el resurgimiento del patriotismo nacional, una postura que defiende la soberanía nacional y rechaza la intromisión de actores globalistas en la política interna.

Para el globalismo, la derrota de Trump es crucial para mantener el curso de su agenda. Están dispuestos a movilizar todos los recursos a su disposición para asegurarse de que Kamala Harris gane las elecciones. Esto incluye desde el respaldo financiero y mediático de los Soros hasta la utilización de plataformas de redes sociales y medios de comunicación para desacreditar a Trump y su movimiento. Las próximas semanas serán decisivas para el futuro de Estados Unidos y del orden global.

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