Cuantas veces le hemos oído a Zapatero y al PSOE presumir de ser los artífices del fin de ETA, de haber acabado con el terrorismo.
La única verdad de todo ese proceso es que ETA estaba derrotada y, prácticamente, eliminada gracias a la lucha antiterrorista que con medios policiales y judiciales ejercieron durante muchos años la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Jueces, fundamentalmente.
Simplemente había que darle el último toque y ETA caería para siempre, sin negociar absolutamente nada. Con los asesinos no se negocia.
Pues esa labor de las fuerzas de seguridad y de los jueces para luchar contra los que cometieron 853 asesinatos y causaron más de 7.000 víctimas, fue miserablemente traicionada por Zapatero negociando con ETA cuando estaba, prácticamente, aniquilada.
Para mayor ignominia, lo único que negoció Zapatero fue el blanqueamiento de una banda de asesinos que habían bañado España con la sangre de inocentes y auténticos servidores públicos. No han entregado las armas ni el dinero robado en atracos, ni han pedido perdón, ni han mostrado arrepentimiento, más bien todo lo contrario, se vanaglorian de ser unos asesinos burlándose, indignamente, de los familiares de los asesinados. ¿Qué han dado a cambio por ser legalizados y acogidos tiernamente por el sistema democrático?, absolutamente nada.
De colaborar con la justicia, ni hablamos. Todos ellos conocen perfectamente quienes fueron los autores materiales de los asesinatos y de los atentados. Sigue habiendo más de 300 asesinatos de ETA sin resolver. Si no han dado nada a cambio, ¿por qué les legalizó Zapatero?
Si ETA estaba acabada (dicho por los que tenían la máxima autoridad en la lucha antiterrorista) y no ha habido contraprestación alguna a su blanqueamiento, ¿Qué perseguía Zapatero en esa negociación? Ahí lo dejo.
ETA no ha desaparecido, sigue existiendo, y lo que es peor, es legal y ocupa puestos en todas las instituciones, cobrando sueldos que pagamos todos los españoles.
ETA no ha renunciado a su objetivo totalitario marxista de que la Comunidad Autónoma Vasca llegue a constituirse en una república comunista, no precisamente democrática, y en eso concentran todos sus esfuerzos, ahora manejando las instituciones.
Terrorismo no es solo asesinar y poner bombas. Hay muchas formas de hacer terrorismo:
- Terrorismo es homenajear a los asesinos que, gracias a los pactos ocultos entre Sánchez y Otegui, salen de la cárcel.
- Terrorismo es exhibir en las fiestas las fotos de los terroristas venerándoles como si fueran héroes.
- Terrorismo es haber creado y mantener un clima social de miedo en donde no se puede opinar en contra de los postulados independentistas.
- Terrorismo es adueñarse emocionalmente del ambiente haciendo imposible la convivencia entre los vascos.
- Terrorismo es haber institucionalizado que cualquier opinión o signo que no sean los de ellos, es una provocación.
- Terrorismo es excluir socialmente, incluso con violencia, al que osa hacer uso de su libertad de expresión manifestando su rechazo a la política de los partidos herederos de ETA.
Es muy grave que las autoridades políticas permitan todo esto y, más grave aún, que ni la fiscalía ni los jueces no pongan en marcha las acciones judiciales correspondientes. Supongo que tiene que ver con el ambiente de terror que se vive allí.
Es catastrófico que en un territorio español se conculquen las leyes con toda impunidad. Eso es terrorismo.
El PNV, fiel seguidor de la ideología xenófoba del iluminado Sabino Arana que, por cierto, abjuró de su propia ideología antes de morir, está muy nervioso porque parece que hay indicios de que Bildu gane las próximas elecciones autonómicas.
Si eso ocurriera, el PNV tiene mucha culpa, por no decir toda. Han estado alimentando a la bestia desde hace muchos años. Han educado varias generaciones, fundamentalmente en las ikastolas, en el independentismo radical, contándoles una historia falsa y haciendo afirmaciones más falsas todavía, como que “España nos roba”.
Pues claro, “cría cuervos y te sacarán los ojos”.
Está claro que nunca les han hablado del artículo 2 de la Constitución Española: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”. Si aplicásemos la Constitución, habría que ilegalizar a unos cuantos partidos políticos porque su objetivo y su propósito atentan directamente contra la indisoluble unidad de la nación española, en lugar de eso están sentados en el Congreso y en el Senado. El mundo al revés.
Estos del PNV nunca han sido de fiar: aprueban los Presupuestos Generales del Estado de Rajoy, y a los 6 días votan a favor de la moción de censura de Sánchez. Pactos oscuros y tenebrosos.
La conclusión final es que no nos cuenten milongas. ETA no está asesinando, pero sigue ahí, ejerciendo todo tipo de terrorismo, amedrentando a los vascos y creando el caldo de cultivo para alcanzar su objetivo de instaurar una república comunista.
Jose Ignacio Echegaray | Colaborador de Enraizados





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